La hipertensión es el principal factor de riesgo modificable de algunas enfermedades graves como las enfermedades cardiovasculares (accidentes cerebrovasculares y cardiopatías isquémicas), la preeclampsia y la eclampsia (una causa muy importante de muerte en las embarazadas, así como de retraso del crecimiento fetal y mortinatos) y la enfermedad renal crónica.
A nivel mundial, más de mil millones de personas tienen hipertensión, y la prevalencia es mayor en los países de ingresos bajos y medianos.
La medición exacta de la presión arterial es esencial para detectar y tratar adecuadamente a las personas con hipertensión, un trastorno que constituye un asesino silencioso que causa pocos síntomas. La falta de acceso a dispositivos de determinación de la presión arterial exactos y asequibles constituye un obstáculo importante para una atención médica adecuada, en particular en los entornos de recursos escasos.
La medición manual está siendo reemplazada gradualmente por la medición automatizada debido a los problemas ambientales derivados del mercurio, la falta de calibración y las mediciones incorrectas de los dispositivos aneroides en la práctica clínica, así como por la exactitud uniforme superior que ofrecen los dispositivos automáticos validados. Sin embargo, con frecuencia existe cierta preocupación respecto a la exactitud de los dispositivos automatizados que no se han validado.
Este documento actualiza la orientación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre dispositivos de medición de la presión arterial. También responde a la preocupación existente por la carencia de dispositivos exactos y de buena calidad, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos mediante una consulta técnica y examen de expertos.