Archivos Mensuales diciembre 2020

Medios de refrigeración para las vacunas contra la COVID-19 en el punto de mira

En este momento se encuentran en ensayos clínicos unos 52 candidatos vacunales contra la COVID-19. En las últimas semanas, se reveló que dos vacunas contra el coronavirus, una de Pfizer-BioNTech y otra de Moderna, han mostrado una eficacia superior al 90%.

Si las autoridades regulatorias las aprueban, hacer que las vacunas lleguen a miles de millones de personas será una tarea abrumadora.

Por ejemplo, la vacuna de Pfizer requiere, para un almacenamiento prolongado, una temperatura de -70°C, mientras que la de Moderna debe mantenerse a -20°C. Ambas pueden durar períodos más cortos en un refrigerador normal, donde las temperaturas oscilan entre 2°C y 8°C.)

En cualquiera de estos escenarios, la vacunación a escala global requerirá una enorme expansión en la capacidad de la cadena de refrigeración, o cadena de frío, como se le llama al sistema de infraestructuras que permiten que un producto se mueva desde su sitio de producción hasta su destino final mientras permanece adecuadamente refrigerado.

Ligia Noronha, directora de la División de Economía del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), expresó que la vacunación contra la COVID-19 será un punto de inflexión que determinará cómo se manejan las cadenas de frío a escala mundial durante las próximas dos décadas.

En muchos países en desarrollo, las tecnologías son escasas y los expertos creen que la demanda de una vacuna de COVID-19 podría finalmente impulsar inversiones que habían estado desatendidas durante mucho tiempo. Pero igualmente advierten en contra de las soluciones rápidas pero contaminantes.

Toby Peters, profesor de economía del frío en la Universidad de Birmingham, Reino Unido, considera que hay tres escenarios posibles, uno es que resolvamos el problema, pero de una manera económica y ambientalmente ineficiente. Otra, es hacerlo de una manera un poco más ecológica. Y otra, finalmente, es hacerlo de una manera que sea realmente duradera.

A nivel global, el lanzamiento de una vacuna contra el coronavirus necesita mucho más que simplemente expandir la actual cadena de frío. Los programas de vacunación infantil, por ejemplo, suelen llegar a unos 115 millones de lactantes al año en todo el mundo. En contraste, se estima que la vacuna de la COVID-19 debe llegar a 5 500 millones de personas para lograr una "inmunidad colectiva" mundial eficaz. Y, además, se requiere la aplicación de dos dosis por persona.

Bajo un enfoque tradicional, se consideraría el uso masivo de generadores de diésel contaminantes para alimentar refrigeradores en lugares donde el suministro de electricidad es frágil o inexistente. Esto podría traducirse en el uso de refrigerantes dañinos para el clima, como los hidrofluorocarbonos, que pueden tener un potencial de calentamiento global cientos o incluso miles de veces mayor que el dióxido de carbono.

Esta es la razón por la que muchos instan a los países a considerar el impacto ambiental de sus programas de vacunación y optar por soluciones sostenibles y duraderas.

Según Brian Holuj, oficial de gestión de programas de la Iniciativa Unidos por la Eficiencia (U4E) del PNUMA, si las prácticas adecuadas son integradas ahora, existe la posibilidad de lograr soluciones a largo plazo.

Eso significa: mejores refrigerantes, eficiencia superior, menos dependencia de generadores de diésel, y mano de obra capacitada y equipada para optimizar el sistema y dar servicio a sus componentes.

Ya se avanza en este sentido, y dado que se invertirán miles de millones de dólares en el almacenamiento y manejo de las vacunas contra la COVID-19, los expertos están explorando cómo hacer esto de forma sostenible.

Se plantea que, dada la magnitud de los requisitos de la cadena de frío para una vacuna, puede ser más productivo reutilizar los sistemas de distribución de alimentos actuales, en lugar de ampliar las redes médicas.

Y por otra parte, si se establecen cadenas de frío que luego se puedan utilizar para fines agrícolas, el impacto heredado y el beneficio sería mucho mayor para los países en general.

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El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente) fue instituido por recomendación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Humano celebrada en Estocolmo, Suecia, el 15 de diciembre de 1972 y es la autoridad ambiental líder en el mundo, encargada de establecer la agenda ambiental a nivel global, promover la implementación coherente de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible y actuar como un defensor autorizado del medio ambiente. Con sede en Nairobi, Kenia, es el primer organismo del sistema de la ONU que ha establecido su sede en un país en desarrollo.

Vea también:

Noticias ONU. Ningún sistema sanitario está preparado para almacenar y transportar dos de las vacunas contra el COVID-19

Intervención del Ministro de Salud Pública en la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre los aportes de la ciencia en el enfrentamiento a la COVID-19

Estimado General de Ejército Raúl Castro Ruz. Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba;
Estimado Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Presidente de la República;
Estimado Esteban Lazo Hernández. Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado;
Estimadas diputadas y diputados;

Invitados:

¿Cómo responde la ciencia al desafío de un virus silencioso y una pandemia en plena aceleración? ¿Cómo logra la ciencia ser ágil, efectiva, humana, en medio de una crisis sanitaria sin precedentes?

Eran estas algunas de las interrogantes que la comunidad global de científicos comenzaba a plantearse diez meses atrás, y cuyas respuestas fueron haciéndose más necesarias, a medida que los contagios y muertes a consecuencia del SARS-CoV-2 aumentaban en cada uno de los países del mundo.

También se preguntaron nuestros científicos, médicos, investigadores, qué hacer y cuál era la respuesta necesaria ante la epidemia.

Vale remitirnos entonces a las palabras que en ocasión del IV Aniversario del ataque al Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1961, nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, expresara: “La ciencia al servicio del hombre, la ciencia al servicio de la justicia, ha desarrollado fuerzas mucho más poderosas que las que ha desarrollado la ciencia al servicio de la explotación…”.

La batalla librada por los cubanos contra la COVID-19 y la labor incansable de los profesionales de la salud, científicos de disímiles disciplinas, expertos, y estudiantes, así como representantes de muchos otros organismos, ratifica aquellas premisas planteadas por Fidel.

La respuesta que buscábamos ante la incertidumbre de este nuevo virus, estaba allí, en cuánto potencial tiene la ciencia revolucionaria cubana para cuidar lo más preciado y que constituye su propósito fundamental: la vida de los seres humanos.

Estimadas compañeras y compañeros:

Cuando una parte del mundo escuchaba incrédulo las noticias sobre un conglomerado de casos de neumonía atípica, que se extendía a varias regiones del mundo, Cuba preparaba aceleradamente su Plan Nacional de Enfrentamiento al nuevo coronavirus, el que fue perfeccionado a partir de las indicaciones dadas por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

El Plan incluía acciones intersectoriales, con la integración de todos los organismos y organizaciones, así como una participación activa del pueblo, en especial de nuestros jóvenes.

Fue concebido y desarrollado un intenso proceso de capacitación al personal sanitario y a trabajadores de otros sectores, se organizó la actividad asistencial y fue asegurada la logística necesaria para cada etapa aprobada.

Justo como parte de la preparación del país ante la inminente entrada del virus al territorio nacional, el 12 de febrero de 2020, se constituyó el Grupo de Ciencia para el enfrentamiento a la COVID-19, con un Comité de Innovación, como brazo ejecutor de las tareas del grupo y un Observatorio de Ciencia. 

Al interior de este Grupo de Ciencia, se organizó el trabajo de tal forma que los resultados permitieran dar respuestas oportunas a la problemática sanitaria. Para ello, fue diseñado el protocolo de actuación con sus escenarios y se comenzó un amplio Programa de investigación e innovaciones, en correspondencia con la evolución de la situación epidémica en el país.

Estimadas Diputadas, Diputados e Invitados:

La COVID- 19 no es un evento aislado. Es consecuencia de fenómenos globales subyacentes. Entre ellos, el deterioro del medio ambiente, la explosión demográfica, el acelerado envejecimiento demográfico y un patrón de consumo insostenible a nivel global.

Estos y otros factores, allanaron el camino que condujo al mundo a una nueva pandemia, pronosticada además desde hacía décadas.

No podría decirse a ciencia cierta si en este tiempo, la devastadora experiencia de la COVID-19 le ha bastado a la humanidad para aprender que somos tan dependientes unos de otros, como vulnerables. Pero sí ha evidenciado la urgencia de acortar las brechas de desigualdad existentes en todos los órdenes. Una de ellas, esencial, lograr que la salud universal sea realidad y no una quimera.

A casi un año de enfrentamiento a la pandemia, al cierre del 13 de diciembre de 2020, los infectados a nivel global ascendían a 70 millones 958 mil 48 y los fallecidos sumaban la abrumadora cifra de un millón 605 mil 595 personas. Las personas recuperadas alcanzaba solo el 67 % de los contagiados y la letalidad a nivel mundial era de 2.26%.

En la región de las Américas, epicentro de la pandemia, el número de contagios se situaba en los 30 millones 636 mil 740 confirmados, lo que representa el 43.1% del total de casos a nivel internacional. Habían fallecido en nuestra región un total de 782 mil 987 personas para una letalidad de 2.56%.

Al finalizar la segunda semana de diciembre, el mundo sumaba 9 mil 389 casos por millón de habitantes, mientras que en países como Estados Unidos y Brasil esta proporción alcanzaba los 51 mil 050 y 32 mil 495 casos, respectivamente. Por su parte, los fallecidos por millón de habitantes a nivel global reflejaban una mayor disparidad, con un promedio global de casos de 208.8. Para Estados Unidos y Brasil esa cifra ascendía a 928 y 853 respectivamente.

Tales indicadores ratifican lo vulnerables y susceptibles de enfermar que somos todos, ante un virus que no toma en cuenta niveles de desarrollo, culturas, sexo, edad, color de la piel, ni condición social alguna.

Por su parte, Cuba, hasta este 15 de diciembre mantiene un nivel bajo de estos indicadores, con 838 casos y 12 fallecidos por millón de habitantes, a pesar de ser un pequeño país en desarrollo, con limitados recursos y bajo los efectos del bloqueo que el Gobierno de los Estados Unidos impone a la nación hace ya casi 60 años. Las consecuencias de este cerco económico, comercial y financiero, se han hecho notar mucho más en medio de la pandemia y han tenido un marcado impacto sobre el sistema sanitario.

No obstante, Cuba ha logrado resultados favorables en el enfrentamiento a la COVID-19. Estos han sido posibles gracias a la voluntad política del Estado y gobierno cubanos, y a la gigantesca obra que nuestra Revolución, en la construcción de una sociedad socialista, ha desarrollado en el campo de la educación, la salud y la ciencia, al colocar al ser humano como primera prioridad.

La contención de la pandemia en el territorio nacional, ha estado sustentada, entre otras premisas, en la atención diferenciada a grupos de riesgo, la búsqueda activa de casos, el aislamiento oportuno y el acceso a medicamentos novedosos producidos por nuestra Industria Farmacéutica y Biotecnológica.

Estas acciones se desarrollan por personal preparado, sin costo alguno para nuestros ciudadanos, y con la participación activa de la comunidad, lo cual demuestra las garantías de contar con políticas públicas coherentes con las necesidades sociales de la población.

Como se ha explicado con anterioridad en esta propia Asamblea, el modelo de gestión concebido para el control de la COVID-19 cuenta con tres componentes fundamentales: epidemiológico – asistencial y científico. Dicha estrategia se sustenta además en un riguroso sistema de información estadística, en la voluntad política de nuestro gobierno, y en el acompañamiento de las organizaciones políticas y de masas, así como de todo nuestro pueblo.

Su implementación facilita la inmediatez en la toma de decisiones estratégicas en cada uno de los escenarios epidemiológicos. Vale resaltar que en la concepción de este modelo de gestión para el control del nuevo coronavirus, están incluidos los productos de BioCubaFarma, con el objetivo de garantizar la soberanía tecnológica, mediante el desarrollo, introducción, sustitución y producción de medicamentos, equipos y dispositivos médicos.

Como parte del trabajo integral asumido para el enfrentamiento a la COVID-19, en esta etapa se ha potenciado y desarrollado las capacidades diagnósticas en varias provincias y municipios del país.

De alrededor de 100 pruebas diarias realizadas en los primeros días de combate a la epidemia, hoy sobrepasan las 10 mil para diagnosticar la enfermedad. Actualmente se dispone de 17 laboratorios, en seis provincias que abarcan todas las regiones del país, con lo cual se amplía la capacidad a más de 15 mil exámenes de PCR, y con posibilidades de llegar a 20 mil antes de finalizar el año. 

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El despliegue de equipamiento, así como los protocolos aprobados para el diagnóstico de los pacientes, han optimizado la tecnología instalada, a la vez que contribuyen a continuar impulsando el desarrollo en Cuba de la microbiología y virología, para el estudio de otras enfermedades transmisibles y crónicas no transmisibles.

En todo este período, ha constituido una prioridad la vigilancia de la enfermedad mediante la pesquisa activa a toda la población, la implementación de la autopesquisa y el seguimiento a las infecciones respiratorias en servicios de salud y otras instituciones.

La autopesquisa de salud, mediante el uso de una aplicación móvil, ha contribuido a la gestión epidemiológica, y se prevé ampliar su utilización para el control y prevención de otras enfermedades.

En tanto, la pesquisa activa desarrollada por los trabajadores de la salud de la Atención Primaria, ha contribuido de manera decisiva en la identificación de casos.

Fruto de todo este trabajo, al cierre del 13 de diciembre, el país acumulaba un millón 261 mil 754 pruebas diagnósticas. A partir de las mismas, se habían confirmado 9 mil 492 contagios, para un 0.75% de positividad. Alentador resulta el comportamiento de la variable relativa a los pacientes recuperados, los que suman 8 mil 484, para el 89.38% de todas las personas confirmadas con el nuevo coronavirus.

De total de pacientes confirmados en esta etapa, requirieron cuidados intensivos 353 para el 3.7%, cifra que ha ido descendiendo progresivamente en los últimos meses. De ellos el 1,3% estuvieron reportados de críticos y se acumulan 137 fallecidos para el 1.44% de letalidad. Lamentamos profundamente cada una de estas muertes y transmitimos a los familiares y amigos nuestras condolencias.

Sin dudas, los logros en el control exitoso de la epidemia que el país acumula hoy, son el resultado integral de la labor de muchas personas e instituciones, sobre la base del desarrollo alcanzado por la salud pública cubana y otros decisivos sectores, con profesionales y técnicos competentes, una infraestructura nacional implementada a todos los niveles y un entramado social preparado para enfrentar fenómenos de este tipo.

Diputadas y diputados:

No es fortuito que nuestro país encontrase las mejores respuestas a la epidemia, a través de la actividad científica e innovadora.

El estilo de trabajo asumido por científicos y expertos, en esta compleja tarea, se ha basado en la integralidad de las acciones, la multisectorialidad y la transdisciplinariedad de los participantes. La superposición de etapas, ha permitido adelantar los resultados, con vistas a introducirlos en la práctica.

El rol desempeñado por la ciencia cubana ante la COVID-19, tuvo como premisa colocar los conocimientos y evidencias científicas en apoyo a la toma de decisiones del Gobierno y del Sistema Nacional de Salud; la introducción de productos innovadores, así como proporcionarle una base científica al  protocolo cubano de enfrentamiento a la COVID-19.

Para ello, ha sido determinante la inversión que durante los últimos 60 años el país ha desarrollado en el sector de la salud, la educación y la ciencia, lo cual nos permitió contar con múltiples potencialidades a utilizar ante la situación sanitaria.

Sin dudas, ha sido una inspiración permanente el pensamiento estratégico del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz sobre la ciencia y la salud, quien concibió la red de instituciones y servicios de salud, acompañada de institutos de investigación; la creación del Polo Científico, con la puesta en marcha de instituciones de ciencia del más alto nivel, así como la apertura de Universidades en todo el país.

Los científicos cubanos han trabajado bajo la premisa de pensar como país y actuar en consecuencia, rompiendo trabas innecesarias, sumando a todo el que tiene algo que decir y hacer, para así ejecutar, en tiempo récord, las tareas aprobadas.

El trabajo colectivo ha propiciado un provechoso intercambio de ideas. Así, las tareas desarrolladas pueden resumirse en dos grandes campos: el desarrollo de nuevos productos; protocolos; estrategias epidemiológicas y sanitarias, así como la incorporación de nuevas formas de diseminación de la información.

Han tenido una destacada participación las instituciones del Ministerio de Salud Pública, los Centros de Investigación y Producción de BioCubaFarma, las Universidades, en especial la Universidad de La Habana, los Centros de Investigación del Ministerio de Educación Superior, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior. De igual forma, se han vinculado estrechamente académicos de la Academia de Ciencias de Cuba, investigadores del Ministerio de Educación, el Ministerio de Industrias, trabajadores por cuenta propia, entre muchos otros profesionales.

La investigación y la innovación para el enfrentamiento a la COVID-19 ha abarcado, entre otros, los algoritmos diagnósticos, las herramientas epidemiológicas, incluida la informática; los modelos pronósticos; el estudio del virus; el abordaje a grupos vulnerables; el protocolo de actuación; el desarrollo de nuevos medicamentos, equipos y dispositivos médicos y el manejo sociopsicológico de enfermos, familiares y trabajadores de la salud.

Estimadas compañeras y compañeros:

Como fruto de la intensa actividad de la ciencia hoy suman 869 los proyectos de investigación e innovación, de los cuales 189 son de carácter nacional. Se desarrollan o planifican un total de 24 ensayos clínicos, de ellos 16 en ejecución y dos concluidos. Se han otorgado 10 autorizaciones por la Agencia Reguladora Nacional, 4 de ellas para Uso de Emergencias, y seis registros de nuevos medicamentos y productos de la Biotecnología para el uso en la COVID-19. Suman 35 las innovaciones y se han puesto en marcha 100 productos comunicacionales.

Es válido resaltar que las ocho Intervenciones Complejas de Salud han determinado una atención diferenciada a personas de riesgo. Mención especial merecen las realizadas en el Hogar de Ancianos Nº.3 de Santa Clara, en el Centro de Protección Social del Cotorro y la desplegada en el Municipio de Ciego de Ávila.

Como expresión concreta del valor que la máxima dirección del país ha otorgado a la ciencia al frente de la estrategia de control de la epidemia, los científicos han tenido el privilegio de intercambiar en 38 ocasiones con el Presidente de la República y el Primer Ministro, para brindarles información detallada del curso de los resultados de sus estudios e innovaciones.

Para alcanzar tales resultados en tan corto período de tiempo, ha sido fundamental integrar en un mismo equipo de trabajo a los representantes del Sistema Nacional de Salud, la Autoridad Reguladora Nacional y la Industria, lo cual ha permitido acelerar la búsqueda de soluciones, acortar los plazos de los procedimientos, y mantener el estricto cumplimiento de los requisitos que garanticen la máxima seguridad a los pacientes.

En ese sentido, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) como Autoridad Reguladora Nacional, junto al Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC), adoptaron mecanismos acelerados para la aprobación de los estudios a ejecutar relacionados, sin que con ello se descuidara el rigor de las acciones regulatorias y de la ética en las investigaciones.

Entre los principales resultados obtenidos destacan las investigaciones realizadas por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), centro que además ha liderado los procesos de capacitación a nivel nacional.

Son relevantes los estudios básicos y básicos-aplicados, relacionados con el diagnóstico molecular de la COVID-19; los avances en la caracterización molecular del SARS-CoV-2 y el análisis filogenético del virus, entre otros. Esta última investigación permitió detectar cinco mutaciones en el coronavirus, de ellas, una no reportada con anterioridad.

Los estudios de pacientes con PCR positivos persistentes, así como los relacionados con la carga viral, han aportado conocimiento del virus y a la vez han servido de base a otras investigaciones, como la relacionada con el estudio del virus por microscopía electrónica.

En esta misma línea, se desarrollan estudios para el aislamiento del virus a partir de muestras de exudados nasofaríngeos y necropsias procedentes de pacientes confirmados con la COVID-19. Todas ellas han servido de conocimiento para estudios clínicos.

Otras investigaciones inmunológicas, genéticas y epigenéticas en COVID-19, han permitido llegar a un marcador temprano que predice gravedad en estos enfermos. Se ha estudiado, también, la epidemiología de la infección asintomática, entre otros elementos.

Por otra parte, las investigaciones epidemiológicas y los modelos matemáticos, han contribuido a la toma de decisiones en los distintos escenarios. Los gráficos de tendencias ratifican que la pandemia en nuestro país ha estado controlada durante todo el tiempo transcurrido hasta hoy.

El desarrollo de otros modelos matemáticos, apoyados en inteligencia artificial, ha permitido comparar el comportamiento de la pandemia en Cuba y el mundo, como es el caso de la plataforma COVID19CubaData, diseñada para la estandarización y visualización de los datos.

Esencial ha sido el empleo de los Sistemas de Información Geográfica para identificar grupos vulnerables, con incidencia en la estratificación de intervenciones poblacionales. El impacto de estas acciones, ha sido evaluado permanentemente desde el análisis clínico-epidemiológico.

El uso de técnicas de Big Data para la identificación de patrones de movilidad a partir de la telefonía celular, unido a otras herramientas, ha ayudado también a la búsqueda de casos. En otro orden, los estudios sobre la estimación en tiempo real del número probable de casos nuevos, a partir de un caso positivo, han sido utilizados en los análisis epidemiológicos a nivel de las comunidades.

Otras herramientas informáticas diseñadas y empleadas de manera generalizada en el país, como la plataforma Andariego para la geolocalización de casos y las plataformas digitales para el trabajo del control sanitario internacional, han servido de ayuda a la gestión epidemiológica.

Investigaciones relacionadas con las características socio demográficas de la población cubana ante el SARS-CoV-2, han permitido caracterizar la población confirmada, con un estudio de este corte, ya culminado en varios municipios de La Habana.

La investigación de factores de riesgo genético, asociado a la severidad clínica de las personas confirmadas con COVID-19 en Cuba y sus familiares, ha permitido una amplia caracterización clínico-epidemiológica de pacientes cubanos, mientras que los estudios genéticos e inmunológicos, han sido cruciales para entender la dinámica de la enfermedad.

Varios estudios han estado dirigidos a evaluar nuevas moléculas, entre ellos, la investigación con CIGB 325, cuyos primeros resultados demuestran efecto antiviral, comparable con otros compuestos antivirales como la Ribavirina. Otro de estos candidatos es el CIGB 2020, producto en ensayo clínico, que muestra hasta la fecha resultados prometedores como medicamento inmunomodulador.

Un aporte significativo del colectivo multidisciplinario ha sido la conformación del Protocolo Cubano de Actuación para el Enfrentamiento a la COVID-19, de carácter nacional. El mismo cuenta con una total adherencia por parte de los especialistas del Sistema Nacional de Salud y rige la actuación médico-epidemiológica a seguir.

Este protocolo se mantiene en continuo perfeccionamiento, con una quinta versión en ejecución. Cuenta con tres escenarios de actuación: la atención a grupos vulnerables, mediante la aplicación de medidas preventivas, el tratamiento a pacientes y el seguimiento a los convalecientes.

Es un protocolo auténticamente cubano, donde el 85% de los productos que se usan son producidos por BioCubaFarma.

Numerosas investigaciones asociadas a este protocolo lo dotan de un sustento científico, pues sus resultados retroalimentan a los expertos clínicos y pediatras, entre otros especialistas que intervienen en su ejecución.

De los estudios desarrollados, resaltan aquellos asociados al comportamiento de la enfermedad en las edades pediátricas, donde no se reportan fallecidos en pacientes diagnosticados, ni infecciones asociadas a los cuidados de salud.

Al respecto, el uso compasivo del péptido Jusvinza en pacientes pediátricos graves, ha mostrado resultados muy favorables.

El manejo clínico de gestantes, incluido de manera particular en el protocolo, ha demostrado resultados muy satisfactorios que han posibilitado que no se tenga que lamentar la muerte de ninguna embarazada en Cuba debido al nuevo coronavirus.

El empleo de tecnologías sanitarias invasivas, no ha generado hasta la fecha contagios en el personal de salud que labora en zona roja.

Otra investigación con resultados satisfactorios es el tratamiento con plasma de convalecientes en pacientes de cuidado y graves no ventilados, cuyo empleo favoreció la mejoría progresiva de la hipoxemia y evitó el síndrome de dificultad respiratoria aguda. Por otra parte, el uso de la Ozonoterapia como parte del Protocolo, ha permitido desarrollar ensayos clínicos e intervenciones de salud con este producto, como antioxidante, inmunomodulador y anti-inflamatorio.

Se han desarrollado además investigaciones en el campo de los medios diagnósticos. Entre otras resaltan los estudios radiológicos con el perfeccionamiento del uso del Rx-Tórax para la COVID-19, que aporta imágenes y datos clínicos de los pacientes, como base para el desarrollo de diagnosticadores por Inteligencia Artificial.

De igual forma, el protocolo de atención a los convalecientes tiene implementado un grupo de investigaciones para el seguimiento, la prevención y el tratamiento de secuelas, entre ellas las relativas a daños renales y neurológicos ocasionados por la COVID-19.

Los estudios sobre el daño pulmonar que la COVID-19 deja a pacientes convalecientes, han avanzado considerablemente. El ensayo clínico del tratamiento de las lesiones pulmonares con células madre autólogas, refleja la asociación de ésta secuela con la gravedad de la enfermedad.

Esta terapia ha sido efectiva y segura. También ha permitido la introducción de la aplicación de un software automatizado para la cuantificación de lesiones pulmonares en la Tomografía Axial Computarizada.

Compañeras y compañeros:

El programa de investigaciones conjuntas MINSAP-BioCubaFarma, tiene como propósito el desarrollo y evaluación clínica de medicamentos innovadores, para la prevención y tratamiento de la COVID-19. Se sustenta en el reposicionamiento de productos registrados o en fase de desarrollo clínico, así como el desarrollo de vacunas específicas a partir de la explotación de las plataformas tecnológicas existentes.

La carpeta de productos COVID–19 de la Industria Biotecnológica cubana, en diferentes fases de desarrollo, sobrepasa la cifra de 30, incluidos productos anti–virales, potenciadores del sistema inmune, anti–inflamatorios, vacunas preventivas, diagnosticadores y equipos médicos.

Debemos resaltar que los productos de la biotecnología cubana de mayor impacto en el enfrentamiento a la COVID-19 han sido el Nasalferón, la Biomodulina T, los Interferones, así como los medicamentos innovadores Jusvinza e Itolizumab.

Además, entre los resultados de mayor impacto obtenidos de la investigación- desarrollo de productos, destacan en primer lugar los cuatro candidatos vacunales, que ya se encuentran en fase de ensayo clínico, lo cual sitúa a Cuba en el primer país de América Latina en obtener tal resultado, así como en el selecto grupo de 47 países que trabajan hasta hoy en la obtención de una vacuna preventiva efectiva contra el virus SARS-CoV-2.

Dos de estos candidatos vacunales son desarrollados por el Instituto Finlay de Vacunas. El Soberana 01 cuenta actualmente con dos ensayos clínicos Fase I, que concluirán antes de que termine el año. Por su parte, el candidato Soberana 02 cuenta con un ensayo clínico Fase I, en ejecución. Los otros dos candidatos vacunales son desarrollados por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, los que iniciaron la inclusión de pacientes para la Fase I en este mes de diciembre.

El uso de los interferones para el control de la viremia en las etapas tempranas de la enfermedad, ha sido efectivo para el tratamiento de casos sospechosos y enfermos leves.

Entre otros hallazgos, se comprobó que el tratamiento con Heberferón acorta el tiempo de evolución de la enfermedad y una disminución del número de pacientes que desarrollan síntomas severos de la misma.

Jusvinza es el primer medicamento innovador cubano basado en síntesis de péptido. Tras su uso en pacientes graves y críticos de COVID-19, la tasa global de recuperación está por encima del 85%, estadística superior a la reportada internacionalmente.

El Itolizumab es un anticuerpo monoclonal. Por su efecto en la reducción de las citocinas pro-inflamatorias, se propuso su evaluación como parte del tratamiento a pacientes graves y críticos. La supervivencia en pacientes graves y moderados de alto riesgo con el uso de este medicamento ha alcanzado el 85 %.

La aplicación de estos dos medicamentos, ambos con la autorización de uso de emergencia por el CECMED, posibilitó que los pacientes tratados con el Jusvinza y el Itolizumab hayan tenido una supervivencia general que supera el 85 %.

A estas innovaciones aprobadas e introducidas en el protocolo de atención, se suma la experticia de los profesionales y técnicos, que ha permitido que en las unidades de cuidados intensivos solo ingresen el 3.7% de los pacientes, con un muy bajo porciento de críticos, cifras muy inferiores a las reportadas a nivel global.

Un elemento distintivo del enfrentamiento a la enfermedad por COVID-19 ha sido la labor de prevención, que abarca entre otros elementos, el uso de medicamentos preventivos en grupos de riesgo. Entre estos se encuentran el Nasalferón y la Biomodulina T.

La administración del Nasalferón ha contribuido a que el 99.2% del personal expuesto a riesgo profesional no haya enfermado, fundamentalmente los trabajadores que laboran en zona roja, así como los integrantes de la Brigadas Henry Reeve.

La aplicación en grupos vulnerables de la Biomodulina T es una de las grandes contribuciones realizadas en esta etapa, en especial, en la protección a adultos mayores. Más de 12 mil personas mayores de 60 años fueron incorporadas en esta intervención, lo cual repercutió en la disminución de las afecciones respiratorias en este grupo etario y ha incidido en la reducción de un 15% de la mortalidad por esta causa, en comparación con el mismo periodo del año 2019.

La innovación ha tenido una labor priorizada en esta etapa. Varios centros de BioCubaFarma y del Ministerio de Industrias, así como universidades, han trabajado en el desarrollo de equipos y dispositivos médicos.

De ahí que el país ya cuenta con un ventilador pulmonar propio para ser utilizado en la recuperación post anestesia y se comenzará su evaluación para uso en los servicios de urgencia. Esta innovación libera ventiladores de altas prestaciones para su uso en Unidades de Cuidados Intensivos.

Se encuentran en investigación y desarrollo otros tres ventiladores, dos de ellos de emergencia y uno de altas prestaciones, cuyos primeros prototipos estarán listos a inicios del 2021.

Como resultado del trabajo integrado entre varias instituciones se han desarrollado otros insumos para las pruebas diagnósticas, como el hisopo y el medio de transporte, necesarios para la toma de muestras, así como medios de protección para garantizar los protocolos de bioseguridad.

En ese sentido, se produce y distribuye actualmente un juego de reactivos para la extracción y concentración de ARN basado en nano partículas magnéticas, con autorización otorgada de Uso de Emergencia por el CECMED. Este kit es de producción totalmente nacional y podrá ser extendido en el futuro a otros diagnósticos.  Se trabaja además en la investigación desarrollo de un Tomógrafo de Impedancia Eléctrica Torácico, para evaluar los cambios dinámicos en las regiones del pulmón.

También han sido producidos otros kits diagnósticos utilizando la tecnología SUMA, para determinación de IgM, IgG y anticuerpos totales en sangre. La realización de estudios epidemiológicos a partir del uso de estos diagnosticadores permitirá evaluar el grado de exposición que han tenido determinadas regiones o poblaciones a la infección y tomar las acciones médico-epidemiológicas necesarias en correspondencia.

No podemos dejar de mencionar en este breve recuento, la contribución de las ciencias sociales, la psicología y la psiquiatría ante la problemática de salud presentada y otros fenómenos asociados a la pandemia de la COVID-19.

Dicha labor ha incluido a cientos de profesionales, de varias disciplinas, organismos e instituciones. En dicha área, se cuenta con alrededor de 100 estudios e investigaciones, lo que ha contribuido a mejorar la salud mental, la prevención de secuelas y el mayor entendimiento de la enfermedad, así como la adopción del nuevo código y estilos de vida.

También ha resultado determinante el acompañamiento de psicólogos al personal en zona roja para su mejor desempeño. Los resultados en esta área han trascendido nuestra frontera, ejecutándose varias intervenciones preventivas y terapéuticas para profesionales cubanos que hoy cumplen misiones internacionalistas.

Los integrantes de las 53 brigadas médicas que han apoyado el combate a la enfermedad en 39 países y territorios, han sido beneficiados por productos inmunomoduladores y la ayuda psicológica.

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El protocolo cubano de actuación ha sido socializado con las brigadas cubanas que laboran hoy en 58 naciones, cumpliendo el deber internacionalista de ayudar a quien lo necesite. Varios medicamentos para uso en pacientes graves se han garantizado como parte del paquete tecnológico enviado a nuestros colaboradores.

Igualmente, han sido muy valiosas las experiencias aportadas por los integrantes de las Brigadas Henry Reeve, las que se incorporaron a los protocolos de actuación, especialmente en los temas relacionados con las modalidades ventilatorias, la organización de las terapias intensivas, entre otros elementos.

En estos meses de trabajo, la intensa actividad desarrollada por científicos, expertos y profesionales de la salud ha podido ser compartida también con otros expertos del mundo en un importante número de actividades virtuales, como foro debates, cumbres mundiales y eventos científicos, lo que supera la cifra de 100 intercambios.

Se ha trabajado en la visibilidad de la actividad científica e innovadora del país, así como en la divulgación de los principales resultados relacionados con la lucha contra la COVID-19. Al cierre del mes de noviembre sumaban 494 publicaciones cubanas, 86 de ellas en revistas internacionales de impacto.

En estos casi diez meses de epidemia, se acumulan un enorme caudal de lecciones aprendidas, como la concepción de una forma superior de gestión de la investigación y la innovación; el papel determinante de la Atención Primaria de Salud y la proyección intersectorial, el impacto del reordenamiento e incremento de las capacidades en los servicios de salud; el rol del Sistema de Vigilancia epidemiológica; el valor de los protocolos de control y seguimiento de casos confirmados y sospechosos; la importancia estratégica de la preparación de los recursos humanos y de un Programa de Comunicación; así como el uso del productos de la Biotecnología cubana, entre muchas otras experiencias.

A pesar de los resultados expuestos, no estamos satisfechos con lo logrado. Quedan aún muchas reservas que trabajar para seguir mejorando los indicadores relacionados con el enfrentamiento a la COVID-19.

Para lograrlo, se requiere del concurso de todos. Es por ello que queremos aprovechar la ocasión que nos brinda la Asamblea, para hacer un llamado a nuestro pueblo a no relajar medidas y confiarnos, y sí a mantener los comportamientos responsables asumidos durante las etapas anteriores.

Consolidar los indicadores que nos han permitido transitar hacia la nueva normalidad, incorporando el nuevo código y estilos de vida, requiere del esfuerzo conjunto y disciplinado del pueblo, las instituciones y la ciencia cubana junto a nuestro gobierno.

Estimadas compañeras y compañeros:

El aporte de la ciencia y la innovación no termina aquí. Se continuará avanzando en la batalla contra la pandemia y el pensamiento científico cubano es la principal guía.

Las prioridades de la ciencia en esta nueva etapa estarán centradas en el desarrollo de los candidatos vacunales, continuar incrementando la capacidad de diagnóstico, mejorar la predicción de la dinámica de la enfermedad mediante modelos, las intervenciones estratificadas de la población general a grupos vulnerables y en particular la actualización del Protocolo de Actuación en su Versión 1.6.

Cuba cuenta con todas las garantías para el enfrentamiento a esta Pandemia, con indicadores sociales y sanitarios a nivel de los países del primer mundo, recursos humanos altamente especializados, un sistema de salud y de ciencia e innovación tecnológica robustos y una industria biotecnológica y farmacéutica prestigiosa que se fortalece con la investigación- desarrollo de otras entidades y organismos.

Todo ello, a pesar del injusto, cruel e inhumano bloqueo que el gobierno de los Estados Unidos de América ha impuesto a nuestro pueblo durante casi seis décadas, y cuyo impacto ha sido más significativo en medio de la crisis, como resultado del recrudecimiento de medidas y sanciones hacia la Isla.

Al presentar este informe a la Asamblea Nacional del Poder Popular, es imprescindible reconocer a los hombres y mujeres de ciencia, a los miles de estudiantes que hoy encaminan sus pasos y estudios hacia esta trinchera, y a todos los profesionales que han estado durante nueve meses en combate permanente por preservar la salud de nuestro pueblo.

Nos acompañan, en nombre de todos ellos, un grupo de destacados profesionales de la salud, científicos, y expertos, que han tenido una participación relevante en el enfrentamiento a la COVID-19.

Se abrirán nuevos frentes, sobre la base de la certeza de que el mundo no será igual en la etapa pos pandemia.

Ratificamos el compromiso de todos los científicos y expertos cubanos y de los profesionales de la salud de serle fieles a Fidel, a Raúl y nuestra Revolución y destacamos las palabras expresadas por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el 31 período virtual extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en respuesta a la COVID-19:

En las actuales condiciones, urge el establecimiento de un orden internacional justo, democrático y equitativo. Es una condición para la supervivencia de la especie en un mundo cada vez más interconectado y paradójicamente desigual. La COVID-19 ha puesto al desnudo el costo humano de esa desigualdad y develado la urgente necesidad de fortalecer los sistemas nacionales de salud, propiciar el acceso universal y gratuito a los servicios médicos básicos y garantizar la distribución equitativa de recursos vitales.

Cuba tiene el más valioso potencial posible para seguir saliendo exitosa de la batalla contra este virus: el valor de la inteligencia de su gente. Con ello, y el apoyo de todo nuestro pueblo, contaremos siempre.

Muchas gracias

Con información del Minsap.

Nota informativa sobre la COVID-19 en Cuba: 16 de diciembre

Al cierre del día de ayer, 15 de diciembre, Cuba reportó 83 nuevos casos de COVID-19, ningún fallecido y 66 altas médicas, de acuerdo con la información ofrecida por el Ministerio de Salud Pública (Minsap) en su parte habitual.

La autoridad sanitaria cubana informó que se encuentran ingresados en hospitales para vigilancia clínica epidemiológica 3 mil 502 pacientes, sospechosos 850, en vigilancia mil 778 y confirmados 874.

Para COVID-19 se estudiaron 10 mil 869 muestras, resultando 83 positivas. El país acumula un millón 283 mil 188 muestras realizadas y 9 mil 671 positivas (0,75%).

De los 83 casos diagnosticados:

– 82 son cubanos y uno extranjero.
– 33 fueron contactos de casos confirmados.
– 48 tienen fuente de infección en el extranjero.
– Dos no tienen fuente de infección precisada.
– El 74,6% (62) se encontraba asintomático.

De los 9 mil 671 pacientes diagnosticados con la enfermedad, se mantienen ingresados confirmados 874 (9,0%), de ellos 865 (98,9%) con evolución clínica estable. Hasta el momento se reportan 137 fallecidos (ninguno en el día), dos evacuados, y 8 mil 658 pacientes recuperados (89,5%) con 66 altas del día. Se reportan nueve pacientes en cuidados intensivos, tres críticos y seis graves.

Residencia por provincia y municipio de los 83 casos confirmados:

Pinar del Río (4 casos, 2 importados)

  • Sandino: 1 caso
  • Mantua: 1 caso (importado)
  • San Luis: 1 caso
  • Pinar del Río: 1 caso (importado)

La Habana (30 casos, 19 importados)

  • Diez de Octubre: 2 casos (2 importados)
  • San Miguel del Padrón: 1 caso
  • Habana del Este: 2 casos (1 importado)
  • Cotorro: 1 caso
  • Playa: 15 casos (10 importados)
  • Boyeros: 2 casos
  • Centro Habana: 1 caso (importado)
  • La Lisa: 2 casos (2 importados)
  • Plaza de la Revolución: 1 caso (importado)
  • Marianao: 1 caso (importado)
  • Guanabacoa: 2 casos (1 importado)

Mayabeque (6 casos, 4 importados)

  • San Nicolás de Bari: 1 caso (importado)
  • Bejucal: 2 casos (1 importado)
  • San José de Las Lajas: 1 caso
  • Batabanó: 2 casos (2 importados)

Matanzas (1 caso importado)

  • Cárdenas: 1 caso (importado)

Cienfuegos (2 casos importados)

  • Rodas: 1 caso (importado)
  • Cienfuegos: 1 caso (importado)

Villa Clara (12 casos, 3 importados)

  • Remedios: 1 caso (importado)
  • Camajuaní: 1 caso
  • Placetas: 7 casos
  • Santa Clara: 1 caso
  • Sagua la Grande: 1 caso (importado)
  • Manicaragua: 1 caso (importado)

Camagüey (3 casos importados)

  • Camagüey: 1 caso (importado)
  • Vertientes: 2 casos (2 importados)

Las Tunas (1 caso importado)

  • Las Tunas: 1 caso (importado)

Granma (14 casos, 8 importados)

  • Bartolomé Maso: 1 caso (importado)
  • Manzanillo: 7 casos (3 importados)
  • Guisa: 2 casos (1 importado)
  • Buey Arriba: 1 caso (importado)
  • Bayamo: 2 casos (1 importado)
  • Jiguaní: 1 caso (importado)

Holguín (1 caso importado)

  • Banes: 1 caso (importado)

Santiago de Cuba (5 casos, 2 importados)

  • Segundo Frente: 1 caso (importado)
  • Santiago de Cuba: 4 casos (1 importado)

Guantánamo (4 casos, 2 importados)

  • Manuel Tames: 1 caso (importado)
  • Baracoa: 3 casos (1 importado)

COVID-19 en el mundo

Hasta el 14 de diciembre se reportan 186 países con casos de COVID-19, ascienden a 71 millones 503 mil 683 los casos confirmados (+ 545 mil 635) y a 1 millón 612 mil 833 los fallecidos (+ 7 mil 238) para una letalidad de 2,25 (-0,01).

En la región de las Américas se reportan 30 millones 887 mil 662 de casos confirmados (+ 250 mil 922), el 43,19% del total de casos reportados en el mundo, con 785 mil 420 fallecidos (+ 2 mil 433) para una letalidad de 2,54 (-0,02)

Con información del Minsap.

Ahora en línea, el nuevo número de la Revista Cubana de Farmacia

La Biblioteca Virtual en Salud (BVS-Cuba) y la Editorial Ciencias Médicas (Ecimed) anuncian la publicación del número más reciente de la Revista Cubana de Farmacia, que se corresponde con el Vol. 53, No. 3 (2020).

La Revista Cubana de Farmacia publica artículos sobre farmacología, ciencias afines y farmacopea cubana, divulgando fundamentalmente los resultados de investigación de todo lo relacionado con la aplicación de las riquezas de nuestra flora y de la fauna de nuestros mares en la industria farmacéutica, y su posible empleo en la elaboración de medicamentos.

En esta ocasión le sugerimos especialmente la lectura de los siguientes trabajos:

» El enfoque regulador en la respuesta cubana contra la COVID-19.

» Estabilización de la prostaglandina E1 (PGE1) para el tratamiento coadyuvante de la claudicación intermitente

» Evaluación química, fisicoquímica y actividad antifúngica de los aceites esenciales de Bauhinia variegata L. (Fabaceae)

» Evaluación farmacognóstica, toxicológica y potencialidades hemostáticas de hojas y tallos de Guarea guidonia (L.) Sleumer

La Revista Cubana de Farmacia integra la colección de Revistas Médicas Cubanas, disponible a través de la Biblioteca Virtual en Salud de Cuba.

Casi 2 000 millones de personas dependen de centros de atención de la salud que carecen de servicios básicos de agua

Alrededor de 1 800 millones de personas corren un mayor riesgo de contraer la COVID-19 y otras enfermedades debido a que reciben tratamiento o trabajan en centros de atención de la salud que carecen de servicios básicos de agua, advierten la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.

«Trabajar en un centro de atención sanitaria sin agua, saneamiento e higiene es como enviar a enfermeras y médicos a trabajar sin un equipo de protección personal», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «El abastecimiento de agua, saneamiento e higiene en los centros de atención de la salud es fundamental para detener la COVID-19. Pero todavía hay importantes lagunas que superar, especialmente en los países menos desarrollados».

El informe, Global progress report on WASH in health care facilities: fundamentals first (Informe sobre el progreso mundial en materia de agua, saneamiento e higiene en los centros de atención de la salud: primero lo fundamental), llega cuando la COVID-19 está exponiendo deficiencias importantes en los sistemas de salud, incluyendo la prevención y el control inadecuados de las infecciones.

El agua, el saneamiento y la higiene son vitales para la seguridad de los trabajadores de la salud y los pacientes, y, sin embargo, no se da prioridad a la prestación de estos servicios. En todo el mundo, 1 de cada 4 centros de atención de la salud carece de servicios de agua, 1 de cada 3 no dispone de acceso a la higiene de las manos en los lugares donde se presta atención, 1 de cada 10 no tiene servicios de saneamiento y en 1 de cada 3 no separan los desechos de manera segura.

La Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore apuntó: «Esto ya era una realidad antes de la pandemia de COVID-19, pero lo sucedido este año ha hecho que estas disparidades sean imposibles de ignorar. A medida que reimaginamos y configuramos un mundo para después de la COVID, asegurarnos de que enviamos a los niños y las madres a lugares de atención equipados con servicios adecuados de agua, saneamiento e higiene no es simplemente algo que podemos y deberíamos hacer. Es una obligación absoluta».

Sin embargo, se trata de un problema que tiene solución. Las estimaciones preliminares del informe indican que costaría aproximadamente 1 dólar per cápita facilitar que los 47 países menos desarrollados en el orbe, establezcan un servicio básico de agua en los centros de salud. Como promedio, se necesitan 0,20 dólares per cápita cada año para operar y mantener los servicios.

En el informe se formulan cuatro recomendaciones principales:

» Aplicar hojas de ruta nacionales presupuestadas con una financiación adecuada

» Supervisar y examinar periódicamente los progresos realizados en la mejora de los servicios y las prácticas en materia de abastecimiento de agua y saneamiento, e impulsar un entorno favorable a este sector

» Desarrollar las capacidades del personal sanitario para mantener los servicios de agua y saneamiento y promover y practicar una buena higiene

» Integrar los servicios de agua, saneamiento e higiene en la planificación, el presupuesto y la programación habituales del sector de la salud, incluidas las actividades de respuesta y recuperación en materia de la COVID-19 para prestar servicios de calidad.

En 2020, más de 130 asociados mundiales en materia de agua, saneamiento e higiene y los asociados en el ámbito de la salud, se han comprometido a aportar recursos; de ellos, 34 han asumido compromisos financieros específicos por un total de 125 millones de dólares.

No obstante, la aplicación de la Resolución de la Asamblea Mundial de la Salud de 2019 relativa al agua, el saneamiento y la higiene en los centros de atención de la salud es desigual, pues de los casi 50 países sobre los que la OMS y UNICEF disponen de datos, el 86% cuenta con normas actualizadas, el 70% ha realizado evaluaciones iniciales y sólo un tercio de los países han calculado los costos de las hojas de ruta de los centros de atención de la salud en materia de agua, saneamiento e higiene.

Los datos publicados por la OMS en octubre indican que las cifras de infecciones por COVID-19 entre los trabajadores de la salud son alarmantes pues aun cuando este grupo representa menos del 3% de la población, constituye el 14% de los casos de COVID-19 a nivel mundial notificados a la OMS. Se hace imperativo, por lo tanto, garantizar que los trabajadores de la salud en todo el mundo tengan acceso a las necesidades básicas de agua, saneamiento e higiene para mantenerse seguros ellos mismos, así como a sus pacientes, sus familias y sus hijos.

Nota:

Los datos del informe de este año incluyen estadísticas de 165 países procedentes de encuestas que representan 760.000 centros de atención de la salud. En comparación con el informe de referencia del año pasado, se disponía de estimaciones para 125 países con datos de encuestas que representaban 560.000 centros. Los datos sobre los progresos de los países en la aplicación de la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud representan 47 países. Es la primera vez que estos datos han sido compilados y analizados.

Descargue el documento desde aquí: Global progress report on WASH in health care facilities: fundamentals first (pdf, 7,201Mb)

Nota informativa sobre la COVID-19 en Cuba: 15 de diciembre

Al cierre del día de ayer, 14 de diciembre, Cuba reportó 96 nuevos casos de COVID-19, ningún fallecido y 108 altas médicas, de acuerdo con la información ofrecida por el Ministerio de Salud Pública (Minsap) en su parte habitual.

La autoridad sanitaria cubana informó que se encuentran ingresados en hospitales para vigilancia clínica epidemiológica 3 mil 462 pacientes, sospechosos 731, en vigilancia mil 874 y confirmados 857.

Para COVID-19 se estudiaron 10 mil 565 muestras, resultando 96 positivas. El país acumula un millón 272 mil 319 muestras realizadas y 9 mil 588 positivas (0,75%).

De los 96 casos diagnosticados:

– 94 son cubanos y dos extranjeros.
– 57 fueron contactos de casos confirmados.
– 37 tienen fuente de infección en el extranjero.
– Dos no tienen fuente de infección precisada.
– El 79,2% (76) se encontraba asintomático.

De los 9 mil 492 pacientes diagnosticados con la enfermedad, se mantienen ingresados confirmados 857, de ellos 847 con evolución clínica estable. Hasta el momento se reportan 137 fallecidos (ninguno en el día), dos evacuados, y 8 mil 592 pacientes recuperados (89,6%) (108 altas del día). Se reportan ocho pacientes en cuidados intensivos, dos críticos y ocho graves.

Residencia por provincia y municipio de los 96 casos confirmados:

Pinar del Río (12 casos, 4 importados):

  • Sandino: 4 casos
  • Guane: 2 casos
  • San Luis: 2 casos (2 importados)
  • Pinar del Río: 4 casos (2 importados)

Artemisa (13 casos, 3 importados):

  • Güira de Melena: 3 casos
  • Candelaria: 1 caso
  • Artemisa: 3 casos
  • Alquízar: 2 casos
  • Bahía Honda: 1 caso (importado)
  • San Antonio de Los Baños: 1 caso (importado)
  • San Cristóbal: 1 caso
  • Mariel: 1 caso (importado)

La Habana (28 casos, 17 importados):

  • Diez de Octubre: 5 casos (3 importados)
  • Arroyo Naranjo: 6 casos (4 importados)
  • San Miguel del Padrón: 1 caso (importado)
  • Habana del Este: 2 casos (1 importado)
  • Cotorro: 5 casos
  • Playa: 4 casos (3 importados)
  • Boyeros: 2 casos (2 importados)
  • Habana Vieja: 3 casos (3 importados)

Mayabeque (16 casos, 5 importados):

  • Bejucal: 4 casos (1 importado)
  • Güines: 1 caso
  • Madruga: 1 caso (importado)
  • Nueva Paz: 7 casos (2 importados)
  • San José de Las Lajas: 2 casos (1 importado)
  • San Nicolás de Bari: 1 caso.

Matanzas (10 casos, 4 importados):

  • Matanzas: 2 casos (2 importados)
  • Ciénaga de Zapata: 2 casos (2 importados)
  • Cárdenas: 3 casos
  • Colón: 3 casos

Cienfuegos (4 casos, 2 importados):

  • Cienfuegos: 4 casos (2 importados)

Villa Clara (7 casos, 1 importado):

  • Placetas: 5 casos
  • Caibarién: 1 caso (importado)
  • Camajuaní: 1 caso

Sancti Spíritus (1 caso):

  • Sancti Spíritus: 1 caso

Camagüey (1 caso importado):

  • Camagüey: 1 caso (importado)

Santiago de Cuba (4 casos):

  • Palma Soriano: 2 casos
  • Santiago de Cuba: 2 casos

COVID-19 en el mundo

Hasta el 14 de diciembre se reportan 186 países casos de COVID-19, asciende a 71 millones 503 mil 683 los casos confirmados (+ 545 mil 635) y 1 millón 612 mil 833 fallecidos (+ 7 mil 238) para una letalidad de 2,25 (-0,01).

En la región las Américas se reportan 30 millones 887 mil 662 casos confirmados (+ 250 mil 922), el 43,19% del total de casos reportados en el mundo, con 785 mil 420 fallecidos (+ 2 mil 433) para una letalidad de 2,54 (-0,02).

Con información del Minsap.

 

OPS actualiza las funciones esenciales de salud pública para los países de las Américas

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) urgió a los países de las Américas a actualizar las funciones esenciales de salud pública (FESP) que todo sistema de salud debería cumplir como un medio para brindar servicios y acciones de calidad, enfrentar epidemias y avanzar hacia la salud universal. 

"Esta pandemia (por COVID-19) nos ha demostrado claramente que se necesitan sistemas de salud más sólidos que promuevan y protejan la salud", afirmó la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, quien llamó a los países "a que inviertan en las funciones esenciales de salud pública, y en todos los sectores, ya que las inversiones han sido insuficientes para responder a los desafíos actuales". 

En el marco del pasado Día de la Salud Universal, que se celebra cada 12 de diciembre para aumentar la conciencia sobre la importancia del acceso a la salud como un derecho humano esencial, la OPS publicó Las funciones esenciales de salud pública en las Américas: una renovación para el siglo XXI.

En las Américas, casi el 30 % de la población (o 279 millones de personas) no busca atención cuando la necesita por una serie de barreras que dificultan su acceso a los servicios y a una atención de calidad, razón por la que mueren 1,7 millones de personas en la región cada año.   

Las once funciones esenciales que los sistemas de salud deberían observar se basan en evaluar el estado de salud de la población y los factores que la afectan, desarrollar políticas para fortalecer los sistemas de salud y abordar los determinantes, asignar los recursos necesarios, y garantizar el acceso a todas las intervenciones y servicios. 

Como novedad, las funciones esenciales se enmarcan como capacidades institucionales que los países deberían fortalecer para una apropiada formulación de acciones de salud pública.

Asimismo, se asume un rol de participación de la sociedad civil y actores claves como parte del proceso de desarrollo de políticas, y no se los limita solo a al papel facilitadores de la prestación de servicios. También, asumen más relevancia las intervenciones intersectoriales que abordan los determinantes sociales de la salud.  

"La renovación de las FESP busca ayudar a superar la fragilidad de los sistemas de salud para responder a las necesidades de la población", indicó directora de la OPS y alentó a las autoridades a priorizar la salud pública y aumentar su financiamiento.

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Factográfico de salud: Cáncer en niños. Estadísticas mundiales

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo.

La OMS estima que cada año se diagnostica cáncer a aproximadamente 300 000 niños de entre 0 y 19 años. Asimismo se afirma que en los países de ingresos altos, más del 80 % de los infantes afectados de cáncer se curan, a diferencia de muchos países de ingresos medianos y bajos donde la tasa de curación es de aproximadamente el 20 %.

El boletín factográfico de salud de la Biblioteca Médica Nacional ofrece, en su edición del mes de diciembre de 2020, las estadísticas sobre mortalidad y morbilidad por cáncer en niños y adolescentes de entre 0 y 19 años a nivel global y en Cuba, de acuerdo con los últimos datos disponibles en el Observatorio Mundial del Cáncer y los Anuarios Estadísticos de Salud del Ministerio de Salud Pública de Cuba en las ediciones de 2010 al 2019.

Al final del boletín se ofrece la bibliografía consultada para la obtención de los datos.

Lic. Sonia Santana Arroyo
Servicio Diseminación Selectiva de Información (DSI)
Biblioteca Médica Nacional
Cuba

Nota informativa sobre la COVID-19 en Cuba: 14 de diciembre

Al cierre del día de ayer, 13 de diciembre, Cuba reportó 69 nuevos casos de COVID-19, ningún fallecido y 50 altas médicas, de acuerdo con la información ofrecida por el Ministerio de Salud Pública (Minsap) en su parte habitual.

La autoridad sanitaria cubana informó que se encuentran ingresados en hospitales para vigilancia clínica epidemiológica 3 mil 906 pacientes, sospechosos 806, en vigilancia 2 mil 231 y confirmados 869.

Para COVID-19 se estudiaron 9 mil 887 muestras, resultando 69 positivas. El país acumula un millón 261 mil 754 muestras realizadas y 9 mil 492 positivas.

De los 69 casos diagnosticados:

– 30 fueron contactos de casos confirmados.
– 37 tienen fuente de infección en el extranjero.
– Dos no tiene fuente de infección precisada.
– El 79,7% (55) se encontraba asintomático.

De los 9 mil 492 pacientes diagnosticados con la enfermedad, se encuentran ingresados confirmados 869, de ellos 861 con evolución clínica estable. Hasta el momento se reportan 137 fallecidos (ninguno en el día), dos evacuados y 8 mil 484 pacientes recuperados (89,4%) (50 altas del día). En el día de hoy se reportan ocho pacientes en las terapias intensivas del país, todos en estado grave.

Residencia por provincia y municipio de los 69 casos confirmados:

Pinar del Río (1 caso importado):

  • La Palma: 1 caso (importado).

Artemisa (8 casos, 3 importados):

  • Artemisa: 7 casos (2 importados).
  • San Antonio de Los Baños: 1 caso (importado).

La Habana (32 casos, 21 importados):

  • Plaza de la Revolución:2 casos (2 importados).
  • Playa: 2 casos (2 importados).
  • Boyeros: 10 casos (6 importados).
  • Arroyo Naranjo: 2 casos (2 importados).
  • Cotorro: 2 casos (1 importado).
  • San Miguel del Padrón: 2 casos.
  • Habana del Este: 3 casos (3 importados).
  • Marianao: 2 casos.
  • Centro Habana: 1 caso (importado).
  • Regla: 3 casos (1 importado).
  • La Lisa: 1 caso (importado).
  • Habana Vieja: 1 caso (importado).
  • Diez de Octubre: 1 caso (importado).

Mayabeque (1 caso importado):

  • Madruga: 1 caso (importado).

Matanzas (10 casos, 2 importados):

  • Limonar: 2 casos.
  • Jovellanos: 1 caso.
  • Cárdenas: 7 casos (2 importados).

Cienfuegos (4 casosimportados):

  • Aguada de Pasajeros: 1 caso (importado).
  • Cumanayagua: 2 casos (2 importados).
  • Cienfuegos: 1 caso (importado).

Villa Clara (4 casos, 1 importado):

  • Placetas: 1 caso.
  • Camajuaní:2 casos.
  • Santa Clara:1 caso (importado).

Sancti Spiritus (1 caso):

  • Cabaiguán: 1 caso.

Ciego de Ávila (4 casos, 1 importado):

  • Ciego de Ávila: 4 casos (1 importado).

Las Tunas (2 casos, 1 importado):

  • Las Tunas: 1 caso.
  • Amancio: 1 caso (importado).

Granma (1 casoimportado):

  • Granma: 1 caso (importado).

Guantánamo (1 caso importado):

  • Guantánamo: 1 caso (importado).

COVID-19 en el mundo

Hasta el 12 de diciembre se reportan 186 países casos de COVID-19, ascienden a 70 millones 958 mil 48 los casos confirmados (+625 mil 547) y a 1 millón 605 mil 595 fallecidos (+ 9 mil 594) para una letalidad de 2,26.COVID-19, nuevo coronavirus, Cuba, Minsap, salud, pandemia, nota informativa

En la región las Américas se reportan 30 millones 636 mil 740 casos confirmados (+304 mil 836), el 43,17 % del total de casos reportados en el mundo, con 782 mil 987 fallecidos (+ 4 mil 290) para una letalidad de 2,56 (-0,01).

Con información del Minsap.

Colección sobre historia de las vacunas

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