Versa un viejo proverbio popular que los ojos son el espejo del alma. Y es que al ser el órgano que permite el desarrollo de uno de los cinco sentidos, mucho se ha escrito sobre ellos desde la literatura científica hasta la poética.
Sobre las afecciones, tratamientos y cuidado de la salud ocular, la población en general reconoce aquellas normas más relevantes; aun así según cifras recientes de la Organización Mundial de Salud (OMS) aproximadamente 253 millones de personas en el mundo viven con baja visión o ceguera, de ellos 36 millones son ciegas y 217 millones tienen discapacidad visual moderada o severa.
Estos datos resultan aún más alarmantes si observamos que en la actualidad, alrededor del 80% de los casos de ceguera pueden evitarse, ya sea porque son resultado de afecciones prevenibles o porque es posible tratarlos hasta el punto de recuperar la visión.
Por ello una de las principales premisas de la OMS en este sentido recae en la necesidad de “reducir la discapacidad visual evitable como problema de salud pública mundial y garantizar el acceso de las personas con discapacidad visual a servicios de rehabilitación”.
Cuba cuenta en la actualidad con un Instituto Nacional de Oftalmología; igualmente la Mayor de las Antillas tiene servicios oftalmológicos en las 15 provincias y en la Isla de la Juventud, lo cual hace un total de 253 policlínicos con servicios de la especialidad.
Al decir del Dr. Iván Hernández López, Especialista de 2do grado en Oftalmología y de 1er Grado en Medicina General Integral en entrevista especial para el portal de Infomed, en la actualidad en Cuba y el mundo “la prevención y el tratamiento de la pérdida de la visión se cuentan entre las intervenciones de salud más eficientes y que dan mejores resultados.”
“La catarata, el glaucoma, los trastornos refractivos que se consideran discapacidad visual moderada y en algunos casos severa, y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), están entre las cuatro grandes causas de discapacidad visual grave y ceguera tanto en Cuba como en el mundo", explicó el también Profesor Asistente del Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”.
Si bien es cierto que el 65% de las personas con discapacidad visual son mayores de 50 años de edad este grupo etario solo representa el 20% de la población mundial y la mayoría de las enfermedades oculares que los aquejan pueden tratarse sin dificultad.
Pero en una sociedad como la nuestra, cada día más envejecida, es inevitable que las estadísticas nacionales se inclinen hacia un aumento progresivo de estos padecimientos de salud así como la preocupación de los especialistas por detectar y tratar a tiempo estas enfermedades.
“La más reciente encuesta nacional sobre ceguera y discapacidad visual en el adulto mayor, realizada en el año 2016, resalta que la principal causa de ceguera en Cuba es la catarata, seguida por el glaucoma y la DMAE.
“En el caso de las cirugías de catarata se han incrementado de 10826 en el año 2000 a más de 36000 en 2017, resaltando la adopción de la facoemulsificacióncomo técnica más utilizada”, advirtió el doctor quien también se desempeña como editor principal del sitio web de oftalmología de la red de sitios de especialidades y temas de salud de Infomed.
Por otro lado, el profesor explicó sobre la prevalencia en la Isla de la Degeneración Macular asociada a la edad, padecimiento que aparece solo en pacientes mayores de 50 años y que está presente en el 5.5% de la población cubana como discapacidad visual grave.
“La Degeneración Macular Asociada a la Edad, es una enfermedad multifactorial y progresiva de la retina. Afecta específicamente la mácula que es la encargada de la visión más nítida, lo cual influye sobre todo en actividades como la lectura o alguna otra que necesite precisión visual pues causa una pérdida de visión central.
“Tanto en la DMAE como en otras enfermedades de la visión resaltan la edad como factor de riesgo determinante para su aparición, aunque se invocan otros como el hábito de fumar, la obesidad, el sedentarismo y la exposición a la luz intensa.”
Según afirmara el Dr. Hernández López, el 86% de las DMAE son atróficas y el 14% exudativas y aunque se ha considerado que la forma atrófica es la más frecuente, estudios recientes muestran que la prevalencia varía, y se ha visto que existe una relación 2:1 que disminuye a partir de los 85 años a favor de la DMAE neovascular.
El papel de la prevención en las enfermedades oftalmológicas
En la actualidad prevenir es una palabra de orden cuando de padecimientos se trata, de ahí que el gremio de los oftalmólogos se sume a lucha mundial para prevenir las enfermedades relacionadas con la visión.
En nuestro país, que cuenta con un muy buen diseño del sistema de salud, igualmente resulta pertinente trabajar en la prevención de la salud visual, con lo cual se precisa de una búsqueda más activa de pacientes desde el nivel primario de atención médica, mejorando la interrelación entre todos los niveles.
“Urge también entonces minimizar las barreras sociales y familiares que constituyen hoy el mayor problema para el acceso a los servicios quirúrgicos, así como mejorar la preparación de los médicos del nivel primario de atención médica en lo que concierne al examen oftalmológico a distancia y al fondo de ojo para una pesquisa más efectiva”, significó el Dr.
Mejorar el trabajo preventivo desde nivel primario de atención médica resulta esencial para el cuidado de la salud visual, “con una cartilla y un oftalmoscopio un médico de familia puede identificar en las zonas de la retina exudados o hemorragias como lo hacemos nosotros en el examen físico, y orientar adecuadamente al paciente, así como remitirlo, en caso necesario, a los servicios de oftalmología para un diagnóstico y tratamiento más específicos”, resaltó el especialista.
VISIÓN 2020 – El derecho a ver
Como parte de las campañas mundiales relacionadas con la visión surgió en el año 1999 la iniciativa “VISIÓN 2020 – El derecho a ver” cuyo objetivo principal es la eliminación de la ceguera evitable para el año 2020.
Más de 40 países del mundo integran este esfuerzo de la OMS y del Organismo Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB) cuya estrategia fundamental se basa en “lograr una mayor sensibilización acerca de la importancia de este problema de salud pública, la lucha contra las causas principales de ceguera evitable, la formación de oftalmólogos y otros profesionales de la atención oftálmica y el suministro de tecnologías e infraestructuras apropiadas”.
En el día mundial de la visión, que se celebra cada 11 de octubre, los organismos internacionales, así como el sector de la salud tratan, con las diferentes campañas, de sensibilizar a la población mundial en torno a los cuidados de la vista en la prevención y tratamiento de la pérdida de la visión, constantes que resultan imprescindibles si tenemos en cuenta que “cada cinco segundos, una persona se queda ciega en el mundo; cada minuto, un niño se queda ciego; y cada año, se quedan ciegas más de siete millones de personas”.
Por: Lic. Oneidys Hernández Vidal
Grupo del portal y comunicación
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