Fernando, siempre estarás entre nosotros

 
 

El jueves 3 de septiembre de 2015 se efectuó un homenaje póstumo al DrC. Fernando Verdecia Fernández quien lamentablemente falleció el pasado 22 de agosto. Verdecia, de 73 años, fue un baluarte de la salud pública cubana y constituye, sin dudas, un ejemplo a seguir para los actuales y futuros trabajadores de este sector.

Un digno homenaje póstumo al DrC. Fernando Verdecia Fernández  se efectuó en la tarde de este  jueves en el anfiteatro del hospital universitario “General Calixto García”. Gracias a una acertada convocatoria de las Sociedades Cubanas de Salud Pública, de Educadores en Ciencias de la Salud y de Historia de la Medicina, el auditorio conoció las facetas  de este eminente como estudiante, médico, docente, directivo e investigador.

En presencia de Irma, su esposa, de sus hijas Vivian y Natali, así como de estudiantes, directivos y trabajadores del hospital Calixto García y de otras instituciones de salud,  los integrantes de un panel moderado por la profesora María Del Carmen Amaro, vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina  y entre los que se encontraban  la Dra. Lidia Tablada y los doctores Juan Vela y Héctor Terry relataron sus vivencias con el “Flaco” Verdecia.

Lidia, su compañera de curso y graduada junto a Fernando en 1969, lo definió como el hermano mayor y líder indiscutible de ese  grupo de estudiantes. Verdecia, dijo, se caracterizó por ser un ejemplo de entrega al trabajo y al estudio, aspecto este último en que siempre se destacó tanto por sus calificaciones como por sus conocimientos de los cuales daba muestra cotidianamente.

Añadió que fue un cubano legítimo, alegre, coqueto y compartidor,  enérgico y exigente; supo simultanear la fuerza y blandura de la razón humana; fue dueño de todos los puentes para llegar al corazón de los grupos más disímiles, desde nuestra inigualable “cafrada” hasta los más brillantes y disciplinados, todos los que conformamos la gran amalgama del curso del 69.     
Durante todos estos años supo luchar con sus innumerables armas por sus convicciones, enfrentar con valentía y dignidad momentos muy difíciles con sólidos criterios sin importarle la talla de sus adversarios transitorios. La Dra. Tablada destacó, además, el espíritu aglutinador de Verdecia en las últimas dos décadas “y su preciosa labor por mantenernos unidos a todos, incluidos los que están allende los mares, en un ambiente sincero, fraterno, familiar y de inmenso cariño.

Argumentó que el amigo no se va, se queda para siempre en lo más profundo  de los corazones de sus compañeros de su amado curso de 1969.

El Dr. Vela,  por su parte, recordó las transformaciones después del triunfo revolucionario de 1959 como el servicio médico rural, la aplicación de una medicina asistencial en lugar de una privada, y cómo, por primera vez, todos tenían acceso a los estudios de medicina y mencionó que Verdecia fue un abanderado de esos cambios.

Mencionó su meritoria labor como vicerrector del Instituto Superior de Ciencias Medicas de La Habana y su participación como presidente del tribunal de categoría docente. En este último cargo resaltó su humildad, decencia y corrección  en el momento de emitir sus criterios. Decía verdades, pero sin herir a nadie respetando a todas las personas, precisó.

Con respecto al trabajo desplegado en Oriente Sur,  el Dr. Terry elogió el desempeño de Verdecia en Manzanillo y en Santiago de Cuba, lugares donde, en breve tiempo, se vieron cambios  positivos. Asimismo resaltó sus resultados en diversas actividades como la confección de tesis de grado de residentes, el consejo de sociedades científicas y la formación del personal de  enfermería.

En la epidemia de dengue hemorrágico, en 1981, indicó Terry, Verdecia integró el grupo de  expertos del Ministerio de Salud Pública y del Ministerio del Interior que determinó la introducción del virus por parte de Estados Unidos. Esa labor posibilitó la correspondiente denuncia que hizo Cuba en aquel momento y en un día como hoy en el que hacemos este homenaje tan merecido es correcto mencionar su participación en ese importante hecho, precisó.

Al final tuvieron lugar dos hechos significativos: la entrega de un hermoso ramo de flores a Irma  que hizo la Dra. Tablada en nombre de la Universidad Médica de La Habana y la proyección de unas imágenes que mostraron diversos momentos de la  vida profesional de Fernando y su esposa.

Lic. Jorge Noel Marqués, Centro Virtual de Convenciones de Salud; 
Foto: Claudia Latorre, Dpto. de Audiovisuales, CNICM/Infomed.

 
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