Los pacientes con quemaduras representan una combinación de individuos con deficiencia nutricional y demanda calórica, quienes son susceptibles a padecer complicaciones e incluso a fallecer.
Una fuente de sepsis en pacientes con lesión térmica es el tracto gastrointestinal, con su interacción de bacterias normales y potencialmente patógenas. La flora normal de los intestinos mantiene el equilibrio del órgano y previene la translocación bacteriana (BT) a través de numerosos mecanismos, todos los cuales se alteran como consecuencia de la lesión térmica.
Los suplementos probióticos con diferentes cepas de bacterias tienen el potencial de estabilizar la integridad del revestimiento intestinal y disminuir la incidencia de BT después de una lesión térmica.
En este trabajo, publicado en la revista Burns, se realizó una revisión de la literatura en inglés que aborda el tema de la terapia probiótica en la lesión térmica, en estudios en animales y humanos. Se utilizaron las palabras clave "probióticos", "daño térmico" y "quemaduras". También se examinaron las listas de referencias de cada artículo analizado para garantizar la integridad de la búsqueda bibliográfica. Cada artículo fue revisado en cuanto a metodología, resultados y conclusiones.
Si bien la heterogeneidad de los estudios no permitió el metanálisis, los resultados en general sugieren un potencial preventivo, si no terapéutico, de los probióticos en pacientes después de una lesión térmica. A pesar de la preocupación inicial de que la terapia con probióticos podría conducir a una infección sistémica en individuos inmunodeprimidos, esto no se observó en los trabajos analizados. Existen numerosas preguntas sin respuesta con respecto a la optimización de la terapia probiótica en pacientes después de una lesión térmica.