26 de septiembre: Día Mundial de la Anticoncepción

Garantizar que todas las personas tengan acceso a sus métodos anticonceptivos preferidos refuerza varios derechos humanos, incluidos el derecho a la vida y a la libertad; la libertad de opinión y expresión, y el derecho al trabajo y a la educación, además de reportar importantes beneficios para la salud y de otros tipos.

El uso de anticonceptivos previene en las mujeres los riesgos para la salud relacionados con el embarazo, sobre todo en las adolescentes. Además, cuando el intervalo entre nacimientos es inferior a dos años, la tasa de mortalidad infantil es un 45 % mayor que cuando este intervalo es de 2 a 3 años, y un 60% mayor que si es de cuatro años o más. También brinda una serie de beneficios potenciales no relacionados con la salud que incluyen mayores oportunidades de educación y más autonomía para las mujeres, así como crecimiento demográfico y desarrollo económico sostenibles para los países.

Entre los años 2000 y 2019, la prevalencia del uso de anticonceptivos modernos en mujeres en edad reproductiva casadas aumentó a nivel mundial 2,1 puntos porcentuales: del 55,0 % (IC95%: 53,7 % a 56,3 %) al 57,1 % (IC95%: 54,6 % a 59,5 %). Entre los motivos de este lento aumento figuran la escasa oferta de métodos; el acceso limitado a los servicios de planificación familiar, sobre todo por parte de las personas jóvenes, con menos recursos y solteras; el miedo a las reacciones adversas, que a veces se han sufrido con anterioridad; la oposición por razones culturales o religiosas; la mala calidad de los servicios disponibles; los prejuicios de usuarios y profesionales contra algunos métodos, y los obstáculos por razón de género para acceder a los servicios.

El Día Mundial de la Anticoncepción se conmemora cada 26 de septiembre. La jornada, celebrada por primera vez en el año 2007, es apoyada por una coalición de 10 organizaciones no gubernamentales internacionales y diferentes sociedades científicas y médicas con intereses en la salud sexual y reproductiva. Constituye una campaña multinacional cuyo objetivo esencial es mejorar la salud sexual y reproductiva a través de la sensibilización y la difusión de la información sobre sexualidad y anticoncepción, especialmente en lo que se refiere a la prevención del embarazo no planificado.

La necesidad de trabajar en torno a la educación anticonceptiva es una asignatura aún pendiente en la actualidad. Es preciso sentar bases informativas, formativas y de sensibilización que permitan el correcto uso de los métodos anticonceptivos. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que en 2019 había 1900 millones de mujeres en edad reproductiva (entre 15 y 49 años) en el mundo, de las cuales 1112 millones precisan planificación familiar. De ellas, 842 millones utilizan métodos anticonceptivos y 270 millones tienen necesidades desatendidas en materia de anticoncepción.

Sobre este tema, la OMS destaca algunos puntos clave como:

  • -Los preservativos son el único método anticonceptivo que puede evitar tanto el embarazo como la transmisión de infecciones de transmisión sexual, incluida la causada por el VIH.
  • -La planificación familiar y los anticonceptivos reducen la necesidad de recurrir al aborto, en especial, al aborto peligroso.
  • -El uso de anticonceptivos fomenta el derecho de las personas a decidir el número de hijos que desean tener y el intervalo entre los embarazos.
  • -La planificación familiar y el uso de anticonceptivos previenen la muerte de madres y niños, al evitar los embarazos no deseados.

Con la celebración de este día los organizadores también buscan llamar la atención de las instituciones competentes en materia de políticas educativas. Con una base educativa de calidad en salud sexual y anticonceptiva se podrían reducir el número de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual y sida. Los estudios demuestran que los embarazos no deseados son un problema global que afecta de manera negativa en el terreno emocional, profesional y social de las familias y que producen costos elevados en los sistemas sanitarios.

Existen diferentes tipos de métodos anticonceptivos, los llamados de larga duración, como el implante subdérmico, los dispositivos de cobre, los sistemas intrauterinos que liberan hormonas y los anticonceptivos inyectables de progesterona.

Es necesario ofrecer a todas las mujeres información sobre el uso adecuado, el perfil de seguridad y el funcionamiento de cada método, con el fin de lograr la máxima efectividad, al mismo tiempo que se debe capacitar a los profesionales de la salud para que sus pacientes tomen la decisión más acertada según sus necesidades individuales.

 

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