Urra y Oramas: Un monólogo a dos voces

La sala de la casa, el café, las voces entrelazadas y el intercambio de experiencias. Un conjunto todo que perfectamente forma parte ya de mi pasado periodístico y que guardaré con regocijo como una de las mejores experiencias profesionales experimentada.

Dos horas –o tal vez más- bastaron para que, con ojos llenos de orgullo y modestia a la vez, comentaran, contaran y enarbolaran anécdotas que, si bien para muchos pueden no ser nuevas, en esta ocasión quisimos hacerlo diferente y hablar, en entrevista a cuatro voces, sobre ese gran proyecto que construyeron juntos y que siempre habían contado por separado: Infomed.

Son Pedro Urra González y Jehová Oramas Díaz, ideólogos, impulsores y continuadores de esa gran red que para el año 1992 supuso más que un propósito institucional, pues se convertiría en no mucho tiempo en “la red de personas e instituciones que trabajan para mejorar el acceso a la información de salud”.

Tras 25 años de constituida, y en un contexto donde cada día se piensa y reformula en aras de lograr mayores y mejores avances, “necesitamos la historia para explicarnos de dónde venimos y hacia dónde queremos ir; para comprender mejor por qué estamos donde estamos y qué nos puede impedir ir a donde queremos”, aseguró Pedro Urra en entrevista especial para el Portal de la Red de Salud de Cuba.

Según cuentan ambos fundadores, fue a inicios de 1990, después de una visita del director del Centro Nacional de información de Ciencias Médicas (CNICM) a la sede de la OPS/OMS en Washington, y a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, que se conoció un proyecto en fase betatester, que se denominaba BITNET y que se gestaba entre la Universidad de Chile y estas dos instituciones.

“La idea consistía en el envío de una estrategia de búsqueda bibliográfica generada con el sistema GratefulMed a través de un mensaje de correo electrónico a un gateway, que existía en la National Library of Medicine: se solicitaba la búsqueda bibliográfica mediante el correo electrónico y la información regresaba por la misma vía”, argumentó Oramas, quien resaltó además que “la necesidad de información fue el motor impulsor para dar inicio a la Red”.

Al decir del doctor Jeremías José Hernández Ojito, quien para el surgimiento de Infomed era el director del CNICM, “lo primero que hicimos fue darnos cuenta de que estábamos asumiendo una tarea que era extremadamente compleja y que para el sistema de salud cubana esta fue una etapa crucial e importante”.

Ya para entonces existía en el país la comprensión de que el acceso a la información en soportes electrónicos era un camino posible para garantizar la información necesaria a una masa creciente de profesionales de la salud. La participación en este proyecto internacional, así como la conexión al correo electrónico internacional a través de CENIAI en esta primera etapa fortalecieron la convicción de la necesidad de articular el desarrollo de la red de información de salud con las redes internacionales.

“Ciertamente debíamos enfrentarnos a tareas de programación y desarrollo de infraestructura, pues pretendíamos compartir los recursos informacionales que teníamos almacenados en CDs en la Biblioteca Médica Nacional, y llevarlos a todo el país. Todo se fue construyendo a partir de la idea de muchos compañeros y sobre la marcha del proceso en desarrollo”, explicó Urra.

Y así, en un contexto socio-económico complicado para el país –el llamado Periodo Especial-, se comenzó a priorizar el trabajo con los soportes electrónicos al comenzar a desarrollar una red telemática de información en salud: Infomed.

“La red recién creada, se desarrolló bajo el principio de ser, no solo consumidora, sino también generadora de información con valor agregado”, distinguió Oramas al tiempo que le venían a la mente imágenes del proceso de implementación del proyecto en las provincias del país.

 “Fue un proceso muy simpático porque en la actualidad puede pensarse fácil, pero con las condiciones de las máquinas de esos años no se esperaba que pudieran siquiera buscarse en el MEDLINE; y debíamos hacer, ante todo, un proceso de capacitación con el personal que asumiría la labor en las provincias, todo ello en condiciones difíciles; pero en cada lugar recibimos el calor humano y nos atendían lo mejor posible”, recordó Oramas.

Sin lugar a dudas y al decir de sus creadores la construcción de Infomed fue un proceso de emancipación individual y colectiva, porque se trataba de convocar a personas e instituciones para construir colectivamente la visión de una red, cuando aún no se contaba con las condiciones tecnológicas necesarias.

Como dijera Urra, resulta significativo aclarar que en diciembre de 1992 nació Infomed pero los primeros servicios por correo electrónico se iniciaron conectados con CENIAI (Centro Nacional de Intercambio Automatizado de Información) entonces suministrador de ese servicio.

“Esta primera etapa significó un paso primario de desarrollo, que aprovechó la experiencia del uso de la computación en un grupo de unidades del sistema, incluidas todas las provincias del país, y la  consolidación de recursos de información importantes como el catálogo colectivo de publicaciones seriadas en el campo de la salud”, acotó Urra y añadió que Infomed fue, y en la actualidad de alguna manera se mantiene, como lugar de encuentro entre  prestigiosos profesionales de las ciencias médicas en el país.

Y es que a juicio de Oramas y Urra, lo que distingue a la red, es su propósito de facilitar el acceso a la información para apoyar los procesos de salud. “Por lo tanto los principales esfuerzos deben dirigirse a elevar la capacidad de nuestros recursos humanos (individuales y colectivos), para obtener el máximo provecho de Infomed, y de esta manera ser mejores profesionales y personas, nuestros objetivos e indicadores deben apuntar en esa dirección”, distinguieron.

Sin ánimos de concluir una conversación que regodeó tanto los inicios de una red, como su paso por el tiempo, no era pertinente despedirse sin antes escuchar de los iniciadores de ese gran proyecto sus criterios sobre lo que es en la actualidad y los caminos hacia los que debe transitar.

“Manteniendo ese principio de participación y construcción colectiva, creo que debemos ir mucho más allá de nuestro propósito inicial que fue el de lograr que nuestro universo consulte Infomed, busque información, use el correo electrónico; en nuestro contexto debemos mantener un mayor vínculo con nuestros usuarios porque es ampliamente conocido que lo que determina el éxito del proyecto son las personas y el programa”, incluyó Oramas.

“En estos momentos, nuestro principal reto es reconocer ese carácter de construcción de la red como proceso social, que se ha desarrollado de una manera espontánea y a veces contradictoria, con avances y retrocesos, como características ineludibles para todo desarrollo. 

“Pero al mismo tiempo hay que valorar también la importancia de la visión y la importancia del reconocimiento a las personas de las instituciones y de todos los que participan en esa construcción.

“Distinguir y valorar a todos por su trabajo fue una de las principales fortalezas de la construcción de Infomed como red de salud, y de ahí que una de las oportunidades más importantes en mi vida, poder trabajar con los que formaron parte de esos inicios y que aun aportan sus conocimientos”, confirmó Urra.

Y casi en una voz, con total coincidencia de criterios, mis entrevistados resumieron que Infomed tiene el reto de continuar siendo un proyecto clave en el acceso a la información para mejorar la salud de los cubanos y de los pueblos del mundo.

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