Fallece en La Habana el destacado toxicólogo cubano Dr.C. Rafael Bernabé Pérez Cristiá

Hoy, jueves 25 de junio 2020, las ciencias médicas y la Salud Pública cubana, han sufrido un duro golpe con la noticia del fallecimiento del Dr.C. Rafael Bernabé Pérez Cristiá.

Este destacado especialista de Primer y Segundo Grado en Toxicología, Profesor e Investigador Titular, Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba y Presidente Fundador de la Sociedad Cubana de Toxicología era un hijo agradecido de la Revolución Cubana. Había nacido en Morón, el 21 de septiembre del año 1952, cuando apenas unos meses antes Batista había dado el golpe de Estado e instaurado su dictadura; pero el triunfo de la Revolución hizo que el pequeño Rafael se vinculara a ella con solo 7 años de edad y esos lazos perduraron toda su vida, tal y como demostró siempre, con su compromiso social por encima de cualquier interés personal.

A lo largo de su rica trayectoria laboral ocupó diversas responsabilidades docentes y de dirección nacionales, tales como Secretario y Miembro del Tribunal Permanente de Grados Científicos en Ciencias de la Salud, y contribuyó con valiosos aportes al desarrollo de la especialidad, entre los que destacan la organización y creación de la especialidad de Toxicología Clínica, la fundación del Centro Rector de Toxicología, el Diseño y Conducción de Ensayos Clínicos, el Desarrollo de la Reglamentación Farmacéutica y el Desarrollo de la Vigilancia Sanitaria de Medicamentos y Diagnosticadores.

Dirigió las investigaciones tóxico-nutricionales con el Grupo Operativo Nacional de la Defensa Civil durante la epidemia de neuropatía y por los resultados obtenidos fue Premio en el Concurso Anual de la Salud en 1996 y Premio Anual de la Academia de Ciencias de Cuba en 1998.

El aporte de sus conocimientos al fortalecimiento de la política reguladora de medicamentos en Cuba contribuyó a la categorización del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) como Autoridad Nacional Reguladora de Medicamentos de Referencia de la OPS para Las Américas y Autoridad Nacional Reguladora de Vacunas certificada por OMS.

Martiano legítimo, a sabiendas de que Patria es Humanidad, compartió sus saberes y contribuyó al desarrollo de la especialidad en otros países. Su desempeño docente e investigativo ha tenido impacto internacional al lograr el liderazgo de Centros de Toxicología de Centroamérica y en la Reglamentación Farmacéutica en Centroamérica y el Caribe.  Fue Consultor Temporero OPS / OMS y miembro del Comité de Expertos de la Red Global de Entrenamiento en Vacunas de la OMS, Asesor para la creación del Centro de Toxicología de la Universidad de Carabobo (CITUC), Venezuela, y se desempeñó como Profesor Invitado de Toxicología Clínica e Investigador Asociado en esa Universidad. Coordinador General del Proyecto Grannacional Centro Regulador de Medicamentos del ALBA (ALBAmed) y Miembro Honorífico Fundador de la Comisión Nacional de Toxicología del Ecuador.  

Como muestra de su disposición a socializar los nuevos conocimientos adquiridos en su desempeño profesional, profesoral y científico, publicó más de 30 artículos en revistas científicas de impacto internacional, y es autor del libro Manual Práctico de Toxicología Clínica, editado en nuestro país en 1988, co-autor del libro Intoxicaciones Agudas en Medicina de Urgencia y Cuidados Críticos, editado en España en 1999, así como del Libro Blanco sobre la implantación de los Sistemas de Gestión de la calidad en instituciones de la Sanidad Pública cubana y boliviana.

En reconocimiento a su labor investigativa y docente el Consejo de Estado de la República de Cuba le otorgó la ORDEN “Carlos J. Finlay” en el año 2004 y fue electo Académico de Mérito el 17 de septiembre de 2011.

Al momento de su fallecimiento se desempeñaba como Director del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED)

Este profesional de salud aprovechó sus conocimientos y experiencia como médico para aplicar la habilidad de escucha, tan importante en el método clínico, cuando le correspondió asumir responsabilidades como directivo. En su alta competencia profesional no solo sobresalían las habilidades relativas a su especialidad, sino muy especialmente sus actitudes y valores. El compromiso social con su pueblo y la fidelidad a la Revolución lo distinguieron siempre.

El Apóstol de Cuba expresó que "la medicina es como el derecho, profesión de lucha; necesitase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio". El Dr. Rafael Pérez Cristiá, a quien hoy despedimos físicamente -pero no a su ejemplo- era un hombre de alma bien templada y por eso pudo desempeñar con éxito su sacerdocio. Quienes le conocimos a él y a su obra, no lo olvidaremos.

POR: Profesora María del Carmen Amaro Cano
Vice-Presidenta Sociedad Cubana Historia de la Medicina

 

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