Con el compromiso de preservar el bienestar del pueblo cubano, y de cualquier nación que lo necesite, tuvo lugar, este miércoles, la ceremonia de graduación de más de 900 profesionales de la Salud (médicos, estomatólogos, enfermeros, entre otros) procedentes de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana (UCMH).
Este día constituye no solo una meta alcanzada, sino también un punto de partida para nuestros alumnos, y nos sentiremos plenamente satisfechos cuando, al incorporarse a sus nuevos puestos laborales, puedan dar lo mejor de sí, “para contribuir con su preparación técnica, científica, humanista y revolucionaria, a consolidar las proyecciones de trabajo de la Universidad”, manifestó Luis Alberto Pichs García, rector de la UCMH.
Como principal objetivo del centro para los próximos años, destacó la consolidación de estrategias de formación, capacitación e investigación, que ayuden a elevar los indicadores del estado de salud de la población, a incrementar la calidad y satisfacción de nuestro pueblo con los servicios médicos que recibe, y a hacer más eficiente y sostenible el sistema nacional de salud, garantizando su desarrollo.
Pichs García, además, homenajeó, a nombre de esa institución, a Fidel en su 90 cumpleaños , “por su permanente vinculación con nuestro centro universitario, que construyó con sus sueños y guía con su ejemplo”. Para ello, hizo entrega de un álbum fotográfico (contentivo de una parte importante de los resultados del centro) a Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y ministro de Salud Pública, para hacerlo llegar al líder de la Revolución Cubana.
Asimismo, Morales Ojeda extendió un reconocimiento a la UCMH, por los 40 años de constituirse como centro educacional del Ministerio de Salud Pública, adscrito al Ministerio de Educación Superior.
“La mejor manera de graduarnos es comprender la responsabilidad que asumimos con nuestro pueblo y nuestros antecesores”, señaló, asimismo, Claudia Iris Alemañy, mejor graduada integral. “Para nosotros es un privilegio unirnos a este ejército de batas blancas, cuyo objetivo es transitar sin pausa por los caminos del mejoramiento humano”, expresó también.
“La felicidad real no es nuestra, es para ti, querida Cuba, por permitirnos decir hoy que somos médicos cubanos, defensores de los débiles y de las causas justas”, dijo igualmente Mohammed Abu Srom, de Palestina, quien fuera distinguido como el mejor graduado extranjero de la promoción, a nombre de los 124 estudiantes de 32 países que recibieron, también, sus diplomas.
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