El 7 de diciembre de 2016 falleció el profesor Dr. Manuel Roberto Oliva Palomino, pediatra no solo de camagüeyanos sino de muchas generaciones de cubanos, y profesor de especialistas cubanos de alto nivel.
Nació en Manzanillo, actual provincia Granma, el 16 de diciembre de 1935. Su padre era carpintero y su mamá ama de casa. Comenzó a estudiar Medicina a los 29 años, fue técnico de laboratorio desde 1954, formado en el primer curso que se impartió en La Habana. Al triunfo de la Revolución, ante el éxodo masivo de médicos y como era bachiller y trabajador de la esfera de la salud, respondió al llamado para incorporarse a estudiar la carrera de Medicina, de la cual se graduó en 1969. Desde entonces trabajó vinculado al programa de salud materno infantil y en el hospital pediátrico “Dr. Eduardo Agramonte Piña”, donde fundó el servicio de Oncología.
Se hizo especialista de primer grado en Pediatría en el año 1972; después, Senior Teacher of Child Health Insitute en la Universidad de Londres en 1977 y dos años más tarde alcanzó el título de especialista de segundo grado en Pediatría. Desde 1984 fue profesor titular de Pediatría. Obtuvo la condición de profesor consultante en el año 2000 y la de profesor de mérito en 2013. En el 2008, terminó la Maestría de Atención Integral al Niño.
Su trayectoria laboral comenzó en 1954 como técnico de laboratorio del hospital “Caymaris” de su ciudad natal, después fue técnico de laboratorio en el hospital “Topes de Collantes” a partir de 1954. En 1959 pasó a trabajar en el hospital “Amalia Simoni” de Camagüey y luego, en 1960, lo hizo en laboratorio de la entonces “Colonia Española”.
Fue miembro del Grupo Provincial de Pediatría de Camagüey desde 1969; de 1973 a 1979 fue subdirector docente del hospital pediátrico “Dr. Eduardo Agramonte Piña” y jefe del departamento de Pediatría del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Camagüey desde 1975 a 1979.
Fue asesor técnico del Programa Materno Infantil en Nicaragua de 1979 a 1981. Se desempeñó como responsable del Departamento Materno Infantil de Camagüey desde 1981 a 1992. Presidió desde 1983 la Comisión de Ética de dicha provincia, donde desde 1984 fue también el asesor principal de Pediatría.
Desde 1997 fue miembro del grupo de expertos del área materno infantil a nivel provincial en el CITMA. Se desempeñó como director territorial del Programa de Cáncer en el Niño desde el año 2000. Desde ese mismo año fue también asesor en la esfera de la Salud del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en Camagüey.
Realizó múltiples actividades académicas durante su fecunda trayectoria laboral, entre las que pueden citarse haber sido responsable de cuatro cursos nacionales de superación a médicos rurales entre 1987 y 1989. Fue presidente de tribunales provinciales de la especialidad desde 1972 y de tribunales estatales nacionales desde 1994. Fue tutor de 802 tesis de grado y presidente de tribunales de categorización docente desde su fundación.
Fue presidente del tribunal de predefensa para aspirar al Doctorado de Ciencias Médicas por Pediatría en el período 2006 – 2009. Fue también Coordinador principal del diplomado impartido de Oncología Pediátrica en Camagüey (2009) y miembro del Consejo Editorial de la Red Cubana de Gerontología y Geriatría de Camagüey desde 2009.
Recibió 19 cursos de posgrado e impartió un total de 45.
Participó en 6 congresos internacionales y en todas las Jornadas de Pediatría Nacionales en la provincia de Camagüey, y en algunas otras provincias, desde 1972 a la fecha, así como en Cuatro Congresos Nacionales de Pediatría como ponente y Presidente de sesiones.
Estuvo en 34 países como representante de Cuba en estudios de Medicina y publicó 21 libros vinculados a la Pediatría y diversos artículos en revistas nacionales e internacionales. Fue miembro de la Sociedad Cubana de Pediatría, Sociedad Cubana de Oncología, Sociedad Cubana de Educadores de las Ciencias de la Salud y Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Inmunología y de la Sociedad Cubana de Pedagogos.
El profesor Dr. Manuel Roberto Oliva Palomino es un digno paradigma para las actuales y futuras generaciones de pediatras cubanos, que siempre veremos en él no solo al insigne pediatra, sino al incansable Maestro en el difícil arte de prevenir y curar las enfermedades de los niños y niñas.