Resistant Hypertension: Detection, Evaluation, and Management

Resistant Hypertension: Detection, Evaluation, and Management: A Scientific Statement From the American Heart Association
Carey RM, Calhoun DA, Bakris GL, Brook RD, Daugherty SL, Dennison-Himmelfarb CR, y cols.
Hypertension. 2018;0:HYP.0000000000000084 (Ahead of print)

La hipertensión resistente (HR) se define como la elevación de la presión arterial (TA) en un paciente a pesar del uso simultáneo de 3 tipos de fármacos antihipertensivos diferentes, que incluyen un bloqueador de los canales de calcio de acción prolongada, un bloqueador del sistema renina-angiotensina (inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina o bloqueador del receptor de angiotensina) y un diurético.

Los fármacos antihipertensivos deben administrarse a dosis diarias máximas o las máximas toleradas. La HR también incluye pacientes cuya tensión arterial alcanza los valores objetivo en ≥ 4 medicamentos antihipertensivos.

El diagnóstico de HR requiere que el médico tenga la seguridad de la adherencia a la medicación antihipertensiva y la exclusión del "efecto de bata blanca" (BB de la oficina por encima del objetivo pero fuera de la oficina en el objetivo o debajo de este).

La importancia de la HR queda demostrada por el riesgo asociado de resultados adversos en comparación con los pacientes con no-HR. Este artículo es una declaración científica actualizada de la American Heart Association sobre detección, evaluación y manejo de la HR.

Una vez que se confirma la adherencia a la medicación antihipertensiva y las grabaciones de TA fuera de la oficina excluyen un efecto de bata blanca, la evaluación incluye la identificación de problemas de estilo de vida que afecten, la detección de medicamentos que interfieren con la eficacia de la medicación antihipertensiva, detección de hipertensión secundaria y evaluación del daño del órgano diana. El manejo de la HR incluye la maximización de las intervenciones en el estilo de vida, el uso de diuréticos de acción prolongada tipo tiazida (clortalidona o indapamida), la adición de un antagonista del receptor mineralocorticoide (espironolactona o eplerenona),
y, si la TA permanece elevada, la adición gradual de fármacos antihipertensivos con mecanismos de acción complementarios para menor BB. Si la presión arterial no se controla, se recomienda derivar a un especialista en hipertensión.

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