A propósito del Día Internacional de la Epilepsia que se celebra cada segundo lunes de febrero, la Biblioteca Virtual en Salud de Cuba (BVS-Cuba) propone revisar el libro Epilepsia, publicado por la Editorial Ciencias Médicas.
El texto, cuyo primer capítulo está dedicado a la historia de la enfermedad, contiene otros 20 donde se describen la clasificación, epidemiología, fisiopatología y las características clínico evolutivas de 1563 pacientes epilépticos.
El texto completo en formato PDF (3.94 MB) y ePUB (32.7 MB) está disponible en la BVS-Cuba.
La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todo el mundo y todas las edades. Es una de las enfermedades conocidas más antiguas, y ha estado rodeada de temores, desconocimiento, discriminación y estigmatización social durante siglos. Esta estigmatización persiste hoy en muchos países y puede influir en la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
En la actualidad, hay en el mundo unos 50 millones de personas con epilepsia. La proporción estimada de la población general con epilepsia activa (es decir, ataques continuos o necesidad de tratamiento) en algún momento dado oscila entre 4 y 10 por 1000 personas. Cerca del 80% de los pacientes con epilepsia viven en países de ingresos bajos y medianos.
Según estimaciones, se diagnostican anualmente unos 2,4 millones de casos de epilepsia. En los países de altos ingresos, los nuevos casos registrados cada año entre la población general oscilan entre 30 y 50 por 100 000 personas. En los países de ingresos bajos y medianos esa cifra puede ser hasta dos veces mayor. Esto se debe probablemente al mayor riesgo de enfermedades endémicas tales como el paludismo o la neurocisticercosis; la mayor incidencia de traumatismos relacionados con accidentes de tránsito; traumatismos derivados del parto; y variaciones en la infraestructura médica, la disponibilidad de programas de salud preventiva y la accesibilidad de la atención.
En Cuba, el paciente con epilepsia es atendido por el equipo del consultorio médico de la familia, en coordinación con el especialista en Neurología, en caso de ser necesario.