Cuba amaneció esta jornada con la cifra más alta de casos confirmados desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado: 93 diagnosticados con la COVID-19 es el saldo que nos deja el incumplimiento de las medidas y la irresponsabilidad de unos pocos, lo cual contribuyó a un retroceso en el control de una enfermedad que mata en un día a miles de personas en todo el mundo.
Según informó en conferencia de prensa el Dr. Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), todos los nuevos casos diagnosticados son cubanos. De ellos, 83 son autóctonos y 10 son importados; 76 pertenecen a la provincia de La Habana, 10 son de Artemisa, 2 de Ciego de Ávila, 2 de Las Tunas, 2 de Holguín y uno del Municipio Especial Isla de la Juventud. Se acumulan de esta forma en el país un total de 3046 muestras positivas hasta la fecha.
En este sentido, resalta que 61 de los diagnosticados en el día de ayer con la COVID-19 son contactos de casos confirmados, en 22 no pudo precisarse la fuente de infección y 62 se encontraban asintomáticos, reafirmándose una vez más el peligro de propagación dadas las altas cifras de personas que pueden ser portadoras del virus y no mostrar síntomas de la enfermedad.
Apelando al buen juicio de los ciudadanos, el epidemiólogo resaltó que "el esfuerzo que estamos realizando en nuestro país frente a la COVID-19 es porque la salud es lo primero para nuestro gobierno socialista, por lo que de igual manera vamos a enfrentar la indisciplina con medidas restrictivas para todas aquellas personas que incumplan con lo establecido en cada una de las etapas por las que transite el país en el enfrentamiento a la pandemia".
Gracias a los esfuerzos de nuestro gobierno, del personal de la salud y hasta de muchos de los ciudadanos que con responsabilidad cumplen con cada indicación para controlar la propagación del virus, en Cuba se logró controlar el desarrollo de la pandemia en aproximadamente tres meses de alta propagación convirtiéndonos de esta forma en ejemplo para el mundo.
Hoy enfrentamos un rebrote de la enfermedad y el llamado es a extremar los cuidados y apoyar a quienes a diario ponen en riesgo sus vidas en los diferentes escenarios de la atención médica. No son estos tiempos de fiestas, reuniones, ni salidas innecesarias, queda demostrado que el control de la COVID-19 exige más de la disciplina individual.
Lic. Oneidys Hernández Vidal
Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Infomed