The nature of feelings: evolutionary and neurobiological origins
Damasio A y Carvalho GB. Nature Reviews Neuroscience. 2013:14;143-52. Doi:10.1038/nrn3403
Los sentimientos son un componente trascendente de los mecanismos de regulación de la vida. Sus sustratos anatómicos se encuentran en todos los niveles del sistema nervioso, desde las neuronas individuales a los núcleos subcorticales y diferentes áreas de la corteza cerebral.
La supervivencia depende de que la fisiología del cuerpo se mantenga dentro de determinados valores. Para conservar la homeostasis es necesario detectar con rapidez los cambios que son dañinos y dar respuestas que corrijan esas condiciones.
Los sentimientos son experiencias mentales de los estados corporales. Los cambios en el estado del cuerpo causan reacciones fisiológicas automáticas y también sentimientos, como el hambre, la sed, el dolor o el miedo. Los cambios corporales se manifiestan topográficamente en el sistema nervioso central (SNC), específicamente en el tronco cerebral superior y en la corteza cerebral.
Los cambios registrados en esos mapas neuronales se comportan como elementos desencadenantes de las respuestas de la corrección fisiológica y, también, intervienen en la interrupción de las correcciones cuando la desviación se rectificó.
Los sentimientos parecen retratar la naturaleza favorable o desfavorable de una situación fisiológica, como una “experiencia sentida”, facilitando el aprendizaje de las condiciones responsables de los desequilibrios homeostáticos y sus correcciones respectivas, así como la anticipación de las condiciones adversas o favorables futuras. De este modo, los sentimientos proporcionarían un nivel adicional de regulación de la conducta.