El cambio climático es una realidad decisiva del siglo XXI.
Según estimaciones de la OMS, el cambio climático ya está provocando decenas de miles de defunciones cada año, como consecuencia de modificaciones en las características de las enfermedades, por la ocurrencia de fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor e inundaciones, y la degradación de la calidad del aire, los suministros de agua y alimentos y los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-21), que se celebrará próximamente en París, ofrece al mundo una importante oportunidad, no solo para alcanzar un sólido acuerdo internacional sobre el clima, sino también para proteger la salud de las generaciones presentes y futuras. La OMS considera que el tratado de París será un importante instrumento de salud pública que permitirá salvar vidas en todo el mundo.
La OMS estima que en 2012 unos 7 millones de personas murieron por enfermedades relacionadas con la contaminación del aire, lo que convierte ese fenómeno en el mayor riesgo para la salud medioambiental. Se prevé que entre 2030 y 2050 el cambio climático provoque otras 250 000 defunciones anuales por paludismo, diarrea, calor extremo y desnutrición. Los niños, las mujeres y los pobres de los países de bajos ingresos serán los grupos más vulnerables y afectados, lo que agravará las desigualdades en materia de salud.
La acción por el clima fue uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados este último fin de semana durante la Cumbre de Desarrollo de Naciones Unidas.
París será entonces una de las alternativas para continuar luchando por la mejoría en el clima de nuestro planeta. Del 30 de noviembre al 11 de diciembre se celebrará en esa capital la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 2015 (COP21/CMP11).