La Medicina Basada en la Evidencia es una corriente que promueve el estudio y la actualización constante de los tratamientos basados en la mejor evidencia científica disponible en cada momento.
En el presente trabajo se pone a disposición de todos una versión ilustrada del artículo titulado "Paracaídas, ciencia y sentido común: la Medicina Basada en la Evidencia" como clave para la información científica relevante en materia sanitaria, publicado en la Revista Cubana de Información en Ciencias de la Salud por los doctores en ciencias Jorge A. Bergado y Luis Carlos Silva Ayçaguer, quienes realizan un análisis sobre las prácticas de algunos autores para desvirtuar el verdadero valor de esta corriente en la medicina moderna.
Disponer de información científica sólida es crucial para el ejercicio de la medicina actual. La Medicina Basada en la Evidencia es una corriente que promueve el estudio y la actualización constante de los tratamientos basados en la mejor evidencia científica disponible en cada momento. Sin embargo, los practicantes de algunas terapias "alternativas" tratan de disminuir el valor de la evidencia científica o de ridiculizar a quienes se atienen a ella, como forma de enmascarar la realidad cuando la evidencia no resulta favorable a sus intereses. Un artículo publicado en British Medical Journal en 2003 intentaba satirizar a la Medicina Basada en la Evidencia mediante un examen de la evidencia sobre la eficacia del uso de paracaídas como elemento protector ante caídas desde grandes alturas. Un análisis de ese artículo nos permite ilustrar cómo a veces la mala fe puede permear un debate que debe mantenerse dentro de los límites del sentido común y de la buena ciencia.
Los autores del trabajo realican una reflexión final: La Medicina Basada en Evidencias es un enfoque decisivo para consumar el empeño de conocer y difundir la verdad científica en materia de salud. En ella se consagra, a la vez, la saludable irreverencia ante las presuntas verdades nacidas de la autoridad o la especulación y la vocación de apelar a la contrastación científica como el único medio para dominar las leyes que gobiernan la salud humana y la sociedad. En un mundo que vive bajo las acechanzas de la superchería, la banalidad y el comercialismo, donde la información se ha convertido en un producto crucial para el desarrollo humano, garantizar la veracidad y la sensatez de lo que se comunica es un elemento medular.