El sistema de Identificador de Objetos Digitales (DOI, por sus siglas en inglés) se originó a finales de la década de 1990, a partir de una iniciativa conjunta de tres asociaciones comerciales de la industria editorial (International Publishers Association; International Association of Scientific, Technical and Medical Publishers; Association of American Publishers).
Consiste en una cadena de caracteres que identifica de forma unívoca un objeto digital y que es almacenado en un Directorio DOI junto con su URL. De esa forma, permite el acceso permanente a artículos y a otros objetos disponibles en la red, independientemente de su localización.
Su desarrollo y administración está cargo de la International DOI Foundation (IDF), organización sin ánimo de lucro, que sirve de cuerpo de gobernanza a una federación de agencias registradoras. Este sistema favorece la visibilidad de los artículos científicos y, con esto, potencialmente, su nivel de citación y uso al permitir más rapidez en su identificación, acceso y vinculación con otros recursos.
En el editorial del más reciente número de la Revista Cubana de Información en Ciencias de la Salud se exponen los elementos que explican por qué nuesto país no ha logrado obtener el derecho a utilizar el DOI en sus revistas científicas, a pesar de haber realizado varios trámites con ese propósito.