1 de cada 5 hombres no llega a cumplir 50 años en las Américas, debido a problemas relacionados con la masculinidad tóxica

En los últimos decenios, la esperanza de vida al nacer ha aumentado en la Región de las Américas. A la vez, existe un diferencial de 5,8 años más de vida para las mujeres; una sobremortalidad de los hombres que comienza a acentuarse durante la adolescencia y llega a triplicarse en la edad adulta temprana. ¿Cuál es el motivo de esta situación? Las causas principales de mortalidad en los hombres comprenden la violencia interpersonal, los traumatismos causados por el tránsito y la cirrosis hepática, todas ellas ligadas al ejercicio de la masculinidad hegemónica.

El informe Masculinidades y salud en la Región de las Américas describe cómo la salud y el bienestar de los hombres es producto de múltiples factores, entre los que destaca la construcción de la masculinidad. En él se documentan con detalle las implicaciones de las diversas masculinidades en la salud de los hombres -y en la de las mujeres, los adolescentes, los niños y las niñas- y también de qué manera determinantes sociales como el género, la etnia, la edad o la educación exacerban las inequidades y barreras en salud que experimentan determinados grupos.

A partir de un análisis exhaustivo de la bibliografía disponible, encuestas y opiniones de expertos, el informe pone de manifiesto la complejidad del tema de las masculinidades y la salud y su falta de abordaje en las políticas y los programas de los países de la Región. El análisis de la salud de los hombres desde la perspectiva de género sería impensable sin el antecedente del feminismo. Es momento de movilizar la voluntad política y los recursos necesarios para adoptar un planteamiento que abarque las necesidades de los hombres y las mujeres. Para alcanzar este objetivo, el informe concluye con nueve recomendaciones novedosas dirigidas a favorecer la integración de la perspectiva de género relacional en una estrategia multisectorial de políticas coordinadas que redunde en la salud de los hombres y los niños.

  1. Mejorar, sistematizar y difundir datos sobre masculinidades y salud.
  2. Desarrollar políticas públicas y programas de salud para prevenir y abordar los principales problemas que afectan a los hombres a lo largo de la vida.
  3. Eliminar las barreras que impiden que los niños y los hombres accedan a la atención.
  4. Desarrollar iniciativas intersectoriales que incorporen la salud en todas las políticas, particularmente en educación.
  5. Promover prácticas de salud positivas ya existentes en las que los hombres participan.
  6. Garantizar la participación de todas las comunidades (incluidos hombres, mujeres y comunidades LGBTI+).
  7. Promover la creación de capacidades sobre género y masculinidades para los trabajadores del sector de la salud.
  8. Fortalecer los programas de prevención y promoción de la salud dirigidos a niños y jóvenes.
  9. Garantizar que las instituciones, incluido el sector de la salud, las universidades y la sociedad civil, se centren en prevenir el impacto y los costos de las masculinidades rígidas/ tóxicas.
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