La triste noticia ha sorprendido a los pediatras e intensivistas pediátricos de Camagüey y de todo el país. Resulta muy difícil resumir en unas cuartillas la figura de la vital, carismática y estimada Odila.
Odila Lourdes Quirós Viqueira nació el día 24 de septiembre de 1952 en el municipio de Fomento, Placetas, donde cursó estudios de la enseñanza primaria, secundaria básica y de preuniversitario.
Matriculó en el ICBP “Victoria de Girón” en Ciudad de La Habana donde estudió 1ro y 2do años de medicina entre 1969 y 1971. Cursó el resto de la carrera en el Hospital Calixto García y después en el Hospital “Carlos J. Finlay”. En este Centro comenzó su trayectoria laboral como Residente de Pediatría entre 1975 y 1979. Posteriormente laboró en el Policlínico de Alamar y en el Hospital Pediátrico de Marianao.
Como especialista de Primer grado en Pediatría llegó al Hospital Pediátrico de Camagüey “Dr. Eduardo Agramonte Piña” y se incorporó a la Terapia Intensiva Pediátrica desde su inauguración en 1983, donde desarrolló su fructífera vida asistencial, docente e investigativa como Especialista de Segundo Grado en Terapia Intensiva y Emergencias, profesora auxiliar y Máster en Atención Integral al Niño hasta el día mismo de su fallecimiento.
Cumplió Misión Internacionalista entre 1989 y 1990 en la República Árabe Saharaui Democrática, RASD, con evaluación satisfactoria.
Durante su desarrollo profesional recibió más de 25 cursos de postgrado en terapia intensiva y otras especialidades afines. Se actualizó de forma integral en materias jurídicas, gestión y dirección de cuadros, idioma inglés, computación y metodología de la investigación. Impartió más de 20 cursos provinciales y nacionales y participó en 53 eventos de carácter nacional o internacional
Fue Profesora de la Cátedra de Pediatrías del ISCM de Camagüey, donde impartió docencia a alumnos de medicina, internos, residentes de pediatría y terapia intensiva. Fungió como coordinadora y profesora del Diplomado Nacional de Terapia Intensiva Pediátrica en la provincia entre 1997-2001, miembro de tribunales de examen de internos y residentes de Pediatría, Cirugía Pediátrica y Neonatología y Cuidados Intensivos Pediátricos. Fue además Asesora de Trabajos de Terminación de Residencia de Residentes de Pediatría, Miembro del tribunal de examen de Diplomados en Terapia Intensiva y del Tribunal para examen de Maestría en Atención Integral al Niño.
Asesoró, coordinó y tuteló numerosas Tesis y Trabajos de Investigación. Realizó más de 30 publicaciones en libros y revistas internacionales nacionales y provinciales como autora principal o colaboradora, sobre temas de pediatría y de cuidados intensivos.
Su preparación científica integral le valió el respeto entre los especialistas de Camagüey, así como en el resto del colectivo de pediatras e intensivistas del país, por lo que fue seleccionada para dirigir el Grupo Provincial de Pediatría camagüeyano, así como para integrar la Comisión Nacional de Cuidados Intensivos Pediátricos y posteriormente el Grupo Provincial de Terapia Intensiva y Emergencia.
Fue Miembro numerario de la Miembro de la Sociedad Cubana de Nutrición y de la Sociedad Cubana de Pediatría para la que fue propuesta además como Miembro de Honor.
El pasado 23 de noviembre, después de haber trabajado en su querido hospital como hizo durante casi cuatro décadas, falleció por una afección súbita quien ha sido un ejemplo de mujer, amiga, esposa, madre y abuela, La carismática médico, pediatra, intensivista, internacionalista, profesora por excelencia, madre de generaciones de alumnos y residentes que han sido formados bajo su tutela y que siempre recordarán que día a día nos enseñó a predicar con el ejemplo, a ser modestos, honrados, solidarios y ante todo a estar científicamente preparados y aspirar a ser cada día mejores, integrales y buenos trabajadores.
Sus amigos, colegas y discípulos conocen que Odila fundó en el Camagüey una familia y se integró en ese territorio al eminente grupo de maestros de la pediatría que ha caracterizado a esa provincia.
Su desaparición física ocurre en pleno ejercicio de su arte de maestra ejemplar. Su obra se incorpora al legado de figuras eminentes del arte de curar niños que atesora la pediatría cubana para ejemplo de las actuales y nuevas generaciones de pediatras.