Es posible que en ocasiones resulten insuficientes los recursos financieros para llevar a cabo determinadas acciones, pero lo que no puede faltarnos es cultivar el detalle en el servicio que ofrecen nuestras instituciones de salud y cuidar que no se deterioren innecesariamente los equipos médicos ni las instalaciones.
Así lo valoró el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en un encuentro de trabajo desarrollado recientemente donde se analizó de manera general la situación actual del sistema de salud cubano, uno de los más importantes programas sociales desarrollados por la Revolución.
Al respecto, José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, informó sobre el trabajo que se desarrolla para mejorar la atención en consultorios, policlínicos, hospitales e institutos, a la par que se ha ido consolidando un mayor avance científico, lo cual constituye también una garantía del desarrollo.
Se explicó que en la infraestructura del sistema de salud cubano se contabilizan, entre otras instituciones, más de 10 800 consultorios médicos de la familia, 450 policlínicos, 12 institutos, 29 bancos de sangre, 150 hogares de ancianos, 13 universidades y 25 facultades de ciencias médicas. En ellas se desempeñan más de 480 000 trabajadores de la salud, el 71 % de los cuales son mujeres.
El envejecimiento de la población, de la cual el 20,1 % tiene en la actualidad 60 años o más, unido a la disminución de la fecundidad y la natalidad, constituye uno de los principales retos para nuestro sistema de salud. Ante tal realidad, se han adoptado un conjunto de medidas dirigidas a incrementar los hogares de ancianos, los servicios de geriatría, los círculos y casas de abuelos, la atención a la pareja infértil, entre otras acciones asociadas al escenario demográfico del país.
Otros desafíos lo constituyen el incremento de enfermedades crónicas no transmisibles; el cambio climático y que las investigaciones e innovaciones tecnológicas respondan a los principales problemas de salud.
Respecto a los resultados más significativos producto a las transformaciones desarrolladas en el sistema de salud, Portal Miranda aseguró que desde el año 2010 al 2018 se adecuaron las plantillas a las necesidades de los servicios, lo que permitió una utilización más eficiente de los recursos humanos. También se incrementó el número de especialidades médicas que se ofrecen en los policlínicos para lograr una mayor resolutividad y calidad de los servicios que se prestan en este nivel de atención.
De la misma manera, en el 2017 se contabilizaron cifras superiores al año precedente en consultas de atención primaria y en cirugías; en esta última se han practicado más de un millón de intervenciones por sexto año consecutivo.
La tasa de mortalidad infantil, de 3,8 por cada mil nacidos vivos, ha permitido que por diez años dicha cifra se mantenga por debajo de cinco. Se destacó, además, que desde el 2015 Cuba se convirtió en el primer país del mundo en eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH y la sífilis congénita.
La docencia médica fue reconocida como otra de las fortalezas, tanto en cursos de pregrado como de posgrado, la cual permite un desarrollo sostenido de profesionales con una capacitación cada vez superior.
Asimismo, se puntualizó sobre ciencia, innovación y calidad; los ensayos clínicos; el aumento de la producción local de fitofármacos y apifármacos; la incorporación de tecnologías médicas; los resultados en la economía y los servicios; la cooperación médica en el exterior; la exportación de servicios y la informatización del sistema nacional de salud.
Como prioridades de trabajo para el presente año, el Ministro de Salud Pública definió la necesidad de consolidar las transformaciones que permitan avanzar en el rescate de los conceptos fundacionales del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, así como en la solución de los problemas que aún inciden en la calidad de los servicios que se prestan en las instituciones de salud.
Igualmente comentó, entre otras, el fortalecimiento de la higiene, la epidemiología y la microbiología; perfeccionar el trabajo docente educativo de pre y posgrado; el desarrollo de la ciencia; mejorar la calidad de los servicios farmacéuticos; continuar incrementando la colaboración médica internacional y garantizar la eficiencia y el uso racional de los recursos en el sector.
Acerca del programa del médico y la enfermera de la familia, el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Roberto Morales Ojeda, valoró que resulta clave para descargar de los hospitales la atención innecesaria de un grupo de pacientes cuyas dolencias pudieran ser tratadas con efectividad en los consultorios y contribuir con ello, además, al ahorro de recursos.
En tanto, el Presidente cubano insistió en prestar especial interés al buen trato del personal que labora en las diferentes instituciones de salud, desde un cuerpo de guardia hasta cualquier consulta especializada. Este es un sector donde hay mucho compromiso, experiencia y cultura, reconoció.