Con gran pesar hemos despedido el pasado jueves 28 de junio de este año 2016, al Coronel Dr. Héctor Conde Rico, quien falleció apenas tres meses después de haber cumplido 80 años de edad.
El doctor Conde Rico nació en Pinar del Río, el 14 de marzo de 1936, donde realizó sus estudios primarios, secundarios y de bachillerato. Inició tempranamente sus actividades revolucionarias como Secretario General de la Asociación de Estudiantes del Instituto de Pinar del Río, militando en el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) y participó en el Congreso de Estudiantes de Segunda Enseñanza celebrado en la Universidad de La Habana en el año 1954.
Durante sus estudios de bachillerato fue detenido en varias ocasiones, por sus actividades en el movimiento estudiantil revolucionario. Más tarde, siendo ya estudiante de medicina en la Universidad de La Habana, participó en manifestaciones con el MNR y el Directorio Revolucionario durante los años 1955 y 1956.
Al cierre de la Universidad regresó a su ciudad natal y comenzó a militar en el Movimiento 26 de Julio (M-26-7), siendo nombrado, a finales de 1957, Coordinador del Movimiento en Mantua, cargo que desempeñó hasta el triunfo de la Revolución en 1959, año en el que se le asignó la responsabilidad de Comisionado del municipio.
Con la reapertura de la Universidad, ingresó en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) para concluir su carrera de medicina mediante el sistema estudio-trabajo. Durante la agresión de Playa Girón se movilizó en la Base Aérea de San Antonio de los Baños y en la Crisis de Octubre fue ubicado como médico de batallón en Guantánamo.
Concluyó los estudios de medicina en julio de 1963 y fue a cumplir su Servicio Social en el Caney de las Mercedes, donde fue nombrado Director del Hospital “Mariano Pérez Bali”. Ese mismo año, en que se iniciaba el proceso de construcción del PCC en el Ejército Oriental, integró las filas del Partido, por lo que ostentaba la condición de Fundador.
En 1964 se desempeñó como Subdirector del Hospital Militar de Santiago de Cuba y en 1967 fue nombrado Director del Hospital Naval “Dr. Luis Díaz Soto”, responsabilidad que asumió hasta 1969, en que fue promovido a la Dirección de Servicios Médicos de las FAR, donde ocupó los cargos de Jefe de Sección, 2do. Jefe de la Dirección y posteriormente Jefe de la Dirección de Servicios Médicos del Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR).
Paralelamente a estas responsabilidades militares, asumió también las tareas y responsabilidades políticas que se correspondían con su compromiso social y militancia partidista. Asumió el cargo de Secretario del Buró del PCC de Retaguardia y miembro de la Comisión adjunta de las FAR durante más de 5 años.
Cumplió misión internacionalista en Angola desde junio de 1976 hasta enero del año 1978. Dirigió una Asociación de Combatientes de la Revolución durante 10 años. En mayo de 1984 fue nombrado Jefe de la Dirección Uno del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), cargo que desempeñó hasta su retiro en el año 2010.
A lo largo de su vida profesional, militar y política, en reconocimiento a su alto sentido del deber y la pasión que siempre puso en el cumplimiento de todas las tareas que se le asignaran, recibió 19 condecoraciones, de ellas una orden, 11 medallas y 7 distinciones, entre las cuales destacan: la Orden por el Servicio a la Patria en las FAR de 3ra clase, Medalla de la Lucha Clandestina, Combatiente Internacionalista, Medalla Ignacio Agramonte de 1ra, 2da y 3ra clase y las Medallas por los XX, XXX y XL Aniversario de las FAR. En el I Congreso de Hospitales Militares, celebrado en el año 2000, fue uno de los oficiales que recibió el Diploma de Reconocimiento por su contribución a los logros alcanzados por los Servicios Médicos de las FAR desde su fundación.
Como dijera Martí: “Toda muerte es principio de una vida”. Con la muerte física del Coronel de las FAR, Dr. Héctor Conde Rico, comienza la socialización de destacados aspectos de la vida de un hombre sencillo y modesto, que nunca hizo ostentación de sus grados, sus cargos y sus méritos, ejemplo imperecedero para las actuales y futuras generaciones de médicos, en especial, de médicos militares, amantes de la Patria y de la profesión que han elegido, las cuales exigen la entrega apasionada en el cumplimiento del deber.
Fuente Documental: C-vitae facilitado por la familia.
POR: María del Carmen Amaro Cano
Profesora Consultante Salud Pública.
FCM “General Calixto García”.
Vice-Presidenta Sociedad Cubana Historia de la Medicina.