La Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente, fue el primer Centro de Educación Superior que funcionó fuera de la capital del país y es el primero de su tipo creado por la Revolución. Fue inaugurada el 10 de febrero de 1962 en dos instalaciones de la Universidad de Oriente adaptadas para estos fines. Contó con una matrícula de 65 estudiantes, y un Claustro inicial de 8 profesores.
El 17 de febrero de 1964 día en que comienza el tercer curso de medicina se traslada esta formación al nuevo edificio situado en Avenida de las Américas y calle E del Reparto Sueño de esta ciudad, una obra arquitectónica única en el país quedando oficialmente inaugurada como Escuela de Medicina el 29 de octubre de 1964
Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba: medio siglo de bienestar por la vida
Cuando se hable sobre las más bellas obras de la Revolución en su casi medio siglo de existencia, merece un lugar bien ganado entre ellas el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba (ISCM). El capital más valioso en el socialismo es el ser humano. Y no hay persona alguna en la sociedad cubana que durante su vida pueda prescindir de la asistencia médica. Así, esta institución ha sido perenne transfusión para el bienestar y la vida de los santiagueros, los cubanos y más allá.
Su historia comenzó en febrero de 1962, al materializarse la idea de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro de formar médicos en otros polos fuera de la capital, viabilizando que esos valiosos recursos humanos surgieran de los lugares donde ejercerían después, vislumbrando la obra futura.
Nació como Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente, donde dos pequeñas aulas acogían a 65 alumnos de medicina. Dos años después, surgió la Escuela de Estomatología. No faltaron quienes calificaran de quimera el audaz propósito. Pero valiosos profesionales santiagueros y de La Habana, respondiendo al llamado de la Revolución, en medio de múltiples dificultades, demostraron su valía, obteniendo en septiembre de 1967 la primera cosecha: 32 médicos y 19 estomatólogos.
Es en 1976 cuando la institución emerge como Instituto Superior de Ciencias Médicas, casi de forma simultánea con la multiplicación del otrora Oriente en cinco provincias. El ISCM, además de acoger alumnos de otros territorios, incluyendo Camagüey, les prestó una valiosa contribución a las nuevas zonas en la formación de profesores, al tiempo que los suyos asesoraban metodológicamente el proceso docente educativo.
El fruto de una osadía
Después de 46 años de vida, la Universidad Médica santiaguera ratifica con sus frutos la razón de su existencia.
El doctor Antonio López Gutiérrez, graduado en 1974 en esta propia institución, de la cual es ahora Rector, ilustra con datos elocuentes.
Hasta la fecha, este centro ha graduado a 45 089 profesionales de la salud, entre ellos 19 778 médicos, 3 455 estomatólogos, 7 825 en licenciatura de enfermería y 1 317 técnicos. La cifra total se completa con 12 714 técnicos medio y básico. Entre ese caudal humano, se cuentan 2 049 profesionales y técnicos de 80 países y varios continentes.
Un valioso resultado no puede ser medido por las cifras. Es, además de la formación profesional y técnica, el contenido humano, ético y solidario inculcado en los egresados.
Juzgue el lector
El aporte del ISCM de Santiago de Cuba a la salud de la población, ofrece una dimensión clara en algunas cifras comparativas.
Por cada médico que existía en Santiago de Cuba en 1958, la institución ha formado 99. Por cada uno que tenía el país en igual fecha, del ISCM han egresado tres. Y por cada médico que abandonó el país en los primeros años de la Revolución, aquí han sido formados seis.
El Rector afirmó que esta entidad cuenta con un presupuesto de 45 000 000 de pesos. Esa cifra duplica lo asignado a la salud pública en Cuba durante el año precedente al triunfo de la Revolución. Y es 34 veces mayor al presupuesto en igual fecha de este sector en el territorio Oriente Sur, actuales provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma.
Creciendo al ritmo del tiempo
Los pocos alumnos y menos profesores que dieron vida a esta institución, se han multiplicado. Hoy el ISCM acoge a 25 560 alumnos, entre ellos 1 250 procedentes de 49 países. Naciones pobres de muchas latitudes del mundo y particularmente del Caribe, se benefician con esta colaboración.
Haití con 494 alumnos; Venezuela, 133; Ecuador, 114; República Dominicana, 79; Malí, 66; Bolivia, 43; Djibouti, 42… Ante la solidaridad, sucumben las fronteras.
La Universalización de la Enseñanza trascendió las paredes del edificio central y multiplicó aulas, alumnos y profesores en todos los municipios santiagueros, incluyendo filiales en Palma Soriano y Contramaestre con 80 y 100 becados, respectivamente, y una matrícula per càpita de unos 2 500 alumnos.
Ese programa, en la planificación de la matrícula, incluye la formación de profesionales y técnicos en correspondencia con las proyecciones de cada territorio.
A la medicina, única carrera inicial, en el ISCM se han sumado ya las de Estomatología, Enfermería, Tecnología de la Salud (con 21 especialidades) y la más reciente, Psicología de la Salud.
Alumnos de 1er. y 2do. años de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) se integran al ISCM y terminan aquí sus estudios.
El claustro se ha desarrollado al mismo ritmo. Ahora se cuenta con 4 675 profesores, es decir, uno por cada seis alumnos. Profesionales capacitados para la asistencia y la docencia, entre ellos 38 doctores en Ciencias Médicas, 1 225 graduados de màsteres, 154 profesores han sido categorizados científicamente y se han alcanzado 302 Proyectos de Investigaciones, con resultados destacados en los ensayos clínicos territoriales.
Una institución adjunta, Toxicología Médica, desempeña un importante papel en estudios experimentales y actividades asistenciales preventivas relacionadas con los efectos toxicológicos de medicinas, reactivos y otras sustancias utilizadas por las personas.
Un Proyecto revolucionador en la docencia
En Santiago de Cuba, como en otras partes del país, tiene lugar un proyecto que revoluciona los métodos de la docencia médica. Se trata de los Policlínicos Universitarios. Interpretando el sentido social y comunitario de nuestro sistema de salud, su carácter preventivo y la importancia del nivel primario de atención, este programa se desarrolla en 26 de esos centros, donde 1 625 alumnos se forman desde el primer año de la carrera.
La ruptura de los esquemas tradicionales no ha sido fácil. Para algunos, la sede central de Ciencias Médicas es más confiable. Sin embargo, la práctica dice otra cosa. Investigaciones paralelas –afirma el Rector- mediante exámenes teóricos y prácticos en ambos sistemas, mostraron mejores resultados en los Policlínicos Universitarios.
Hay uso de la informática, pero las computadoras no sustituyen a los profesores, ni son ellos inferiores en preparación en relación con los demás. Cada uno de esos centros cuenta con al menos un laboratorio docente abierto las 24 horas y una biblioteca con la bibliografía necesaria. Unas 1 300 computadoras están a disposición de este programa.
Ya ese plan tiene alumnos en el 5to. año de medicina y el sistema se está extendiendo a la estomatología.
Es un novedoso programa que se perfecciona sobre la marcha, avalado por resultados. Sólo nuestros sistemas social y de la salud pueden respaldar esa manera de formar médicos.
Mirando hacia el futuro
Lo alcanzado hasta ahora por el colectivo del ISCM de Santiago de Cuba, no es motivo para adormecimientos sobre las glorias pasadas. Es punto de partida para fijar la atención en los objetivos presentes y los que están por venir. Esa concepción es clave importante para continuar creciendo.
En días recientes, la institución recibió la honrosa distinción de Colectivo Moral. En el 2005 habían alcanzado ese peldaño las facultades de Tecnología de la Salud y de Enfermería, además del Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas. En el 2006 se sumó a ese rango la Facultad de Estomatología, y al año siguiente el Centro de Investigaciones de Toxicología. En el 2008, ingresaron como Colectivo Moral las facultades I y II de Medicina. Esa sumatoria de méritos, convirtió al ISCM como Colectivo Moral.
La acreditación de las carreras en las facultades I y II y la de Estomatología, por la Junta Nacional de Acreditación del Ministerio de la Educación Superior, suma prestigio a la calidad ganada con el esfuerzo, profesionalidad y resultados en estos lugares.
Sobre estos avances, explicaría el doctor Antonio López Gutiérrez que “No es sólo llegar, sino mantenerse”. En la estrategia futura –argumenta- está la aspiración a la excelencia en la docencia y la atención a los trabajadores. Ahora se trabaja para cumplir todos los compromisos por la jornada de homenaje Del Moncada al 50 aniversario de la Revolución y avanzar en el 2009 como saludo al Congreso del Partido Comunista de Cuba, anunciado para ese año.
En pos de las nuevas metas, el Rector del ISCM pone énfasis en la calidad del colectivo, la unidad y cohesión de profesores, trabajadores y alumnos. Es el sentimiento de quienes, formados por la Revolución, son fieles a su misión de engrandecerla y defenderla. Razones tenemos los santiagueros, cubanos y otros muchos en el mundo, para mirar con orgullo a nuestra Universidad Médica, lugar donde se cumplen los sueños de ayer y se forjan sueños nuevos que serán también realidades para bien de los cubanos y de la humanidad.
Fuente: Periódico Sierra Maestra. 5 de diciembre de 2008