En el día de hoy, martes 5 de septiembre del año 2017, las ciencias médicas cubanas han sufrido una gran pérdida. Ha fallecido el DrCs. Alberto Hernández Cañero, eminente cardiólogo, uno de los principales fundadores del Instituto Nacional de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (ICCV) y su primer Director, formador de varias generaciones de especialistas cubanos en Cardiología.
El Profesor Hernández Cañero nació el 30 de mayo de 1920, en San Cristóbal, municipio de la provincia de Pinar del Río, donde cursó la enseñanza primaria en la escuela pública. Estudió bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y la carrera de medicina en la Universidad de La Habana.
Según su propia confesión, estudió esta carrera por el ambiente social imperante en la Cuba republicana de fines de los años 30s del pasado siglo XX. Su padre era farmacéutico y él le ayudaba en su farmacia como “práctico”. El contacto con los enfermos -que, en su mayoría, por carecer de recursos económicos para asistir al médico, realizaban sus consultas directamente con los farmacéuticos- le permitieron entrar en contacto directo y frecuente con el dolor, la enfermedad y el sufrimiento de las personas y esa realidad lo inclinó al estudio de una carrera que le pareció entonces –y continuó pareciéndole hasta el último momento de su existencia- una de las más humanas.
Las prácticas docentes de medicina las realizó en el Hospital Universitario “General Calixto García”, en la sala Yarini, donde radicaba la Cátedra de Clínica Médica. Apenas desde el inicio de la carrera se inclinó hacia la cardiología, que practicaba en esa sala y en el antiguo Hospital Nuestra Señora de las Mercedes. Más tarde, también realizaría prácticas de la especialidad en el Hospital Municipal de Infancia, hoy Hospital Pediátrico Pedro Borrás Astorga.
Comenzó a ejercer la docencia en la propia Cátedra de Clínica Médica, primero como médico asociado (1946-1950) y a partir de 1950 y hasta 1954 como Instructor. Durante ese tiempo, compartió sus actividades docentes y asistenciales con las políticas, en tanto era ya miembro del Partido Socialista Popular.
El 31 de julio de 1953 –apenas 4 años después de haberse publicado el primer texto en el mundo sobre el tema- en la sesión científica celebrada en el Hospital Municipal de Infancia, presentó un trabajo sobre Cateterismo Cardiaco en las Malformaciones Congénitas, en colaboración con los doctores Otto García Díaz, Eloína González Vega, Gloria Varela, Ángel Giral Casielles y Agustín Castellanos González.
En el antiguo Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, hoy Hospital “Comandante Manuel Fajardo”, creó el servicio de investigaciones cardiovasculares, que fue un centro de formación de cardiología, y el embrión del actual Instituto, contribuyendo de esta manera a su desarrollo y a la formación de la red cardiológica nacional.
En 1960, debido al éxodo de profesores y especialistas de cardiología, fue llamado por la Junta de Gobierno de la Universidad para participar de nuevo en la docencia. En 1962 se crea la especialidad de cardiología y él integra el claustro de la misma. A partir de ese momento se crearon servicios de cardiología en los 14 hospitales provinciales y algunos municipales, así como en los hospitales docentes de ciudad de La Habana.
En 1966 se fundó el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular y fue desde entonces su Director hasta hace apenas unos años, en que su salud no le permitió seguir asumiendo esa responsabilidad.
El Profesor Hernández Cañero era Profesor Titular, Consultante y Emérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Investigador Titular, Doctor en Ciencias y Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba en el período 2002 – 2006.
Por sus aportes a la especialidad – entre los cuales se encuentra su indiscutido protagonismo en la formación de los nuevos especialistas con los principios humanistas y éticos de nuestra Revolución- y su sentido de responsabilidad y compromiso social en el ejercicio profesional, profesoral y gerencial en una de las instituciones de salud más importantes del país, recibió varias distinciones y condecoraciones, entre ellas, la Orden Carlos J. Finlay; Medalla 250 Aniversario de la Universidad de La Habana; Distinción por la Educación Cubana; Medalla Comandante Manuel Fajardo; Orden Frank País; Medalla Servicios Distinguidos de las FAR; Medalla 30 años del Ministerio del Interior; Medalla de Héroe del Trabajo de la República de Cuba; Cardiólogo Distinguido; Medalla de la Sociedad de Cardiología Centroamericana y del Caribe y Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina.
Colaboración de la Profesora Consultante María del Carmen Amaro Cano
Vice-Presidenta Sociedad Cubana Historia de la Medicina