El trabajo, no sólo el empleo, es crucial para el progreso humano: de los 7.300 millones de personas en el mundo, 3.200 millones cuentan con puestos de trabajo y muchos otros se dedican al trabajo de cuidados no remunerado, al trabajo creativo, voluntariado, o se preparan como futuros trabajadores.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2015 "Trabajo al servicio del Desarrollo Humano" examina los vínculos, tanto positivos como negativos, que se dan entre el trabajo y el desarrollo humano en un mundo rápidamente cambiante. El avance de la globalización, la revolución tecnológica, los cambios demográficos y muchos otros factores están creando nuevas oportunidades, pero también presentan riesgos. El informe examina cómo los beneficios de este nuevo mundo de trabajo no se distribuyen por igual, lo cual da lugar a ganadores y perdedores.
El reporte aboga por una noción de trabajo más amplia, que va más allá del empleo, para hacer frente tanto a aquellos desafíos persistentes en el trabajo remunerado y no remunerado – tales como las depravaciones humanas, las desigualdades, la falta de sostenibilidad y las desigualdades de género – como a los emergentes –la trasformación de puestos de trabajo, la falta de capacidades, el cambio climático y otros.
La publicación concluye con una serie de recomendaciones sobre cómo mejorar el progreso humano a través de la promoción de los derechos de los trabajadores y de un mayor acceso a la protección social.