El 21 de octubre de 1833 nace en Estocolmo, Suecia, el inventor y químico sueco Alfred Nobel, famoso principalmente por la invención de la dinamita y por los premios que llevan su nombre.
Alfred Nobel tenía un interés activo en la investigación médica, la literatura y los temas sociales.
Los premios que llevan su nombre se instituyeron en 1895 según sus deseos de última voluntad y comenzaron a entregarse en 1901 en las categorías de Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Paz.
A partir de 1968 se estableció también el Premio Nobel de Ciencias Económicas.
La Real Academia de las Ciencias de Suecia es la encargada de nombrar a los ganadores de los Nobeles de Física, de Química y del Premio en Ciencias Económicas.​ La Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska elige al ganador de Medicina o Fisiología,​ y la Academia Sueca nombra al ganador del de Literatura.
Todos se entregan en una ceremonia celebrada cada 10 de diciembre en Estocolmo, Suecia.
Este año 2020, la entrega de los Premios Nobel también ha sido afectada por la COVID-19. En esta ocasión no se celebrará el tradicional banquete en la Sala de la Alcaldía de Estocolmo para cumplir las medidas de sanidad para el control de la pandemia.
Cuatro mujeres iluminaron esta entrega con presencia femenina y el Premio Nobel de la Paz se le otorgó a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por sus esfuerzos para combatir el hambre, por su contribución a mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por conflictos y por actuar como motor impulsor de los esfuerzos para prevenir el uso del hambre como arma de guerra.
El Premio Nobel de la Paz ha sido otorgado 100 veces a 134 premios Nobel entre 1901 y 2019, entre ellos a 107 personas y 27 organizaciones.
El Premio de Fisiología o Medicina fue compartido por Harvey J. Alter y Charles M. Rice, científicos de EE. UU., y por Michael Houghton, investigador británico, quienes descubrieron el virus de la hepatitis C. Gracias a su descubrimiento, ahora se dispone de análisis de sangre altamente sensibles para el virus y a su vez, han permitido eliminar la hepatitis postransfusional en muchas partes del mundo.
El Nobel de Química fue otorgado a la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, por concebir las importantes tijeras genéticas CRISPR/Cas9. Esa es una técnica innovadora que permite cortar y pegar el ADN, lo cual está revolucionando las nuevas terapias contra el cáncer y contribuyendo con la agricultura.
El estudio y los nuevos descubrimientos sobre los agujeros negros le valieron el Nobel de Física a Roger Penrose, de la Universidad de Oxford; a Reinhard Genzel del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, Alemania, y académico de la Universidad de California, en EE. UU.; y a Andrea Ghez, también de la Universidad de Califoria, Los Ángeles, en EE. UU. Ghez se convierte en la cuarta mujer en ganar este Nobel, en sus casi 120 años de historia.
El Premio Nobel de Literatura se otorgó a la poeta estadounidense Louise Glück. Louise hizo su debut en 1968 con Firstborn, y pronto fue aclamada como una de las poetas más destacadas de la literatura contemporánea estadounidense.
Los galardonados de este año con el Nobel de Ciencias Económicas Paul Milgrom y Robert Wilson, ambos de la Universidad de Stanford en California, EE. UU., han estudiado cómo funcionan las subastas. También han utilizado sus conocimientos para diseñar nuevos formatos de subasta de bienes y servicios que son difíciles de vender de forma tradicional, para beneficio de vendedores, compradores y contribuyentes de todo el mundo.
Los nuevos formatos de subasta son un ejemplo de cómo la investigación básica puede generar posteriormente invenciones que beneficien a la sociedad. La característica inusual de este ejemplo es que las mismas personas desarrollaron la teoría y las aplicaciones prácticas.
Ningún cubano, hasta el presente, ha tenido la oportunidad de lograr alguno de esos premios en el campo de las ciencias médias y naturales, los de Fisiología o Medicina, Física y Química, en la actualidad casi exclusivamente al alcance de investigadores de países de alto desarrollo científico.
Pero sí hay siete de nuestros compatriotas, que a lo largo de casi un siglo, han sido nominados para los premios de Fisiología o Medicina, Literatura y la Paz.
Son ellos en orden cronológico: Arístides Agramonte Simoni, Carlos J. Finlay Barrés, Joaquín Albarrán y Domínguez, Agustín Castellanos González, Raúl Pereira Valdés, Alejo Carpentier Balmont y Eduardo Boza Masvidal; a los que se suma como candidato al premio Nobel de la Paz 2015 el Contingente Internacional “Henry Reeve”.
Este artículo nos muestra los detalles:
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