La pandemia por la COVID-19 golpeó a todos los países de las Américas en 2020, infectando a más de 35 millones de personas y causando unas 850.000 muertes.
A nivel mundial, la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 afectó a 216 países y territorios, causando más de 80 millones de casos y 1,7 millones de fallecimientos. Las Américas fueron el continente más afectado, en el contexto de una región con grandes desigualdades.
La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, lo llamó "el evento de salud pública más extraordinario de nuestras vidas", y dijo que el trabajo para controlar la pandemia en 2021 "no será fácil ni rápido".
En su mensaje de fin de año, Etienne reconoció la "dedicación para hacer frente a los desafíos incomparables de este año" y agradeció "a todo el personal (de la OPS), los gobiernos nacionales, las organizaciones internacionales y los ciudadanos que han ayudado a enfrentar la COVID-19" al tiempo que se continuaba avanzando por mejorar la salud y el bienestar de todos.
La OPS se centró en ayudar a los países a detectar rápidamente casos, proteger a los trabajadores de la salud, reducir la transmisión y salvar vidas, proporcionando capacitación, apoyo logístico, equipos y suministros vitales y planificación de emergencias.
Para complementar los recursos de la OPS en sus oficinas en 27 países de la región, se movilizó personal y suministros para capacitar a las autoridades nacionales de salud, apoyar los planes nacionales de emergencia y evaluar la reorganización de los servicios de salud. La OPS también difundió especificaciones técnicas para equipos de protección personal (EPP) y equipos biomédicos, y apoyó el análisis de las necesidades para cumplir con los requisitos de EPP, suministros y reactivos, y procesos avanzados de compra para generar una reserva nacional estratégica a través de donaciones a su Fondo Estratégico, un mecanismo regional de cooperación técnica para compras conjuntas de medicamentos esenciales y suministros estratégicos de salud pública.
Además, se celebraron más de 200 sesiones de formación virtual, con unos 30.000 participantes de 33 países.
El rastreo de contactos es fundamental para que las autoridades sanitarias mantengan la propagación del virus bajo control. En colaboración con la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN), la OPS capacitó a trabajadores de salud en 31 países y territorios en la aplicación Go.Data, que permite la investigación y gestión de casos sospechosos de COVID-19, la visualización de cadenas de transmisión y el seguimiento de contactos.
La comunidad científica mundial se apresuró para identificar y evaluar la eficacia de las terapias potenciales para el cuidado de las personas enfermas por la COVID-19. Para ayudar a los países a navegar por la sobreabundancia de información, la OPS revisó los hallazgos de más de 1.700 ensayos clínicos y 58 opciones terapéuticas para permitir que las autoridades de salud tomen decisiones respaldadas por evidencia para la atención a pacientes. Además, se elaboraron o adaptaron a las Américas 111 directrices técnicas y recomendaciones a partir de documentos de la OMS.
La OPS también apoyó el fortalecimiento o instalación de la capacidad de diagnóstico de laboratorio de referencia del virus SARS-CoV-2 en 35 países y territorios, y estableció una red regional de vigilancia genómica para monitorear las variantes en el virus.
"Aunque esperamos que 2021 sume un nuevo capítulo en nuestra lucha contra este virus, proteger a los millones de personas en nuestra región con vacunas COVID-19 será una gran tarea", consideró la Directora de la OPS en una reciente sesión informativa. "Por lo tanto, debemos ser pacientes y realistas de que la COVID-19 estará entre nosotros durante algún tiempo, por lo que nuestro trabajo para controlarla no puede ni debe detenerse". Personas vulnerables en las Américas "ya están recibiendo vacunas COVID-19, y se esperan millones de dosis más el próximo año. Esta línea de tiempo es sorprendente y un testimonio de la colaboración sin precedentes entre científicos, investigadores y expertos por igual".
Las asociaciones mundiales como el Mecanismo COVAX también están congregando recursos, conocimientos especializados y esfuerzos para garantizar que los países tengan el mismo acceso a vacunas COVID-19 seguras y eficaces en los mismos plazos, añadió Etienne. El Fondo Rotatorio de la OPS, a través del cual 41 países y territorios de América Latina y el Caribe unen sus recursos para adquirir vacunas, jeringas e insumos afines de alta calidad para sus poblaciones al precio más bajo, también jugará un papel importante en el proceso de adquisición de vacunas COVID-19 para la región.