Mantener una buena higiene bucodental es clave para la salud y bienestar, cualquiera que sea su edad. Tener dientes sanos y una boca limpia nos permite desarrollar eficientemente funciones esenciales como morder o masticar, hablar y sonreír… disfrutar la vida.
Por esto el Día Mundial de la Salud Oral, convida cada 20 de marzo a unirnos en este empeño, concientizar sobre la importancia de la salud bucodental e implementar una buena rutina de higiene, chequeos dentales regulares y estilos de vida saludables, para proteger la boca y así también la salud general.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, las enfermedades bucodentales afectan a la mitad de la población, alrededor de tres mil 580 millones de personas, y la caries en dientes permanentes es el trastorno más prevalente.
¿Qué hacemos para proteger nuestros dientes?
El joven estomatólogo Ricardo Rodríguez Lezcano, jefe de servicio de la Clínica Integral de la Facultad de Estomatología Raúl González Sánchez, afirma que entre los hábitos que se recomiendan para el cuidado de la higiene bucal, el principal es el cepillado dental.
Realizarlo después de cada comida, por un espacio de tiempo que no sea corto y con una presión moderada o ligera sobre los dientes es suficiente para eliminar la placa dental bacteriana, que es la que causa la caries dental, explica.
Así mismo, aconseja desarrollar un estilo de vida orientado al autocuidado de la boca, mantener una dieta balanceada, eliminar los azúcares, evitar el consumo de tabaco, con el fin de minimizar el riesgo de cánceres bucales; y el estrés, que influye en la aparición de enfermedades como el bruxismo, que produce desgaste dental.
Considera importante que las personas realicen visitas periódicas al estomatólogo y, en el caso de los niños, crearles este hábito desde edades tempranas, para ayudarlos a vencer el miedo, prevenir enfermedades bucales futuras y educarlos en cuanto al cuidado de la boca.
¿Son prevenibles las enfermedades bucodentales?
Las enfermedades bucodentales son las enfermedades no transmisibles más comunes y afectan a las personas a cualquier edad, causándoles dolor, molestias, desfiguración e incluso la muerte. No obstante, casi todas son en gran medida prevenibles o tratables en todas las etapas de la vida y tanto a nivel individual como poblacional, a través de métodos sencillos y evitables.
En la región de las Américas, la carga de estas ha disminuido significativamente desde hace tres décadas, gracias en gran medida a intervenciones de salud pública como el uso de flúor en la sal y el agua, o el uso de tecnologías eficaces.
En la salud se trabaja desde cuatro grandes campos, explica Rodríguez Lezcano, la promoción, la prevención, la curación y la rehabilitación. Los dos primeros son los que garantizan mejores resultados, porque con políticas que eduquen en este aspecto se previene en gran porciento la aparición de enfermedades, que después habría que tratar o demandarían rehabilitación, lo que implica mayores costos y más recursos.
Además de las anteriormente mencionadas, el uso de diario de enjuague bucal con flúor es otra de las recomendaciones de los estomatólogos para prevenir el desarrollo de afecciones bucales. También evitar las bebidas gaseosas y energéticas, los jugos artificiales, el alcohol y la comida chatarra.
Existe relación comprobada entre la salud oral y la salud general. El estomatólogo Ricardo Rodríguez Lezcano explica que hay algunas enfermedades que no son propiamente de la cavidad bucal pero tienen manifestaciones en la boca, como por ejemplo la psoriasis. En tanto, otras que son de la boca repercuten en la salud del individuo, como es el caso de la caries dental, asociada a los partos prematuros.
Este 20 de marzo, le invitamos a sumarse a la campaña mundial para actuar por la salud oral, con acciones individuales o colectivas. Recuerde: la higiene bucal, también es vida.
Lic. Yeni Ortega Betancourt
Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Infomed