En marzo de 2020 existían 118 mil casos de COVID-19 en 114 países y más de 4000 muertes por esta enfermedad; en ese momento la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró como una pandemia.
Aunque los síntomas respiratorios dominan usualmente las manifestaciones clínicas de la COVID-19, la infección por el SARS-CoV-2 puede también ser responsable de la presencia de alteraciones cardiovasculares. A escala mundial ha ocurrido una disminución significativa de la búsqueda de atención médica por parte de los pacientes con padecimientos no relacionados con la COVID-19, debido a la preocupación de adquirir esta enfermedad en el medio intrahospitalario.
En aras de llamar la atención sobre la importancia de la búsqueda oportuna de asistencia médica en pacientes con síntomas cardiovasculares en tiempos de una pandemia como la COVID-19, se presenta el siguiente caso, fruto de la colaboración científico-médica entre la brigada cubana del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”, y los servicios médicos de Azerbaiyán, y el primero que trata este tema en el país.
Se trata de una mujer de 68 años de edad, color blanco de piel, jubilada, que vive sola, natural de una zona residencial de Bakú, Azerbaiyán, con antecedentes patológicos personales de diabetes mellitus tipo 2, controlada con hipoglucemiantes orales desde hace 19 años. Seis días previos al ingreso, comenzó a presentar fiebre a intervalos, inicialmente de 38 grados centígrados (°C) que cedía con antipiréticos de rutina y se acompañaba de malestar general.
La mañana siguiente continuó con fiebre de hasta 38,5 °C con buena respuesta a los antipiréticos y refiere varios episodios de “molestias” precordiales, sin irradiación, con una duración hasta de 15 minutos y alivio espontáneo. La automedición de la presión arterial en su domicilio siempre resultó normal.
En la noche el dolor precordial fue más intenso con irradiación al cuello y presencia de nauseas, y alivió con 250 mg de paracetamol después de aproximadamente 10 minutos. No presentó fiebre durante el episodio doloroso.
Vea los detalles del caso en: Pérez Fernández, G., Bayramova Rubail, L., Rzayeva, A., Hernández Carballo, J., Fonseca Gómez, C., & Betancourt Nápoles, R. (2020). Temor al contagio por COVID-19 e infarto de miocardio: Conexión potencial en tiempos de pandemia. CorSalud, 12(3), 348-354.