Según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados, presentado en vísperas de la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la cobertura sanitaria universal, para poder subsanar las evidentes deficiencias de cobertura y cumplir las metas relativas a la salud acordadas en 2015, los países deben incrementar el gasto destinado a la atención primaria de la salud en al menos un 1% de su producto interno bruto (PIB).
También deben redoblar sus esfuerzos para ampliar los servicios a escala nacional.
En el Informe mundial de seguimiento de la cobertura sanitaria universal 2019 se indica que de aquí a 2030 será necesario duplicar la cobertura sanitaria, y se advierte que, de mantenerse la tendencia actual, hasta 5 mil millones de personas seguirán sin acceso a atención de salud en 2030, el plazo establecido por los líderes mundiales para lograr la cobertura sanitaria universal. La mayor parte de esas personas son pobres y ya se encuentran en situación desfavorecida.
La atención primaria de la salud, clave de la salud para todos
"Si de verdad queremos lograr la cobertura sanitaria universal y mejorar la vida de las personas, debemos apostar de verdad por la atención primaria de la salud", señala el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. "Ello significa proporcionar servicios de salud esenciales (inmunización, cuidados prenatales, asesoramiento sobre estilos de vida saludables, etc.) lo más cerca posible del lugar de residencia y garantizar que las personas no tengan que pagar directamente de su propio bolsillo la atención de salud.
Invertir 200 mil millones de dólares más cada año para ampliar la atención primaria de la salud en los países de ingresos bajos y medianos podría salvar 60 millones de vidas, incrementar la esperanza media de vida en 3,7 años para 2030, y contribuir considerablemente al desarrollo socioeconómico. Ello representaría un incremento del 3% sobre los 7500 billones que ya se destinan cada año a la salud en todo el mundo.
La mayor parte de esa financiación procedería de los países mismos. En el informe se señala que la mayoría de estos pueden ampliar la atención primaria de la salud utilizando recursos internos: aumentando el gasto público destinado a la salud en general, o reasignando fondos hacia la atención primaria de la salud, o de ambas formas. En estos momentos, la mayoría de los países no invierten lo suficiente en atención primaria de la salud.
Ahora bien, en el caso de los países más pobres, en particular los afectados por conflictos, puede que esto no sea factible. Estos países seguirán necesitando asistencia externa. Esta financiación debe orientarse cuidadosamente a lograr una mejora duradera en los sistemas y servicios de salud, por medio de un fortalecimiento sistemático de la atención primaria de la salud en todo el país.
Protección frente a las dificultades financieras.
En el informe se subraya también la necesidad de proteger a las personas frente a las dificultades financieras.
"La cobertura sanitaria universal seguirá siendo un objetivo inalcanzable si los países no adoptan medidas urgentes para evitar que las personas queden reducidas a la pobreza por tener que pagar cuidados sanitarios esenciales", señala el Dr. Muhammad Pate, Director de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial.
Más personas sufren las consecuencias de tener que pagar los servicios directamente que hace 15 años. Unos 925 millones de personas gastan más del 10% de la renta de sus hogares en la atención de salud y 200 millones de personas dedican a ese concepto más del 25% de sus ingresos.
Más información:
– La cobertura sanitaria universal: una elección política
Edición: MSc. Dra. Patricia Alonso Galbán