En el presente curso escolar 2017/2018 se cumplen 35 años del inicio de la educación médica superior en la Isla de la Juventud, gracias a la idea del Comandante en Jefe de llevar la municipalización de la enseñanza universitaria a todos los territorios del país.
A lo largo de estas tres décadas y media ha sido destacable el entusiasmo, las motivaciones de estudiantes y de aquel grupo de profesores que comenzaban sus labores como docentes y que sin tener conocimientos pedagógicos como en la actualidad, sí poseían un gran compromiso con el cumplimiento de tarea de la formación de médicos y estomatólogos en sus últimos años de la carrera.
Algunos de estos profesores ya no están presentes como es el caso de los doctores Jorge Gómez, Lázaro Fonseca y Hugo Fournier y otros ya se han jubilado como Ángel Salabarria, Antonio Mayol, Ruth Roca, etc. Debemos recordar y agradecer la labor de un grupo de profesores ya consagrados que por la labor directiva que desarrollaban en aquel entonces contribuyeron decisivamente al desarrollo de la educación médica superior en el territorio, entre los que se encuentran los profesores Juan Vela Valdés, Juan M. Diego Cobelo, María del Carmen del Valle y Portilla, Alejandro García Gutiérrez Biarda Añe González (estos 2 últimos ya fallecidos).
Los 35 años de la enseñanza médica superior han tenido un gran impacto en el desarrollo de la salud pública pinera, no solo por haber formado más de mil profesionales de la salud (médicos, estomatólogos, licenciados en enfermería y tecnología de la salud, psicólogos de la salud) si no porque han contribuido a la estabilidad del capital humano y su desarrollo científico, a elevar el nivel de salud de la población, a alcanzar indicadores de salud favorables, a tener servicios de excelencia, a contar con un claustro de profesores con categorías docentes superiores y a la ayuda a otros pueblos del mundo a través de la colaboración internacionalista.
Todo el camino recorrido nos impulsa y compromete a seguir avanzado en el desarrollo científico, en el desarrollo basado cada día más en la tecnología científica con que contamos y sobretodo en la formación de profesionales y técnicos con un mayor compromiso político, con una formación integral, humanística y cuyo principal deber es la atención al pueblo y el papel importante de los profesores como conductores y guías que tienen en estos momentos en la formación de los nuevos profesionales pineros.