El nombre de Joaquín Albarrán va unido al desarrollo de la Urología y es reconocido como uno de los médicos cubanos más importantes. Por sus contribuciones es considerado como el más completo de los urólogos modernos, también juzgado como un símbolo para las generaciones de especialistas dedicadas a la Urología.
Nació el 9 de mayo de 1860 en el poblado de Sagua la Grande, en la actual provincia de Villa Clara. Fue fruto de un matrimonio constituido por Don Pedro Albarrán y de la Calle -natural de Cádiz, España-, y Micaela Domínguez -cubana nacida en Matanzas. La familia gozaba de una buena posición económica, pero desde temprana edad quedó huérfano junto a sus cinco hermanos. Bajo la tutela de su padrino, el Dr. Joaquín Fábregas, es enviado a La Habana donde recibe educación en el colegio de Belén desde los 9 años de edad.
Por recomendación de su tutor, el 20 de junio de 1872 es enviado, junto con su hermano Pedro, a Barcelona, donde continuó los estudios de bachiller. Posiblemente, el principal hecho que influyó en esta decisión fue el horrendo crimen perpetrado por las autoridades españolas, con el fusilamiento de ocho estudiantes de medicina en La Habana, que había acontecido apenas siete meses antes, el 27 de noviembre de 1871. Muchas familias de la época, en justo temor por la vida de sus hijos, decidieron enviarlos a estudiar lejos del convulso ambiente que se vivía en la isla. Por otra parte, existía un mandato real donde se le prohibía a la juventud criolla emigrar para estudiar en Francia o en EE.UU. a fin de evitar la aparición de ideas independentistas, que predominaban en ambos países.
Con 13 años de edad inició los estudios preparatorios para ingresar en la Facultad de Medicina donde se destacó como un alumno aventajado y el acogido por famosos maestros. Ya graduado de Doctor en Medicina, con solo 18 años, resultaba demasiado joven para ejercer la profesión en Cuba, además, la Constitución se lo prohibía. Por eso, antes de regresar a su patria decide marchar a Francia con el objetivo de ampliar sus conocimientos y tomar cursos de posgrado.
Fue el primer cirujano en Francia que realizó la prostatectomía perineal para el tratamiento del cáncer prostático. Está reconocido como el inventor de un instrumento conocido como uña de Albarrán y con ello hizo que la cateterización ureteral fuera una práctica urológica más fácil. En el escenario clínico fue el primero en proyectar la nefrostomía y observó que en la anuria secundaria a los cálculos renales, el drenaje mediante nefrostomía era esencial antes del tratamiento definitivo del cálculo. Ganó tres veces el Premio Goddard -de la Academia Francesa de Medicina- y el premio Tremblay. En 1908 dirigió el «Primer Congreso Internacional de Urología».
Este excepcional clínico, urólogo, histólogo y bacteriólogo, falleció en París el 17 de enero de 1912 a los 51 años de edad como consecuencia de una tuberculosis. La enfermedad la había contraído en el Hospital Necker al terminar una nefrectomía a un paciente joven que padecía de tuberculosis renal. Accidentalmente, un escalpelo contaminado se deslizó más allá del pretendido objetivo y produjo una pequeña incisión en la mano del afamado médico. Albarrán era diabético desde hacía un tiempo. Veinte días después de este accidente encontró la muerte, un hecho que tuvo lugar en el mismo año que había sido nominado para el «Premio Nobel de Medicina».
Sus numerosos aportes y reconocimientos han valido de justificación para que su nombre figure como un epónimo bien conocido en la medicina y la investigación biomédica cubana e internacional:
– Síndrome Albarrán-Ormond: Fibrosis inflamatoria retroperitoneal; nombrado por el urólogo americano John Kelso Ormond (1886-1978), también conocido como síndrome de Gerota, por el anatomista y urólogo rumano Dimitrie Gerota.
– Glándulas de Albarrán: También llamadas túbulos de Albarrán, son unos túbulos subtrigonales localizados en la próstata.
– Signo de Albarrán: Un signo de cáncer en la pelvis del riñón.
– Uña de Albarrán: Complemento del citoscopio.
– Prueba de Albarrán: Mediante la medición de volumen y la concentración de la orina eliminada determina la perdida de tejido renal.
– Enfermedad de Albarrán: Se le da este nombre a la colibaciluria.
– Operación de Albarrán: En la que se realiza una resección de la pelvis renal dilatada.
– Uretrótomo de Albarrán: Que se usa para realizar cortes a ciegas en las intervenciones quirúrgicas.
Referencias: