Se nos ha ido este 22 de marzo Pedro Almirall, el profesor, el científico, el orador, el autor, el directivo, el consejero, el oportunamente crítico, el amigo, el familiar.
Y es que todos, en Cuba y en una buena parte del mundo, en América, porque no fue sólo en América Latina, lo conocieron, aprendieron de él, lo respetaron y lo admiraron.
Nació un día que posteriormente se convertiría en una fecha gloriosa: un 26 de julio, en el año 1949. En su niñez y juventud recibió de sus padres una educación que lo hizo honrarlos y respetarlos mientras los tuvo en vida y posteriormente, en el caso de la madre muy recientemente, apenas dos meses atrás.
Psicólogo, en toda la extensión de la palabra, estamos seguros de que mucho antes de su graduación en 1974, en la entonces Escuela de Psicología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Habana.
Comenzó, en ese propio año su trayectoria laboral en el Departamento de Medicina del Trabajo del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología, área que posteriormente se incorporó al recién constituido Instituto de Medicina del Trabajo (actual Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores), en el cual promovió la creación del departamento de Psicología, que dirigió desde 1977 hasta 1998, cuando fue ascendido a Vicedirector de Investigaciones y Docencia, tarea que desempeñó con excelencia hasta su jubilación en el año 2014, momento a partir del cual no cesó, en lo absoluto, su destacada actividad científica y docente, nacional e internacional, hasta este propio año.
Defendió exitosamente su tesis de grado de Doctor en Ciencias Médicas en el año 1987, de Máster en Salud de los Trabajadores en el año 2002 y ostentaba las categorías de Investigador Titular y de Mérito y Profesor Titular y Consultante.
Entre múltiples condecoraciones y distinciones recibidas, resaltamos la Medalla “Piti Fajardo” en el 2001, por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, Medalla por 30 años en la Educación en 2009 por el Consejo de Estado, Premio Anual de la Salud en el 2012, Premio Provincial de Innovación Tecnológica en el 2013 y, en ese propio año, el Premio Giraldilla de La Habana por la obra de toda la vida en la investigación, otorgado por el CITMA; aunque fue mencionado anteriormente, también constituye una distinción la categoría de Investigador de Mérito, recibida en 2010.
En el Instituto formó parte del Consejo Científico, primero como Vicepresidente y luego como activo miembro externo, integró el claustro de profesores y el Comité Académico de la Maestría en Salud de los Trabajadores, en cuya presente edición cumplimentó, ya enfermo y a distancia por la situación epidemiológica, el curso de Ergonomía.
Igualmente desempeñó actividades en estos órganos en la Facultad de Psicología y en la Escuela Nacional de Salud Pública e impartió docencia especializada en múltiples escenarios nacionales e internacionales.
Fue tutor y asesor de tesis (incluidas internacionales) de pregrado en Medicina, Contabilidad y Psicología, de residencia en Medicina del Trabajo y en Higiene y Epidemiología, de Maestría en Salud de los Trabajadores, Psicología y Psicología de la Salud y de doctorados en Ciencias de la Salud y en Psicología.
Miembro activo del Grupo Nacional de Psicología, miembro de las sociedades de Psicología, Psicología de la Salud, Higiene y Epidemiología y de la Asociación Médica del Caribe e integrante de los tribunales de grados científicos en la Escuela Nacional de Salud Pública y en la Facultad de Psicología, como experto y evaluador de proyectos en los programas ramales de investigación de Calidad de Vida y Evaluación de Tecnologías Sanitarias.
A partir del año 2000, fue autor y coautor destacado en la Revista Cubana de Salud y Trabajo, la cual prestigió con sus contribuciones y con su labor en el Comité Editorial y como árbitro, en todas ellas hasta el presente. Igualmente fue miembro del Comité Editorial y árbitro activo de prestigiosas revistas latinoamericanas.
Su extensa y diversa producción científica, en Cuba y en el extranjero, alcanzó y sobrepasó el centenar de contribuciones tanto publicaciones como actividades docentes, dirigió y participó en más de 40 proyectos de investigación, muchos de ellos asociados a programas ramales y nacionales, fue prolífico ponente en eventos científicos. Su presencia constante otorgó un sello distintivo a las actividades institucionales: fórum de ciencia y técnica, jornadas por aniversarios, simposios y congresos.
Imposible que no olvidemos señalar algo destacado y ejemplar que haya hecho, igual de imposible resultará que su ejemplo y recuerdo no permanezcan entre nosotros. Almirall, Pedro, llegó, estableció y deja un legado: fue quien introdujo, para que quedara para siempre, la Psicología dentro de la Salud Ocupacional.