Durante una conferencia realizada en Washington el pasado 4 de abril en vísperas del Día Mundial de la Salud, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, y la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, abogaron por soluciones colectivas para que todas las personas, en todas partes del mundo tengan acceso a los servicios de salud que necesitan. En la región de las Américas, un tercio de la población enfrenta obstáculos para acceder a la salud. La salud es un derecho y como tal debemos superar las barreras de acceso a la atención, afirmó Etienne y llamó a eliminar el pago directo que deben hacer muchas personas en el punto de entrada a los servicios de salud. Este pago, dijo, constituye la principal barrera y empuja a las familias hacia la pobreza.
La salud universal, tema de esta celebración, implica que todas las personas y comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios de salud de calidad sin tener que exponerse a dificultades financieras. Bajo el lema Salud universal: para tod@s, en todas partes, la campaña regional para las Américas impulsada por la OPS busca generar conciencia y encontrar soluciones que ayuden a alcanzar la salud para todas las personas en 2030. El año pasado, la OPS lanzó en Ecuador un foro con la participación de diversos sectores, y creó la Comisión de Alto Nivel ¨Salud universal en el siglo XXI: 40 años de Alma-Ata¨, con Michelle Bachelet como presidenta.
Para que exista salud universal, para todos y en todas partes, tenemos que construir consensos nacionales porque los retos son de tal magnitud que requieren el compromiso y el esfuerzo de todos, remarcó Bachelet durante la conferencia organizada por la OPS en Washington para celebrar el Día Mundial.
A 40 años de la Declaración de Alma-Ata, que impulsó los valores del derecho a la salud, la equidad y la solidaridad, y reconoció a la atención primaria de salud como un enfoque estratégico en el desarrollo de los sistemas y servicios de salud, las Américas sigue siendo una de las regiones más inequitativas del mundo.
Bachelet consideró que ha habido avances importantes desde Alma-Ata, pero que aún persisten profundas brechas entre los países y al interior de los países. Al mismo tiempo que hay centros de salud con una calidad que no hubiésemos pensado en el pasado, hay mujeres y niños que siguen muriendo por causas totalmente evitables, lamentó. Para la médica chilena, la desigualdad es el gran enemigo en América Latina y el Caribe.