Cada año el 26 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Anticoncepción. La jornada apoyada desde sus inicios, en el año 2007, por una coalición de 10 organizaciones no gubernamentales internacionales y diferentes sociedades científicas y médicas con intereses en la salud sexual y reproductiva.
El principal objetivo de la celebración del Día Mundial de la Anticoncepción es mejorar la salud sexual y reproductiva a través de la sensibilización y la difusión de la información sobre sexualidad y anticoncepción.
La necesidad de trabajar en torno a la educación anticonceptiva es una asignatura aún pendiente en la actualidad. Hay que sentar unas bases informativas, formativas y de sensibilización que permitan el correcto uso y recurso a los métodos anticonceptivos.
Con la celebración de este Día los organizadores también buscan llamar la atención de las instituciones competentes en materia de políticas educativas. Con una base educativa de calidad en salud sexual y anticonceptiva se podría reducir el número de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual y sida. Los estudios demuestran que los embarazos no deseados son un problema global que afecta de manera negativa en el terreno emocional, profesional y social de estas mujeres y que producen costos elevados en los sistemas sanitarios.