La COVID-19 puede a persistir en algunas personas provocando una enfermedad que se ha llegado a denominar “COVID prolongada”. En un breve informe, investigadores de los Hospitales Universitarios y la Universidad de Ginebra presentan sus hallazgos sobre el estudio de la evolución y la persistencia de los síntomas de la COVID-19 en un entorno ambulatorio en Suiza, realizado desde el día 1 hasta el día 30 a 45 después del diagnóstico.
Los hallazgos del estudio muestran que los pacientes con la COVID-19 desarrollan una variedad de síntomas que evolucionan en el tiempo. La fatiga, la disnea y la pérdida del gusto u olfato fueron los principales síntomas persistentes. Reconocer la persistencia de los síntomas podría legitimar las preocupaciones de los pacientes sobre una enfermedad nueva y desconocida.
Con estos resultados, las estrategias de prevención de los sistemas de salud pueden informar sobre el impacto de estos síntomas persistentes en la salud de las personas y ayudar a reforzar las medidas para evitar la propagación de la infección.
El texto completo de este estudio fue publicado en la revista Annals of Internal Medicine y puede ser consultado en: Olivia Braillard, Gabriel Alcoba, Sigiriya Aebischer Perone, et al. COVID-19 Symptoms: Longitudinal Evolution and Persistence in Outpatient Settings. Ann Intern Med. 0;0 [Epub ahead of print 8 December 2020]. doi:10.7326/M20-5926.