En el Hospital Universitario que honrosa y dignamente lleva el nombre de esta insigne, transcendental y paradigmática figura, valiente General de nuestras guerras por la independencia de Cuba, eminente profesor, científico, fundador de la Cátedra de Obstetricia de la Universidad habanera, trascendental patriota antimperialista, ejemplo para las pasadas, actuales y futuras generaciones de estudiantes y profesionales de la salud y, especialmente, para los cadetes de la Universidad de Ciencias Médicas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y para quienes se forman como médicos, como ginecobstetras o ejercen esta honrosa profesión, tuvo lugar en la mañana del lunes 18 de enero la ceremonia de recordación del 163 aniversario del natalicio de este destacado mambí.
A la misma asistieron alumnos, residentes, especialistas, técnicos, trabajadores, profesores y autoridades de la prestigiosa institución. Las palabras centrales fueron pronunciadas por el Prof. Evelio Cabezas, Presidente de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología.
El emotivo acto sirvió para reconocer, una vez más, el destacado trabajo y los resultados de los profesionales, de los técnicos y del personal de la institución, de la ginecobstetricia cubana y de quienes en cualquier lugar del mundo y de nuestro país trabajan arduamente en interés de mejorar la salud sexual y reproductiva de la población cubana o de los países hermanos donde colaboran.
Este día ha devenido, en la práctica, fecha de reconocimiento al ginecobstetra cubano en todas las unidades docentes y asistenciales de nuestra isla y de otros países, en honor a este patriota matancero, nacido el mismo año que nuestro Apóstol y, como él, luchador por la independencia de Cuba del colonialismo español.
Eusebio Hernández Pérez, amigo y compañero de armas de Maceo y Gómez, no solo fue ejemplo de mambí y de médico en la segunda mitad del siglo XIX, sino que su figura trascendió al siglo XX como revolucionario, como docente y como patriota antianexionista y antiimperialista, además de que se opuso con dignidad y valentía a la corrupción imperante durante los desgobiernos de los primeros años de la república en que vivió hasta su deceso.