Panamá, una experiencia a tener en cuenta

 
 

Uno de los temas más destacados en la recién finalizada Jornada Científica de Juristas del sector de la salud fue el papel de Panamá ante la interferencia de la industria del tabaco, y cómo ese país ha logrado, a través de diferentes alternativas,  controlar gradualmente algunas enfermedades crónicas no trasmisibles.

En tal sentido, dentro del programa de actividades sobresalieron dos conferencias: “Experiencia judicial de Panamá ante la interferencia de la industria tabacalera”, a cargo de la licenciada Genevieve Epailly Silvestri y “Avances de Panamá en el control de las enfermedades crónicas no trasmisibles, tabaco uno de sus factores de riesgo”, defendida por el licenciado en Derecho y Ciencias Políticas Guillermo Santamaría. 

Según la Coordinadora de Asesoría Legal en la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Salud de Panamá Epailly Silvestri, “la nación cuenta con una normativa muy grande, tiene ambientes 100 % libre de humo, defiende la regla del empaquetado y etiquetado, prohíbe la venta a menores de edad, cuenta con clínicas de cesación como opción para el fumador que es adicto donde se le brinda a estos enfermos un tratamiento integral que incluye el medicamento en forma gratuita”.

La licenciada manifestó que la industria tabacalera ha demandado alrededor de cinco veces al Ministerio de Salud. “Nosotros como entidad cuidadora de la salud de la población estamos en todo el derecho de regular las acciones que consideremos que afectan el bienestar de la población. De estos fallos tenemos tres a nuestro favor”.

“Nuestras medidas van encaminadas a convertirnos en una nación totalmente libre de humo. En Panamá se prohíbe la publicidad de paquetes de tabaco, se restringe la promoción de cigarrillos, el etiquetado no debe ser llamativo y los paquetes de cigarrillos no estarán a la vista de los posibles consumidores. También es ilícito patrocinar estos productos y el uso de dispositivos electrónicos, los cuales tienen un efecto altamente pernicioso”, agregó Genevieve Epailly.

Por su parte, el licenciado Guillermo Santamaría explicó las diferentes legislaciones que abogan por la prohibición del uso de productos de la industria tabacalera como factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas.

“Nuestra Ley 40, por ejemplo, contempla la educación constante que llevan a cabo el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación en las escuelas y centros educacionales. Protegemos legalmente a quienes padecen enfermedades degenerativas que producen discapacidad, tenemos a nivel nacional 36 clínicas de cesación de tabaco y establecimos una estrategia  -también nacional-  para la prevención integral de las enfermedades no trasmisibles y  de los factores de riesgo”, significó.

Asimismo Santamaría enfatizó el plan 2014-2025 que prevé una serie de actividades en la República de Panamá encaminadas a frenar el incremento de estas enfermedades. Este plan se caracteriza por el desarrollo de estilos de vida saludables.

“Se trata de destacar efemérides y temas para organizar caminatas, carreras en bicicletas y ejercicios aeróbicos, promover la venta de comida saludable y, en este caso, la prohibición de productos trans. En cuanto al comportamiento del consumo de tabaco nos toca seguir atentos para hacer cumplir lo legislado. Nuestro país tiene una tasa de prevalencia de 6.3 de consumo de tabaco, la más baja de América en la actualidad. Es un éxito que no podemos olvidar, por lo que nuestro trabajo está encaminado a alcanzar indicadores como estos, que nos hagan sobresalir entre otros países de la región”. 

Por: Lic. Johanna Pérez Martínez. Departamento de Servicios Especiales de Información. CNICM

 
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