Cada 6 se julio se celebra el Día Mundial de las Zoonosis, una jornada trascendental para recordar que la prevención de enfermedades en los animales no solo protege su salud y bienestar, sino que es uno de los pasos más efectivos que podemos dar para proteger la salud de las personas.
Las zoonosis son enfermedades infecciosas que se transmiten de forma natural de los animales vertebrados al ser humano. La estrecha interacción entre hombres y animales, así como el aumento de la actividad comercial y la movilización de personas, animales, y sus productos han propiciado una mayor diseminación de estas. De los 1.415 patógenos humanos conocidos en el mundo, 61% son zoonóticos y, por lo tanto, tienen relación directa con las actividades de Salud Pública Veterinaria.
Para la prevención de las zoonosis, resulta imprescindible educar a las personas sobre el riesgo permanente de contagio al que se ven expuestas. En ese sentido, los gobiernos deben asumir este problema de salud pública con políticas de Estado que tomen en cuenta diversos factores que aumentan el riesgo y dificultan el control. A saber: cambio climático, deforestación, incendios forestales que afectan la biodiversidad genética de la vegetación y la destrucción del hábitat animal, incremento de la relación hombre-animales silvestres, animales abandonados en la vía pública, viajes intercontinentales, ente otros.
El impacto de las zoonosis no solo radica en el daño a la salud pública, sino que también ocasiona severas pérdidas económicas en la región.
La búsqueda de soluciones para estos problemas, dada su complejidad, implica un abordaje mediante la cooperación a escala intersectorial en el marco “One Health” (Una Salud), que requiere el aporte, intervención y colaboración de equipos profesionales de los sectores de la salud humana, animal y ambiental.