Diría el novelista portugués José Saramago que “los escritores hacen la literatura nacional y los traductores hacen la literatura universal”. Y mucha razón hay en esa frase. Los traductores son, en gran medida, facilitadores de la comunicación humana y su quehacer va enfocado a la preservación y estudio de la diversidad lingüística del planeta.
Cada 30 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Traducción. La efeméride coincide con el día del fallecimiento de Jerónimo de Estridón, traductor de la Biblia y santo patrono de los traductores y fue promovida por la Federación Internacional de Traductores desde su creación en 1953, a fin de mostrar la solidaridad de la comunidad de traductores en todo el mundo.
A pesar de ser una actividad milenaria, la traducción (que incluye también la interpretación), ha evolucionado en las últimas décadas debido al uso y manejo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. De ahí que sea una tarea vinculada, por excelencia, al uso, procesamiento y manejo de la información con el marcado propósito de eliminar las barreras lingüísticas y, por tanto, con la función de promover el intercambio de información con el resto del mundo.
La traducción y la interpretación como parte de los servicios de una red
Cuando se hurga en la historia del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM) y de la red Infomed, resulta de interés obligatorio estudiar los primeros servicios que brindó el propio Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas, entre los que destaca, de manera singular, el servicio de traducción e interpretación. El departamento de traducciones se creó en el año 1971 como parte del CNICM que había surgido en 1965. Desde esa fecha, y hasta la actualidad, se ha ocupado de traducir gran parte del material científico-técnico que han necesitado los profesionales de la salud de nuestro país para el desarrollo de esta esfera.
“Comencé a trabajar en el departamento de traducciones del centro como traductora e intérprete en julio de 2003. Para esa fecha ya tenía 20 años de experiencia en este campo y en la docencia. Pensé que no estaría mucho tiempo aquí, pero me enamoré del proyecto CNICM-Infomed y desde entonces hasta hoy soy parte de los profesionales que trabajan día a día en las tareas que permiten dar cumplimiento a los objetivos de salud de nuestro país”. Así manifiesta la licenciada en Lengua Inglesa Gretchen González Nieto, quien es parte de la red de traductores del sistema de salud cubano.
“En el CNICM he desarrollado varias funciones en estos años. Entre las que destacan la traducción al español y al inglés de documentos, resúmenes, artículos del propio centro y de otros usuarios de la red. También traduzco al inglés algunas de las revistas cubanas de salud, que es uno de los objetivos principales de trabajo del grupo. Hago interpretación bilateral y consecutiva para el CNICM, para la dirección de relaciones internacionales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), para los eventos de las sociedades científicas de la salud. Un proyecto muy agradable fue traducir y subtitular los audiovisuales que produce nuestro centro en su proyecto Tributo. Me ocupo, además, de atender la lista de distribución y discusión de los traductores del sistema nacional de salud, además de otras tareas que me han asignado en el colectivo laboral”.
Traducir e interpretar: experiencias y desafíos
Para la licenciada Gretchen González el reto está en la superación constante del profesional de la traducción. Considera que el trabajo debe estar respaldado por un notable interés de conocer y de estudiar conceptos, vocablos, temas, expresiones…
“Tanto la interpretación como la traducción tienen su encanto y sus complejidades. Las dos exigen que uno estudie siempre. Particularmente pienso que nadie lo domina todo en ningún escenario. Cada texto a traducir y cada interpretación a realizar son un nuevo camino a explorar. El resultado final es una creación que mucho tiene que ver con nuestra habilidad de mediadores de la comunicación. Ese proceso de creación es un arte. Y eso, en particular, me gusta mucho”.
–Llevas trece años vinculada al Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas. Entre las variadas tareas que has realizado, ¿recuerdas alguna, quizás en el campo de la interpretación, que te haya impactado de manera particular?
“Recuerdo en 2004 una semana muy fuerte de interpretación para el Instituto de Oftalmología, durante la visita del Orbis. Yo llevaba solo un año en el centro. Tuve que asistir a un cirujano norteamericano en su consulta a los pacientes. Había una niña de unos 10 años, cuyo caso no tenía solución. No podría recuperar nunca su visión. El médico se lo informó a la niña junto a sus padres. Tuve que hacer un esfuerzo tremendo para encontrar las palabras exactas. La niña nos escuchó muy seria y le dijo al médico “Lo único que quiero es ver los muñequitos como mis amigos”. No aguanté más. Necesité casi 20 minutos para recomponerme. Fue muy duro”.
¿Consideras la especialización en salud un reto para el trabajo que realizas en el CNICM?
“Las ciencias de la salud son muy cambiantes. Se desarrollan constantemente. Mi trabajo impone muchos retos y eso es lo que más me gusta de él. El traductor, en su concepto más amplio, tiene que estudiar siempre y leer en sus idiomas de trabajo ya que surgen palabras nuevas y se modifican otras. Si no las conoces o al menos no sabes dónde buscarlas, no puedes hacer un trabajo correcto. Solo una vasta cultura y el estudio puntual de los temas, nos permiten brindar el servicio de excelencia que los usuarios de red de salud merecen, y que desarrollamos desde que se creó el departamento de traducciones del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas hace ya 45 años”.
Por: Lic. Jorge Noel Marqués, Centro Virtual de Convenciones de Salud, CNICM/Infomed.