Desde 1962 hasta 2016 las afectaciones del BLOQUEO a la salud pública cubana ascienden a 82 millones 723 mil 876 dólares.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, se encuentra en Nueva York para asistir a una nueva votación en la Asamblea General de la ONU sobre la necesidad de levantar el bloqueo estadounidense contra la nación caribeña.
Rodríguez intervendrá este miércoles en la plenaria de 193 países, foro donde en los últimos 24 años el cerco económico, comercial y financiero vigente por más de medio siglo ha sido rechazado de manera categórica la comunidad internacional.
El proyecto de resolución que se someterá a la Asamblea llama al levantamiento de sanciones unilaterales, cuyos daños económicos a nuestro país se estima ascienden a 753 mil 688 millones de dólares, considerando la depreciación de esa moneda frente al valor del oro.
La iniciativa adoptada en 2015 contó con 191 de los 193 votos posibles, resultado que dejó una vez más aislado a Estados Unidos, únicamente acompañado por su aliado Israel.
Nadie duda aquí que el cerco norteamericano volverá a recibir el 26 de octubre un contundente rechazo, a partir de las críticas que genera en los cinco continentes.
A finales de septiembre, alrededor de 40 presidentes, primeros ministros y cancilleres aprovecharon la oportunidad de dirigirse al mundo, que le brinda el debate anual de alto nivel de la Asamblea General, para abogar por el fin del bloqueo.
Bolivia, Venezuela, México, Nicaragua, Uruguay, Jamaica, Costa Rica, San Vicente y las Granadinas, Angola, Tanzania, Vietnam, Laos, la República Popular Democrática de Corea, Palau e Islas Salomón, entre otras naciones, defendieron el fin de las sanciones de Washington contra Cuba.
INFORME DE CUBA 2016
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2.1. Derecho a la salud y a la alimentación
La esencia humanista y de justicia social que caracteriza a la Revolución Cubana ha posibilitado que, desde su triunfo en 1959, se garantice la atención médica gratuita a toda la población del país. El desarrollo alcanzado en el sector de la Salud Pública a lo largo de más de 58 años es innegable. Los indicadores que Cuba exhibe, y que son ampliamente reconocidos en los foros internacionales son una muestra de ello.
No obstante, este sector no ha estado exento de la aplicación rigurosa del genocida bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos. La afectación monetaria acumulada de esta política en la salud pública cubana desde su inicio es de 2 mil 624,1 millones de dólares, mientras que en el periodo que abarca este informe, los daños ascienden a 82 millones 723 mil 876, 18 dólares. Ello significa un incremento en más de 5 millones de dólares con respecto al período comprendido entre abril de 2014 y abril de 2015.
Estas afectaciones se manifiestan en la imposibilidad de adquirir en los mercados estadounidenses medicamentos, reactivos, piezas de repuesto para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental médico, y otros insumos necesarios para el funcionamiento del sector. En la mayoría de los casos, la adquisición de estos productos ha sido en mercados geográficamente distantes, lo que la torna más onerosa pues se tiene que recurrir a intermediarios, y provoca, además, una demora en el tratamiento a los pacientes. Los productos alternativos utilizados poseen, en muchos casos, una calidad inferior que los disponibles en el mercado estadounidense, lo que atenta en contra de los tratamientos.
El bloqueo afecta, además, el número de jóvenes estadounidenses de bajos ingresos económicos que pudieran matricular la carrera de medicina o acceder a cursos de superación post-gradual, en distintas ramas de las ciencias médicas en Cuba.
Además de estas afectaciones de carácter cuantificable, a continuación, se presentan ejemplos de mucha sensibilidad humana e imposibles de cuantificar:
– Resulta incalculable el efecto que tiene sobre el sistema de salud público cubano el robo de cerebros y de mano de obra especializada de este sector, a través del llamado programa de “Parole para Profesionales Médicos Cubanos” (CMPP, por sus siglas en inglés). Este programa, establecido en 2006, solo se aplica a médicos y otro personal sanitario cubano que trabaja en una misión internacional fuera de Cuba. Esto afecta no solo a los pacientes de terceros países que se encuentran bajo el cuidado de esos profesionales en el país donde realizan su misión, sino que representa a futuro menos personal que contribuye directamente a la salud del pueblo cubano. A pesar de la mejora en las relaciones bilaterales entre ambos países, este programa sigue vigente y es representativo de la política de agresión que mantiene el gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba.
– El Instituto de Neurología y Neurocirugía “Dr. José Rafael Estrada González”, reporta que en enero de 2016 recibió una delegación de funcionarios de la empresa norteamericana Medtronic, que controla una parte significativa de la venta y post venta de equipos médicos de diversos tipos. En particular, Medtronic comercializa productos de interés para la neurología y la neurocirugía, algunos de ellos de forma exclusiva, como es el caso de los estimuladores cerebrales profundos para el tratamiento de enfermedades neurológicas. Sin embargo, hasta la fecha el bloqueo contra Cuba ha impedido la compra de los estimuladores antes mencionados. Durante esta visita, los funcionarios de Medtronic confirmaron que aún la empresa no está autorizada para establecer contratos con Cuba. En consecuencia, las decenas o cientos de pacientes cubanos con enfermedad de Parkinson (y otros trastornos neurológicos) que pudieran mejorar su calidad de vida con la implantación de estos estimuladores, no pueden recibir este tratamiento. La empresa General Electric comercializa equipos médicos para el estudio del sistema nervioso periférico. En noviembre de 2015, especialistas en neurofisiología clínica de este Instituto contactaron a un representante de la empresa estadounidense, para expresar el interés del centro en adquirir un equipo de ese tipo y entrenar a un especialista cubano para su manejo. Sin embargo, en febrero del 2016 el representante de General Electric respondió que su empresa no estaba autorizada a comerciar sus productos con Cuba como consecuencia de la política de bloqueo.
– La empresa FARMACUBA solicitó a 4 proveedores estadounidenses medios de protección, y productos químicos y biotecnológicos para la elaboración de medicamentos en Cuba. Entre ellos a la empresa multinacional SIGMAALDRICH, quien se negó a responder a la solicitud cubana debido a las complicaciones derivadas de la aplicación del bloqueo estadounidense.