Editorial del Chicago Tribune: Vacuna cubana contra el cáncer de pulmón podría ayudar a pacientes estadounidenses.

Cuba tiene una gran cantidad de tabaco – y un montón de cáncer. Pero el país,  famoso por sus Cohibas, también tiene algunos fármacos prometedores contra esta enfermedad, y los Estados Unidos ha puesto su mirada en ellos.

El cáncer de pulmón mata a más personas en los Estados Unidos que el cáncer de próstata, de mama y el colorectal juntos,  según la Asociación Americana del Pulmón. Las tasas de supervivencia son alarmantes.  El cáncer de pulmón es difícil de detectar en fases tempranas, y más de la mitad de los pacientes mueren dentro del año en que son  diagnosticados.

El mes pasado,  el grupo de investigación Roswell Park Cancer Institute, con sede en Búfalo, Nueva York, llegó a un acuerdo con un instituto cubano de biotecnología para importar y realizar ensayos clínicos con una vacuna contra el cáncer de pulmón.

La vacuna Cimavax no es una cura. Ayuda al sistema inmunológico a crear anticuerpos contra una proteína que hace que las células cancerosas crezcan. En esencia, ralentiza el progreso del tumor. La vacuna tiene bajos costos de producción y es mucho menos tóxica que la quimioterapia.

 Ensayos cubanos han demostrado que Cimavax puede alargar  la vida de los pacientes con cáncer de cuatro a seis meses.
Los científicos de Roswell piensan que esta vacuna podría ayudar a prevenir el cáncer de pulmón en el futuro. La directora ejecutiva de Roswell, Candace Johnson, dijo a Wired que espera obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los  Estados Unidos  para comenzar los ensayos clínicos dentro de un año.

Varios países europeos y Japón ya han comenzado los ensayos con Cimavax. Hasta hace poco, sin embargo, los  investigadores de los  Estados Unidos -y sus homólogos cubanos – no podía colaborar.

 Durante más de 50 años el bloqueo comercial de los  Estados Unidos ha negado a Cuba el acceso a la mayoría de los medicamentos e insumos estadounidenses. Eso no impidió que Cuba desarrollara un sistema modelo de salud pública. La empobrecida isla tiene más del doble de médicos per cápita que los Estados  Unidos  y la esperanza media de vida es la misma.

La investigación en biotecnología y la innovación médica han sido durante mucho tiempo prioridades para el gobierno cubano, pero los investigadores estadounidenses, apoyados por subsidios federales, no podían trabajar con ellos. Los proyectos de investigación financiados solo con capital privado, o por  fundaciones,  han podido penetrar  el opresivo bloqueo, pero esos proyectos son raros.

Desde diciembre, sin embargo, el panorama es diferente.  Gracias a sus poderes ejecutivos, el presidente Barack Obama suavizó muchas restricciones en el comercio y en  los viajes entre los dos países, incluyendo la autorización de proyectos de investigación conjuntos, como el acuerdo Cimavax.

Y créannos – queremos más proyectos como este.

Hay mucho que podemos aprender de los investigadores en Cuba. La industria biotecnológica del país tiene cerca de 1200 patentes internacionales y vende medicamentos y equipos a más de 50 países, según la Organización Mundial de la Salud,  también ha creado sus propias vacunas contra  la Meningitis B y la Hepatitis B y tiene prometedores medicamentos para ayudar a tratar los tumores en la cabeza, el cuello y el cerebro.

Unan el dinero y el músculo del sector de la investigación médica estadounidense con el de la inventiva cubana  y podrán estar al alcance todo tipo de avances. ¿Ven lo que nos hemos estado perdiendo? Medio siglo de tratar de aislar a Cuba ha sido malo también para nosotros.

Consejo Editorial
 19 de mayo de 2015
Tomado de Chicago Tribune
Traducido por CubaDebate
Disponible en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2015/05/24/editorial-del-chicago-tribune-vacuna-cubana-contra-el-cancer-de-pulmon-podria-ayudar-a-pacientes-estadounidenses/#.VWHU13mJj3g

 

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