Hace cuarenta años, la Región de las Américas desempeñó un papel crucial en la elaboración y la negociación de la Declaración de Alma-Ata, en la que se definió la atención primaria de salud como una estrategia esencial para la meta de salud para todos y como un enfoque integral para la organización de los sistemas de salud.
Desde entonces, los valores y principios de la atención primaria de salud han constituido la base de muchos mandatos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y han guiado la transformación de los sistemas de salud en la Región. Las repercusiones positivas de la atención primaria de salud sobre la reducción de la mortalidad, la morbilidad y las inequidades en materia de salud son bien conocidas.
40 años después de la declaración sobre atención primaria de salud en Alma-Ata, países de todo el mundo firmaron hoy la Declaración de Astaná, durante la primera jornada de la Conferencia Mundial sobre Atención Primaria de la Salud 2018, y prometieron fortalecer sus sistemas de atención primaria de salud (APS) como un paso esencial para lograr la cobertura universal de salud. Esta declaración reafirma la histórica Declaración de Alma-Ata de 1978, la primera vez que los líderes mundiales se comprometieron con la atención primaria de salud.
"Hoy, en lugar de salud para todos, tenemos salud para algunos", afirmó el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Todos tenemos la solemne responsabilidad de garantizar que la declaración de hoy sobre atención primaria de salud permita a todas las personas, en todas partes, ejercer su derecho fundamental a la salud", sostuvo.
Si bien la Declaración de Alma-Ata de 1978 sentó las bases para la atención primaria de salud, el progreso en las últimas cuatro décadas ha sido desigual. Al menos la mitad de la población mundial carece de acceso a servicios de salud esenciales, incluida la atención de enfermedades no transmisibles y transmisibles, la salud materna e infantil, la salud mental y la salud sexual y reproductiva.
"Aunque el mundo es hoy un lugar más saludable que nunca antes para los niños, casi 6 millones mueren cada año antes de cumplir 5 años, principalmente por causas prevenibles, y más de 150 millones tienen retraso de crecimiento", indicó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. "Nosotros, como comunidad global, podemos cambiar eso al acercar los servicios de salud de calidad a quienes los necesitan. De eso se trata la atención primaria de salud", subrayó.
La Declaración de Astaná se realiza en medio de un creciente movimiento mundial para lograr una mayor inversión en atención primaria de salud, con el fin de alcanzar una cobertura universal de salud. Los recursos de salud se han centrado abrumadoramente en intervenciones hacia enfermedades individuales en lugar de en sistemas de salud sólidos e integrales, una brecha destacada por varias emergencias de salud en los últimos años.
La participación de los países de las Américas
Delegaciones de gobiernos, sociedad civil y academias de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú, Surinam, y más de un centenar de países del mundo, asisten a la Conferencia en Astaná.
Los países de la región de las Américas participaron en la elaboración de la Declaración, en un proceso coordinado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los aportes regionales contribuyeron a enriquecer el documento final.
Durante la conferencia, Cuba renovará su compromiso para alcanzar la salud universal y expondrá los avances, valores y principios de este modelo de atención sanitaria, que incluyen el derecho a la salud, la equidad, la solidaridad, la justicia social y la participación y la acción multisectorial, entre otros.
La Conferencia Mundial sobre Atención Primaria de Salud se lleva a cabo del 25 al 26 de octubre en Astaná, Kazajistán, organizada conjuntamente por la OMS, Unicef y el Gobierno de Kazajistán. Los participantes incluyen ministros de salud, finanzas, educación y bienestar social; trabajadores de la salud y defensores de pacientes; delegados y activistas juveniles; y líderes que representan instituciones bilaterales y multilaterales, organizaciones de defensa de la salud global, sociedad civil, academia, filantropía, medios de comunicación y el sector privado. La Declaración de Astaná, adoptada en la conferencia, establece compromisos en cuatro áreas clave: (1) tomar decisiones políticas audaces para la salud en todos los sectores; (2) construir una atención primaria de salud sostenible; (3) empoderar a individuos y comunidades; y (4) alinear el apoyo de los interesados ​​con las políticas, estrategias y planes nacionales.
Lea la Declaración de Astaná.
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