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Dr.C Gilberto Pablo Pardo Gómez en su 92 aniversario

profesor-gilberto-pardo-gomezEl 2 de marzo del año 2018, celebramos el aniversario 92 del natalicio de un destacado médico cirujano, profesor, revolucionario y excelente ser humano, el DrC. Gilberto Pablo Pardo Gómez.

Hijo de Gilberto Pardo Machado y de Catalina Gómez Torres, nació en la ciudad de Holguín, el 2 de marzo de 1926. Cursó los estudios primarios en su ciudad natal y los estudios secundarios y el bachillerato en el Colegio de «La Salle», en El Vedado, en la capital del país.

Estimulado con el ejemplo de su padre, comenzó sus estudios de medicina en octubre de 1944, en la Universidad de La Habana. Fue Alumno Interno del Hospital “Las Animas” desde 1947 hasta 1949 y más tarde obtuvo una plaza de Alumno Interno en el Hospital “General Calixto García” para realizar los dos últimos años de la carrera, 6º y 7º, graduándose el 27 de octubre de 1951. Según él mismo confesara tuvo buenos maestros en la práctica quirúrgica y en la ética médica, los profesores: José Antonio Presno Albarrán y Roberto Guerra Valdés, quienes guiaron sus pasos al inicio y con su ejemplo le ayudaron a hacerse cirujano y luego le estimularon a hacerse profesor.

Obtuvo una plaza de médico interno de Cirugía en el propio hospital “General Calixto García”, cargo que desempeñó en la Clínica del Estudiante hasta 1953, en que obtuvo una plaza de Interno Rotativo, por un año, en el Hospital “Michael Reese”, en Chicago, Illinois, EUA.

De regreso a Cuba en 1955, obtuvo la plaza de Residente de Cirugía General en el Hospital “General Calixto García” y ese mismo año contrajo matrimonio con Irma Olivé Santana, con quien tiene tres hijos: Gilberto, Luis Manuel e Irma y tiene una nieta, Arianna y un biznieto, Rolando.

El triunfo revolucionario lo encontraría en el Hospital “General Calixto García”, donde ocupaba aun la plaza de Residente de Cirugía General y desde donde se había vinculado con la lucha clandestina contra la dictadura batistiana. Fue nombrado entonces como cirujano del Hospital de la Policía Nacional Revolucionaria, cargo que desempeñó hasta 1962, simultaneando esa actividad con la de Jefe de Cirugía del Hospital Nacional “Enrique Cabrera” desde 1960 hasta 1961 y cirujano del Hospital “General Calixto García”, desde 1961 hasta 1962 en que fue ubicado en el Hospital “Joaquín Albarrán”, donde permanece en la actualidad.

Pero el brillante cirujano no se dedicó a brillar solo, sino que ha dedicado la mayor parte de su vida profesional a formar a jóvenes cirujanos de diferentes promociones. Su desempeño en la docencia data del año 1960 y ha compartido sus saberes y habilidades, no solo con los estudiantes de pre y posgrado del antiguo Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana –hoy Universidad de Ciencias Médicas de La Habana- sino también con las Facultades de Medicina de Santiago de Cuba y de Santa Clara, en la antigua provincia de Las Villas.

El Profesor Pardo Gómez es especialista de II Grado en Cirugía General y Profesor Titular. Fue Miembro de la Comisión de Docencia de la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana, desde 1965 hasta 1969 y a lo largo de su trayectoria docente y científica ha asumido diversas responsabilidades, entre las que se destacan: Miembro del Comité de Convalidación de Especialidades Quirúrgicas (MINSAP – 1966), Miembro de la Comisión que elaboró y perfeccionó los programas de la Residencia de Cirugía General (1966, 1973, 1986 y 2008), Miembro del Tribunal para la ratificación y/o evaluación de las categorías de Profesor Auxiliar o Titular del personal nombrado con posterioridad al año de 1966 en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana (1976), Miembro de la Comisión Asesora del Director de la Escuela de Medicina de la Universidad de la Habana (1968 – 1976), Presidente de un Tribunal Estatal de Cirugía de la Provincia de la Ciudad de La Habana (abril – octubre de 1975, 1976, 1977 y 1978), Miembro de la Comisión Central Metodológica del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana (1977 – 1986), Miembro de la Comisión Nacional de Grados Científicos – Sección Biomedicina (1975- 2009), Autor del Programa de la asignatura Cirugía en el Plan de Estudios de Medicina, vigentes (1982) y del nuevo (2015), Miembro de la Comisión Nacional de Grados Científicos, que elaboró el programa para el examen de Candidatura de Especialidades Quirúrgicas (1983), Miembro del Tribunal de la Comisión de Grados Científicos – Sección Biomedicina, para hacer análisis de expedientes de aspirantes a convalidación de los grados de Candidato a Doctor y Doctor en Ciencias (enero 1983), Autor del programa de la parte de Cirugía del Internado General de Adultos (1983), Presidente de uno de los dos Tribunales para la Especialización de 2º grado en Cirugía General (1983 hasta la fecha), Miembro del Tribunal Permanente de Especialidades Quirúrgicas para obtener Grados Científicos (1985 hasta la fecha), Miembro de la Comisión que elaboró el programa de la Residencia de Cirugía Cardiovascular (1985), Presidente del CARE del ISCM-H hasta la actualidad y Presidente del Tribunal Permanente de Especialidades Quirúrgicas para obtener Grados Científicos (2006-2009).

A lo anterior se suma las actividades que ha realizado, dado su compromiso social y político, entre las cuales sobresalen: Director del Hospital Universitario “General Calixto García” (enero y febrero 1959), Jefe de la Unidad Quirúrgica (1960 – 1961) y Subdirector Facultativo del Hospital “General Calixto García” (1961 – 1962), Jefe de Departamento de Cirugía y Servicios (1962 – 1976), Subdirector Facultativo (1963 – 1965), Director  (1965 – 1967) y de nuevo Subdirector Facultativo del Hospital “Joaquín Albarrán” (1968 – 1970) y Jefe del Departamento Docente de Cirugía de la Facultad de Ciencias Médicas (1969 – 1976), responsabilidad que desempeñó simultáneamente con la de Subdirector Docente del Hospital “Joaquín Albarrán” (1970 – 1975) y Vice – Decano Docente de la Facultad # 3 “Finlay – Albarrán” (1976 – 1988). Es el Profesor Principal de Cirugía del antiguo ISCM-H –hoy UCM-H- desde 1977 hasta la actualidad.

El Profesor Pardo Gómez obtuvo el Grado Científico de Doctor en Ciencias Médicas el 10 de febrero de 1981, alcanzó la categoría de Profesor Consultante de Cirugía en 1997 y la categoría de Profesor de Mérito en el año 2002. Ha recibido 50 cursos de posgrado y ha impartido 55. Ha participado en 40 Tribunales de especialistas de I Grado, 20 de II Grado y 15 de Grados Científicos. Ha tutoreado 35 tesis, 30 para especialistas de Cirugía y 3 para Grados Científicos.

Fue Secretario del Grupo Nacional Cirugía desde 1968 hasta 2008 y desde esa fecha hasta la actualidad es el Jefe del Grupo Nacional de Cirugía y, en correspondencia con esa responsabilidad que ostenta, ha asumido otras responsabilidades, tales como: Secretario del Comité Organizador de la 2ª Jornada Nacional de Normación de Cirugía  (MINSAP, 1974), Presidente de la Comisión del problema de investigación “Diagnóstico precoz de las enfermedades” (MINSAP – 1978), Miembro de la Comisión del Vice – Ministerio de Asistencia del MINSAP para revisar el Reglamento Hospitalario (1990), Miembro del Jurado del Premio al mejor Trabajo Científico del MINSAP (mayo 1992) y Miembro del Tribunal de Cirugía General para evaluar los candidatos a la colaboración médica en la República de Sudáfrica (1995 – 1997).

Ha participado en 77 eventos nacionales y 30 internacionales, tiene en su haber científico 15 investigaciones y 59 publicaciones, de las cuales 10 son internacionales.

El Profesor Pardo Gómez es Miembro activo de diversas Sociedades Científicas, nacionales e internacionales. Entre las primeras destacan: Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Cirugía, Miembro Asociado de la Sociedad Cubana de Gastroenterología, Miembro Asociado de la Sociedad Cubana de Coloproctología, Miembro de la Sociedad Cubana de Infectología (desde 1996) y Director de la Revista Cubana de Cirugía desde 1991 hasta la fecha. Entre las Sociedades Internacionales están: Miembro correspondiente honorífico de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada, España, Miembro Titular de la Societé Internationale de Chirurghie (desde 1967 hasta la actualidad.), Miembro de la Federación Latinoamericana de Cirujanos (FELAC),  desde 1988 hasta la actualidad, Miembro fundador de la Asociación Mundial de Cirugía del Hígado, Páncreas y Vías Biliares (1986 – 1994), Miembro del Comité Internacional de la Sociedad Internacional de Cirugía (2001-2004), Delegado de Cuba en la Sociedad Internacional de Cirugía (1966 hasta 1991) y desde el 2001 hasta la actualidad y Miembro de la Asociación Internacional de Cirujanos y Gastroenterólogos (desde 2004).

Por su valiosa trayectoria laboral, profesional, profesoral, de la ciencia y como directivo, ha recibido numerosas distinciones y condecoraciones, entre las cuales destacan:

Nacionales: Diploma por haber cumplido la misión de trabajador internacionalista en Nicaragua, durante el terremoto de 1972; Distinción como Obrero Internacionalista (Nicaragua, 1972 – 1977); Medalla 250 Aniversario de la Universidad de La Habana (noviembre 1979); Medalla “Victoria de Playa Girón” (abril 1981); Medalla “José Tey” (enero 1983); Medalla “Manuel Fajardo” (diciembre 1983); Orden “Frank País” II Grado (diciembre 1992); Orden “Carlos J. Finlay” (marzo 1993); Diploma de la “Dignidad Universitaria” (diciembre 1994); Reconocimiento Al Mérito Docente; Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Cirugía (1999); Placa 70 años de la Sociedad Cubana de Cirugía y Placa del 20 aniversario del CIMEQ.

Internacionales: Placa de Miembro Honorífico correspondiente, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada, España (2001); Condecoración del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, de primera clase, otorgada por la república Bolivariana de Venezuela y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (noviembre 2004) y Placa de Reconocimiento, del Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldón” en Salud de Maracay, República Bolivariana de Venezuela (septiembre 2007).

Como hombre comprometido con su tiempo y con su Patria, ha sido también reconocido con varias distinciones, entre las que destacan: Medalla de la lucha Clandestina; Distinción “28 de Septiembre” CDR; Medallas Conmemorativas “30, 40 y 50 aniversario de las FAR”; Distinción Servicio en el MININT (10, 15 y 20 años); Sello conmemorativo de los Órganos de la Seguridad del Estado (20 y 30 años) y Sello conmemorativo 20 años de la Policía Nacional Revolucionaria.

Para finalizar esta semblanza biográfica de un hombre excepcional, no solo por sus amplios conocimientos y habilidades de su especialidad y su magisterio, sino también por los valores asumidos, que forman parte de su personalidad, sencilla y modesta, hacemos uso de las propias reflexiones del Profesor Pardo Gómez: “De mis años como interno y residente de Cirugía en el Hospital Universitario “General Calixto García”, guardo inolvidables recuerdos, de mis innumerables guardias y trabajo quirúrgico que me forjaron como médico y cirujano y en todos los demás aspectos de esta noble profesión y puedo decir plenamente que si volviera a nacer me haría nuevamente médico y cirujano, pues la sensación que uno percibe al salvar o aliviar la vida de un ser humano, es una emoción que pienso que no posee otra profesión. En el largo ejercicio de mi profesión he tenido momentos buenos como los que uno experimenta al salvar una vida y malos como cuando a pesar de todos nuestros esfuerzos muere un ser humano”.

¡Le deseamos muchas felicidades, Profesor, en este día, y deseamos que nos continúe acompañando por muchos más años!….

Colaboración: María del Carmen Amaro Cano
Vice-Presidenta Sociedad Cubana Historia de la Medicina

Profesor Mariano Valverde Medel (1921-2006)

Profesor Mariano Valverde MedelEminente urólogo cubano formador de generaciones de médicos y especialistas en Urología en el país.

Nació en Los Palacios, provincia de Pinar del Río, el 28 de mayo de 1921, miembro de una prestigiosa familia de médicos. Su padre, el doctor Armando M. Valverde Masino, ejerció por más de cuatro décadas en Los Palacios; su hermano, el doctor Armando C. Valverde Medel, ejerció como médico laboratorista en Artemisa y su tío segundo, el doctor Luis F. Ajamil Valverde, fue notable profesor de enfermedades de las vías urinarias en la Universidad de La Habana durante tres décadas.

El doctor Mariano Valverde cursó su enseñanza primaria en un colegio de su pueblo natal y en los Padres Escolapios de La Habana. Su primera actividad laboral fue como mozo de limpieza y mensajero de botica, a los 12 años de  edad. Se graduó de Bachiller en Letras y Ciencias en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río (1940). Los estudios superiores los realizó en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana, donde alcanzó el título de Doctor en Medicina (1948) con la tesis “Litiasis del uréter”, que mereció la calificación de sobresaliente y la recomendación de su publicación. En la universidad fue alumno interno de medicina por concurso    de oposición en el Instituto del Cáncer (1946-1948). Después de graduado pasó a ser cirujano urólogo en el Hospital de la Policía Nacional (1948-1956).

Desde estudiante trabajó con el profesor Ajamil Valverde en la cátedra Enfermedades de las Vías Urinarias y continuó, una vez graduado, para dar inicio tempranamente, en su querido Pabellón “Albarrán” del Hospital Universitario “General Calixto García”, sede de la cátedra, a su larga carrera docente: Adscripto (1950-1953), Instructor (1953-1956) y Asociado (1956-1960).

Al producirse la diáspora del profesorado universitario, el doctor Valverde ingresa oficialmente en el claustro de la Facultad de Medicina al ascender, por concurso de méritos, a Profesor Titular (1960) del entonces subdepartamento de Urología y al ponerse en vigor la Reforma Universitaria de 1962, ocupó el cargo de director de la Escuela de Medicina (1963-1965).

Al separarse los estudios médicos de la Universidad de La Habana, para crearse el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana (1976), continuó como Profesor Titular del departamento de Urología de la Facultad de Medicina “General Calixto García” y ascendió a jefe del departamento (1990), cargo que ocupó hasta su fallecimiento, ya como Profesor de Mérito (1986).

En su valiosa bibliografía científica figura, como coautor, en los libros: “Texto de Urología” (1960, 1965 y 1971), “Texto Básico de Urología” (1979) y “Urología” (1985) con reimpresiones en 1988 y 1990 y preparaba una nueva edición actualizada.

Entre sus artículos científicos son de destacar: “Epididimitis de esfuerzo” (1952), “Endometriosis vesical” (1953), “Estenosis cicatricial del cuello de la vejiga como complicación de la prostatitis retropúbica” (1953), “Cirugía conservadora del riñón” (1964), “Uretritis tuberculosa” (1964), “Tratamiento coadyuvante del cáncer de vejiga superficial con BCG“(1976), “Duplicación vesical: presentación de un caso” (2003) y “El Servicio de Urología del Hospital Clínico Quirúrgico Docente “General Calixto García” (1996), este último de singular valor histórico.

Entre los muchos cargos desempeñados figuran: alumno interno, por concurso, del Instituto del Cáncer de La Habana (1946-1948); cirujano urólogo del Hospital del Cáncer “Curie” (1948-1960); cirujano urólogo del Hospital de la Policía Nacional (1948-1952); jefe del servicio de Urología del Hospital Docente “Salvador Allende” (1970-1987); jefe del servicio de Urología del Hospital Universitario “General Calixto García” (1987-2006); miembro del Consejo Científico del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana; presidente del Consejo Científico del Hospital Universitario “General Calixto García” y presidente del Tribunal Permanente de Grados Científicos, Sección Quirúrgica, del Ministerio de Educación Superior.

Por su obra científica y docente alcanzó los grados de: Especialista de II Grado (Superior) en Urología (1967) y Doctor en Ciencias Médicas (1981). Mereció las siguientes medallas y condecoraciones: “Educación Cubana” (1983), “260 Aniversario de la Universidad de La Habana” (1988), “José Tey” (1989), “Piti ‘Fajardo” (1992), “Frank País” de Segundo Grado (1992), “25 Aniversario del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara” (1995) y “20 Aniversario del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Camagüey” (2000), entre otras.

En los últimos años de su vida y por su solo esfuerzo, reeditó la revista “Archivos del Hospital Universitario «General. Calixto García» (Segunda Época). El profesor Valverde falleció el 3 de noviembre del 2006.

Fuente:

  • Prof. Dr. C. Mariano E. Valverde Medel (1921-2006).
    Delgado García G y García Landa J. Educ Med Super 2007;21(2). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/ems/vol21_2_07/ems13207.htm

 

Eduarda Ancheta Niebla (1940- ). Ejemplo de Profesional de la Enfermería Cubana

Nació en el pueblo de Caraballo, provincia Habana, el 5 de enero de 1940. Su padre Manuel Antonio era carpintero y su madre Juana María, costurera. Realizó sus primeros estudios en la Escuela Pública “Miguel Mateo” de su pueblo. La Secundaria Básica la hizo en el Colegio “Patria” del pueblo de San Antonio de Río Blanco, actual Provincia Mayabeque.

En 1957 matriculó en la Escuela de Enfermeras “Miss Mary O`Donnell” del hospital “Nuestra Señora de las Mercedes”, después de realizar el examen de ingreso donde obtuvo la plaza #9, en un grupo de más de 200 aspirantes. Comenzó el Cursillo de Aspirantes con una duración de tres meses y después de realizar un examen teórico-práctico, resultó elegida dentro de las 20 plazas que ofrecía la Escuela. Comenzó la carrera de Enfermería en julio de 1958; realizó Examen de Grado y se graduó en la Escuela de Medicina en julio de 1961. Realizó el Servicio Social en Victoria de las Tunas, Provincia Las Tunas. Estando en esta actividad participó en una movilización con un grupo de médicos y estudiantes de medicina, que venían de La Habana, para realizar consultas médicas y toma de muestras para distintas investigaciones clínicas a los campesinos de Monte Ruz, zona de Guantánamo.

Fue seleccionada para trabajar en el Hospital de Holguín en la 1ª Campaña de Vacunación Antipolio. Finalizó el Servicio Social en julio de 1962. A su regreso a La Habana fue nombrada en 1962, Jefa de la Central de Esterilización del Hospital Nacional (Hoy Hospital Clínico Quirúrgico Enrique Cabrera). Al salir la convocatoria del curso postbásico de Docencia, lo solicita y en 1963 comenzó dicho curso. El mismo debía terminar en el mes de diciembre, pero ello se pospuso, al partir Eduarda Ancheta, junto a un equipo de salud, hacia las serranías de Sagua de Tánamo a socorrer a los damnificados del Ciclón Flora. Al reanudarse el curso lo finaliza en enero de 1964.

Por necesidades de profesores de Enfermería es solicitada su colaboración y de 1964 a 1966 imparte clases en la Escuela de Enfermeras de Camagüey. Se le solicita otro año más y accede, terminando esta actividad se le reconoce su labor destacada durante este tiempo. A su regreso a La Habana es nombrada de 1966 a 1967 en la Dirección Provincial de Docencia. Comenzó a trabajar como metodóloga en la supervisión y orientación de los cursos de Auxiliares de Enfermería. Por necesidad de una profesora, es nombrada en 1967 en la Escuela de Enfermeras “Pelegrina Sardá Sardá”, del HCQ Calixto García. Por su destacada labor, la Dirección Nacional de Docencia la nombra en 1968 Directora de la Escuela de Enfermeras “Clara L. Mass” del HCQ “Dr. Carlos J. Finlay”. Solo permanece en este cargo un año, pues solicita la sustituyan por problemas de salud. Al incorporarse a trabajar es nombrada profesora desde 1968 a 1972 en la Escuela de Enfermeras “Mercedes Téllez Medina” del hospital “La Covadonga” (Hoy HCQ Salvador Allende). Durante esta década asiste a numerosos Talleres y Jornadas Científicas de Enfermería, así como a Concursos de Monitores y Alumnos Ayudantes de la Enseñanza Técnica. Participa como jurado en los Congresos, así como Asesora y Tutora de numerosos trabajos científicos.

Por necesidades de profesores en la Escuela de Enfermeras “María Cabrales” del Hospital Nacional (HCQ Enrique Cabrera); comienza a trabajar en ese centro en 1972, compartiendo esta actividad con sus funciones como Metodóloga de Enfermería en el Departamento de Docencia Médica Media Provincial, en calidad de prestación de servicio, hasta 1976, en que matriculó en la carrera de Licenciatura en Enfermería que recién se había abierto en la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana (UCMH). Se graduó en 1980. Una vez graduada como Licenciada recibe la Categoría Docente de Instructor en la Facultad “Finlay–Albarrán” (Designada por la Resolución Rectoral 249 de 1980). Imparte el Programa de Procederes Terapéuticos de Enfermería a 3er y 4º año de la carrera de Medicina hasta 1982.

De 1982 a 1984 trabaja en la Dirección de Docencia Médica Provincial como Metodóloga provincial, en la asesoría a los Politécnicos de la Salud y de Enfermería. En 1984 es profesora de los cursos de Licenciatura en el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón”. En esta Facultad participa en la elaboración de numerosas Tesis para la obtención del título de Licenciada en Enfermaría, como Tutora o Asesora y en los tribunales de presentación y defensa de las tesis, como Presidenta, Secretaria o Vocal, u Oponente. Estuvo hasta 1987 en que se descentraliza la carrera y se imparte en todas la Facultades de Ciencias Médicas, pasando a trabajar a la Facultad “Enrique Cabrera” en el Departamento de Licenciatura de Enfermería como profesora hasta 1995 en que por problemas de salud solicita su jubilación.

Después de su jubilación no se ha desvinculado de las tareas docentes, asistenciales e investigativas. Asiste a múltiples actividades en calidad de ponente, delegada o invitada y pudo terminar su sueño dorado que consistía en publicar la “Historia de la Enfermería en Cuba”, tarea en la que estaba recopilando datos desde hacía casi 20 años. Fueron muchas las fuentes bibliográficas y lugares donde tuvo que buscar información para terminar esta Historia; la obra salió a la luz en el mes de febrero de 2004. Se hizo otra publicación en el 2006.

Desde el 2005 comenzó nuevamente a trabajar en la FCM “Dr. Enrique Cabrera” en el Departamento de Licenciatura de Enfermería, como Profesora de Historia de la Enfermería. En el 2008 obtiene la Categoría Docente Principal de Profesor Asistente; en el año 2011 obtiene la Categoría Docente Principal de Profesor Auxiliar. En el 2012 se gradúa de Master en Enfermería y en el 2013 obtiene la categoría docente especial de Profesor Consultante.

En el año 2015 obtiene el grado de Doctora en Ciencias de la Enfermería. Durante los primeros meses del año 2017, estuvo preparando los ejercicios para obtener las categorías de Profesor Titular e Investigador Titular, las cuales les fueron otorgadas en junio de 2017.

Ha participado en la confección de 9 textos en colectivos de autores, como autora principal; ha publicado más de 25 trabajos en revistas nacionales y extranjeras. Está integrada a 7 Sociedades científicas. Es miembro del Consejo Científico de Revistas Extranjeras: Consejo Editor de la Revista Temperamentum en Granada, España; del Comité Científico Internacional de la Revista Uruguaya de Enfermería (RUE), publicación oficial de la Facultad de Enfermería de la Universidad de la República y del Consejo Científico Internacional de la Revista Ser Enfermero, en Buenos Aires Argentina.

Es la coordinadora de la Red Nacional de Historia de la Enfermería. Ha participado en más de 174 Congresos y Jornadas Científicas nacionales e internacionales de Enfermería, así como de Historia y otras Ciencias, en calidad de autora, o delegada. Ha recibido múltiples reconocimientos, tanto por el Ministerio de Salud Pública, la Jefatura Nacional de Enfermería, así como por la Sociedad Cubana de Enfermería y en distintas instituciones de salud del país. Por destacar algunos, es válido mencionar que obtuvo el Premio Primer Lugar, otorgado por la Sociedad Cubana de Enfermería en ocasión del centenario de la Enfermería Profesional en Cuba, por su libro “Historia de la Enfermería en Cuba”, además Diploma de Reconocimiento del “Centro Internacional La Pradera”, también recibió el Reconocimiento “Facultad Internacional de Enfermería para El Caribe Mario Raudillo Fleitas Martínez” y en el Primer Festival de la Integralidad.

En la edición del 2005 del Premio Anual de Salud, Cuba, obtuvo Mención en la categoría de libro. Además le fue otorgado el Reconocimiento especial: “Formación de las nuevas generaciones” por el Sindicato de Trabajadores de la Salud (SNTS) y el Ministerio de Salud Pública de Cuba en diciembre del año 2015 y como colofón, un Reconocimiento Especial por obtener el Doctorado en Enfermería, de la Sociedad Cubana de Enfermería, Capitulo “La Habana” en Febrero 2016.

Ha recibido las siguientes Medallas y Condecoraciones: Medalla “Manuel Fajardo Rivero”, en 1983, por el SNTS; distinción por la Educación Cubana en 1989, por el Ministerio de Educación Superior, Medalla “José Tey” y Orden Frank País II Grado en 1994, por el Consejo de Estado de Cuba. El 19 de enero del año 2017 fue premiada por la Academia de Ciencias de Cuba como la Doctora en Ciencias de Mayor Ejecutoria Profesional, dicho premio le fue entregado en un acto solemne realizado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

Como homenaje a su larga trayectoria profesional y a su condición de Historiadora de Enfermería, el Ministerio de Salud Publica le hace entrega de un Reconocimiento en mayo del 2017.

Fuente: Eduarda Ancheta Niebla. Ejemplo de Profesional de la Enfermería Cubana.
Fernández Hernández A , Reyes Figueroa MA , Rojas Fernández I , Jiménez Hernández J. Revista Uruguaya de Enfermería Montevideo, noviembre 2017, Vol 12, N° 2. ISSN On line: 2301-0371 331

Disponible en: http://rue.fenf.edu.uy/index.php/rue/article/view/238/230

Enrique Antonio González Corona

Enrique Antonio González Corona Figura representativa de la docencia médica santiaguera, que ha dedicado su vida a la atención de los niños y a la enseñanza de esta especialidad alcanzando la condición de profesor consultante e investigador. Fue fundador de la primera Escuela de Medicina fuera de la capital, fundador del Servicio Médico Rural, se destaca su trabajo como pediatra dentro y fuera del país. Ha sido un profesional sencillo, afable, responsable, patriota, exigente y reflexivo que lo convierten en un educador que constituye ejemplo para la formación de la nueva generación de profesionales de la salud.

González Corona nació el 3 de mayo del 1933 en la ciudad de Santiago de Cuba en el seno de una familia de la clase media, su padre era médico el Dr. Pedro Manuel González Guillart, su madre ama de casa, la señora Engracia Noelia Corona Rodríguez. Fue el segundo de tres hermanos.

El hermano mayor, Pedro, también estudio medicina y fue un destacado hematólogo y Jorge el último, economista y profesor universitario.

Los primeros grados de la  primaria, los realizó en la escuela pública no.2; continuó los estudios en el colegio privado » Juan Bautista Sagarra» donde ingresó en el 2do.  grado, hasta la preparatoria que terminó con el mejor expediente del colegio,  recibiendo la medalla «Don José Maria Buch»,  aquí también hizo el 1er. y 2do. año del bachillerato y  a partir del 3er. año en el  Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba hasta graduarse de bachiller en Ciencias a los 18 años con notas sobresalientes  en 25 asignaturas de 34. Después de graduarse, en septiembre del 1951, se traslada a la Universidad de la Habana  a estudiar medicina, carrera que realizó durante 9 años, pues la Universidad de la Habana estuvo cerrada durante algunos años. Fue el tercer expediente en su graduación.

En los años en que estuvo cerrada la Universidad, Enrique regresa a Santiago de Cuba, donde  inicia la práctica médica en el hospital  «Saturnino Lora» e imparte las asignaturas de Anatomía y Fisiología a alumnos de bachillerato de la Escuela «Dolores»

Fue miembro de la juventud católica, realizó  seminarios en el Convento de la Iglesia del   Cobre, destacándose por su disciplina e inteligencia. En el año 1957 regresa a la Habana para continuar sus estudios, vivió en una casa de huéspedes, en el último año de su carrera y por los resultados académicos que tenía, se gana la plaza de alumno interno en el Hospital Universitario «General Calixto García» donde estuvo hasta mayo del 1960 en que se gradúa.

Regresó a la ciudad de Santiago de Cuba, siendo el tercero de su graduación con notas de sobresaliente en 28 asignaturas 5 notables y 8 premios  con un índice general de 4,84 (más ó menos según las calificaciones actuales).

En ese mismo año y durante los primeros de la década del 60 se produjo  en Cuba un gran éxodo de profesionales hacia EE.UU., pero fundamentalmente de médicos. Enrique González Corona,  que no se queda en la Capital, aunque lo podía hacer, por haberse ganado la Residencia en el Hospital “Calixto García” y por ser el 3er. expediente de su curso, regresa a Santiago de Cuba y va a realizar su Servicio Social Rural en Chivirico, un rincón olvidado de la antigua provincia de Oriente, con una alta mortalidad infantil y un abandono sanitario casi completo, pero que ya la Revolución había  empezado a atender.

Allí dio sus primeros pasos como médico en una casita (germen de lo que luego sería el Hospital de Chivirico) donde solo se realizaban consultas y visitas a pacientes de la localidad. Junto a su compañero, el Dr. Martínez Maceiras, dividieron la casita y habilitaron 3 camas  para realizar ingresos y hacer partos.

En febrero de 1961  regresa a la ciudad de Santiago de Cuba y empieza a trabajar como médico interno en el hospital infantil (ONDI), hoy Infantil Norte. Al mismo tiempo trabajaba también, como médico interno en el Hospital Oncológico y compartió con el padre su consulta privada hasta que ambos renunciaron a ella.

En 1961 ocupó la responsabilidad  de Subdirector y luego Director  del Hospital Infantil donde trabajaba. Fue de los primeros protagonistas del inicio en Santiago de Cuba, del Programa Nacional de lucha contra  la Gastroenteritis que era la primera causa de la mortalidad infantil en esos momentos.

En 1962 se hace un llamado a los médicos santiagueros para crear la primera Escuela de Medicina fuera de la Capital; muchos dudaron de la posibilidad de ese proyecto pero, Enrique sí creyó en él y cuando se inaugura el 10 de febrero,  allí estaba entre los tres primeros médicos santiagueros que iniciaron la docencia médica en Santiago de Cuba, junto a sus compañeros el Dr. Valón y el Dr. Araujo. Impartió la asignatura de Bioquímica, guiado por el Dr. Alberto Granado Jefe de la Cátedra.

En 1963 se creó el Servicio de Gastroenteritis con 3 salas de 40 camas cada una y él asume la jefatura de dos de ellas siendo además director del Hospital.

Su trabajo en este Servicio lo mantuvo hasta el año 1970 en que es trasladado al Hospital Infantil Sur (antigua Colonia Española) como Subdirector Docente Facultativo y Jefe de los Servicios de Gastroenteritis con 120 camas.

En 1965 se inició la docencia en el área clínica y con un grupo de compañeros que llegaron desde la ciudad de la Habana,  el Dr. González Corona imparte la asignatura de Pediatría.

En el año 1972 participa representando a Cuba en el  curso para profesores de Pediatría financiado por la  OMS-UNICEF en el Instituto de Salud del niño en la Universidad de Londres Inglaterra, este curso con una duración de 11 meses, se realizó en Inglaterra, Kenya y la India.

En julio del 1977 comienzan a funcionar los policlínicos comunitarios,  otra gran obra de la Revolución para llevar la salud a todo el pueblo y a todos los rincones del país y allí estaba el profesor González Corona para también ser fundador de esta importante actividad, fue el primer  director del policlínico comunitario 2 «José  Martí”. Allí permanece hasta el año  1979, donde pasa  a  ocupar la responsabilidad de Vice-Rector de Investigaciones y Educación de Postgrado del ISCM de Santiago de Cuba por solicitud de la institución, ya que este frente requería desarrollo y organización.

Ocupa ese cargo hasta 1990 donde acepta la propuesta de liberación para irse a cumplir misión internacionalista en Guyana, responsabilizándose con la brigada docente cubana y la docencia de Pediatría en la facultad de ciencias médicas de la universidad de Georgetown.

Al regresar vuelve al Hospital lnfantil Sur como profesor titular y jefe del grupo básico de trabajo docente del servicio de enfermedades diarreicas agudas hasta 1996, en que parte como colaborador médico a Sudáfrica, donde permanece hasta el año 1999.

En el año 2009, con 75 años de edad y 48 años de graduado  de médico, con 46 años de profesor de Medicina y 42 años como Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Pediatría,  es Presidente del Capítulo de Santiago de Cuba y Vicepresidente  de la Junta de Gobierno de la Sociedad.

Es también profesor  titular, consultante y de Mérito del  lSCM de Santiago  de Cuba, ha alcanzado los grados científicos de doctor en Ciencias Médicas y de Máster en Atención  Integral del Niño y el 2do. Grado de especialista en Pediatría

Pueden resumirse así algunos de los reconocimientos académicos,  científicos y profesionales recibidos

• Fundador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente.
• Fundador del Servicio Médico Social Rural
• Fundador del Hospital infantil Docente Sur de Santiago de Cuba.
• Premio Anual Provincial de la Salud, Santiago de Cuba  en dos categorías 1993 (Investigación aplicada y Personalidad Científica Destacada)
• Premio  Anual  Provincial de la Salud  Santiago de Cuba 1994 en la categoría Personalidad Científica Destacada.
• Medalla  Distinción  por la Educación  Cubana.
• Medalla Manuel Fajardo.
• Trabajador Vanguardia Nacional de la Salud 1993 y 1994.
• Medalla  30, 40 y 45 Aniversario del lSCM-SSC.
• Medalla 28 de Septiembre.
• Medalla Trabajador internacionalista 1991.
• Medalla José Tey.
• Medalla y orden Carlos J. Finlay.
• Profesor de Mérito lSCM-SSC.

Tiene 15 publicaciones científicas, ha presentado trabajos en más de 34 eventos Nacionales e Internacionales y ha realizado más de 24 investigaciones. Ostenta, además,  la condición de militante del PCC desde 1969, Miembro de la CTC desde 1960, fundador de los CDR, fundador de las MNR, capitán de la reserva y desde 1992 miembro de la ACRC.

Aportes realizados al cuidado de los niños y adolescentes sanos:
– El Profesor ha trabajado en la Confección  y  uso  de  gráficos  de  peso  para  la  edad (Carnet  de  Salud  Infantil) en  el  Monitoreo  del  crecimiento  Físico  y  Prevención  de  la   Desnutrición  en  los  niños  menores de  5  años.

– Programa  de  atención  al  niño  menor  de 1 año  basado  en  la  evaluación  de  factores  de  riesgo  y  Monitoreo  del  Crecimiento  Físico.

– Prevención de Enfermedad Diarreica en la edad pediátrica. (Procedimientos  Diagnósticos  y  Terapéuticos  en  el  manejo  de  la Diarrea  Aguda  Infantil, Proposición  del  Tipo  Clínico de  Diarrea  Aguda  prolongada  o  Atípica  para la  Prevención  de  la  Diarrea  Persistente, Uso  racional  de  antibióticos  y  su impacto  económico  en  las  Enfermedades  Diarreicas  Agudas)

Este célebre pediatra cubano recibió el título de Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Pediatría en el XXVI Congreso Nacional de la especialidad, celebrado en Ciudad de La Habana en noviembre de 2008. Su vida constituye un ejemplo digno de imitar por las actuales y futuras generaciones de pediatras de nuestra Patria.

Hoy, con 84 años, el eminente pediatra y profesor Enrique Antonio González Corona vive en su amada Santiago de Cuba y continúa brindando su experiencia, ejemplo y conocimientos a la familia de la pediatría cubana.

Víctor Severo Santamarina Salanueva (1903-1969)

Victor SantamariaFue representante por Cuba para la reunión internacional en New York en la que se fundó la Organización Mundial de la Salud, de las Naciones Unidas. Fue el creador en en 1948 de las bibliotecas médicas en los hospitales de Cuba.

Natural de Caibarién, actual provincia de Villa Clara. Nació el 6 de noviembre de 1906.

Estudió Bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y luego cursó los estudios de Doctor en Medicina en la Universidad de La Habana; al cerrar de la Universidad durante el gobierno del General Machado su graduación se retrasó por 3 años, por lo que terminó sus estudios universitarios en 1934.

Desde bien temprano se vinculó a lo que sería la pasión de toda su vida: en 1930 desarrolló el primer cursillo sobre Hidrología y Climatología Médica, en la Escuela de Medicina de la Universidad, y a partir de 1931 propuso e impulsó la creación de la Sociedad Nacional de Hidrología y Climatología. Desde su fundación en 1932 fue nombrado Secretario y, posteriormente, Presidente de esta sociedad.

En el período de 1932 al 37 publicó numerosos trabajos sobre estas materias en varias revistas médicas: Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana, Vida Nueva, Archivos de Medicina y Cirugía de La Habana, y Medicina de Hoy. En uno de esos artículos, publicado en 1934 bajo el título: «Riqueza Turística: Hidrología y Climatología», revela su temprana comprensión de las múltiples posibilidades que tiene el uso social de esos recursos.

Ya en esos años también se interesa por la estación termal de San Diego de Los Baños, en favor de cuyo mejoramiento y desarrollo despliega una sostenida labor durante toda su vida. En 1936 como consecuencia de una propuesta de Santamarina se crea la Sección de Hidrología y climatología de la corporación nacional de Turismo, de la que fue su delegado hasta la disolución de dicho órgano durante el último gobierno de Fulgencio Batista.

En 1937 publica su primer libro sobre estas materias, Hidrología y Climatología Médicas, en colaboración con otras personalidades cubanas.

En 1938 obtiene por concurso, una beca de la Asociación Médica Panamericana para realizar estudios de postgrado en varias universidades de los EE.UU.: Harvard, Columbia, Cornell y John Hopkins. En ese propio año ingresa como miembro Titular de la International Society of Medical Hydrology, y en 1940, a nombre del Servicio Técnico de Salubridad de Cuba, realiza una visita de estudios a los principales centros balneológicos y termales de los EE.UU.

En el período 1937-41 continúa publicando numerosos trabajos, en los que profundiza la integración de la razón científica del desarrollo balneológico, con su importancia económica y social; varios de estos artículos se condensan en el folleto «Riquezas Hidrológicas y Climáticas», que aparece en 1941.

En 1941 realiza otro importante viaje de estudios a Saratoga Springs, EE.UU., esta vez para estudiar específicamente la organización técnico-administrativa de dicho balneario reconocido mundialmente como un modelo.

En 1942 fue nombrado asesor técnico del patronato del balneario de San Diego de los Baños, con carácter honorario, cargo que desempeñó hasta 1945; a su propuesta el Patronato crea el laboratorio de hidrología médica, y se le encomienda su organización.

En 1943 fue electo representante ante el Consejo Superior de la Corporación Nacional del Turismo y con posterioridad miembro de su Comité Ejecutivo, en lo que se desempeña hasta 1953.

En 1944 presenta un histórico trabajo ante el Comité Ejecutivo de la Federación Médica de Cuba, en el que explica la importancia científica, económica y social de la Hidrología y la Climatología Médicas, en el trabajo recabó apoyo y patrocinio a dichas ciencias, la tesis resultó aprobada.

La Junta de Economía de Guerra lo nombró miembro de la comisión para el estudio del turismo en la post guerra; y fue entonces que presentó su proyecto para la creación en Cuba de centros de rehabilitación de heridos de guerra, publicó varios trabajos con este tema.

En 1944 el patronato del balneario de San Diego acordó la publicación de su libro El Turismo, Industria Nacional considerado un verdadero clásico sobre el tema. Por su sostenida labor de años anteriores, en 1945 se crea el Instituto Nacional de Hidrología y Climatología Médicas, que dirigiría desde su creación, con el cargo de director técnico, hasta su desaparición física en 1969, excepto en los años de la tiranía batistiana, 1952-58, en los que estuvo separado de dicha responsabilidad.

En julio de 1945, el balneario de San Diego de los Baños, por ser propiedad del Estado, fue adscripto al mencionado instituto, bajo la directa supervisión del Dr. Santamarina, lo que le permitió aplicar los principios que durante años había venido estudiando y promoviendo: rigurosa observación médica de cada enfermo, confección de hojas clínicas, exámenes de laboratorio, registro fotográfico y otras acciones, todo lo cual permitió acumular durante años de paciente y sostenido trabajo, un invalorable tesoro documental.

En 1946 realizó otro viaje al balneario de Saratoga Springs esta vez como delegado oficial del Ministerio de Salubridad, con vistas a la posible construcción de un moderno balneario en San Diego de los Baños, idea que venía argumentando sostenidamente desde hacía años.

En 1946 comienza la publicación de la Revista del Instituto Nacional de Hidrología y Climatología Médicas, en la que a lo largo de varios años logró conformar una bibliografía verdaderamente clásica en los temas balneológicos, con amplio reconocimiento internacional. En 1947 realizó, como delegado oficial por Cuba un viaje de estudios para conocer la organización administrativa de varios balnearios en Argentina y Brasil, con vistas a la construcción de un moderno balneario en San Diego; durante dicho viaje es nombrado Miembro Honorario Extranjero de la Sociedad Argentina de Hidrología y Climatología Médicas.

En 1948, fue designado Presidente de Honor del Primer Congreso Médico de Brasil, que se efectuó en 1949, en este propio año también fue nombrado miembro honorario de la Liga argentina contra el reumatismo. En 1950 da lectura en la Universidad del Aire, al trabajo «Cómo estimular y proteger el desarrollo del turismo en Cuba», que sería también publicado. La copiosa información científica y de tipo organizativo aportada por el Dr. Santamarina constituyó un pilar inapreciable para la concepción, el proyecto y la construcción del moderno balneario de San Diego de los Baños, verdadero modelo en su especialidad y orgullo de la balneología cubana.

En 1946 es nombrado delegado por Cuba para la reunión internacional en New York que crea la Organización Mundial de la Salud, de las Naciones Unidas. En 1946 es el delegado del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social, en el Primer Congreso Médico Social Panamericano, que se celebra en La Habana y en el mismo año es nombrado vocal de la comisión cubana de enfermedades infecciosas.

En 1947 fue el delegado por Cuba ante la XII Conferencia Sanitaria Panamericana, que se celebró en Caracas, y en ese propio año representó nuevamente a Cuba en la reunión anual del comité ejecutivo de la oficina sanitaria panamericana en Buenos Aires.

En 1947 fue nombrado miembro honorario del Consejo de defensa social. Organizó en 1948 las primeras reuniones hospitalarias provinciales en Santa Clara, Santiago de Cuba y Pinar del Río. Reorganizó y creó en 1947 una comisión para estudiar un plan de reorganización hospitalaria, y otra para la reorganización total de la enseñanza de las profesiones de enfermeras y enfermeros. Publicó en esos años varios artículos y folletos referidos al tema hospitalario, y creó en 1948 las bibliotecas médicas en los hospitales de Cuba, año en el que también creó la Sociedad Cubana de Hospitales.

El campo científico de la Reumatología es otro terreno de particular dedicación de su desempeño profesional. En 1945 fundó la sección de reumatología dentro del Instituto Nacional de Hidrología y Climatología Médicas, y en ese propio año también fundó, en el Balneario de San Diego de Los Baños, el primer centro antirreumático de Cuba, que lo dirigió hasta 1952.

En 1949 participó como delegado oficial por Cuba, en el VII Congreso Internacional de Reumatología en New York. En 1949 fundó la Sociedad Cubana de Reumatología, en 1951 la Liga cubana contra el reumatismo y en 1952 el Centro Antirreumático de Cuba, en el Hospital Reina Mercedes.

En 1950 realizó los primeros trabajos clínicos en Cuba sobre la aplicación del Cortisone en enfermos reumáticos, con permisos oficiales de los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, a solicitud de los Laboratorios Merck. Durante años publicó numerosos trabajos basados en sus investigaciones sobre el reumatismo, que aparecieron en revistas médicas y de circulación general, así como en folletos, no pocos de los cuales son también publicados en diversas publicaciones extranjeras.
A los pocos días del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, el Dr. Víctor Santamarina es destituido de todos sus cargos oficiales, por no haber aceptado la pretendida legitimidad del nuevo gobierno encabezado por Batista, y se ve impelido al ejercicio privado de la profesión, en las especialidades de Reumatología y enfermedades artríticas en general.
No obstante, mantiene sus trabajos honorarios en las sociedades no gubernamentales que preside o en las que participa, y comienza a desarrollar una reconocida labor como profesor en los cursos de verano de la Universidad de La Habana, en carácter de posgrado, sobre Reumatología.
Se vinculó al Movimiento de Resistencia Cívica del «26 de Julio», y colaboró de diversas maneras incluyendo la prestación de su consulta particular para celebrar reuniones conspirativas.
En esos años también trabajó como Director técnico del desarrollo de un nuevo balneario en Santa Fe, Isla de Pinos, propiedad de una firma privada cubano norteamericana. En esta instalación introdujo por primera vez en Cuba las más modernas tecnologías para la helioterapia, y sus consiguientes métodos de tratamiento. Durante sus regulares visitas de trabajo a la Isla de Pinos, logró la autorización del mando militar del Presidio Modelo para prestar servicios médicos a varios de los reclusos allí confinados por actividades revolucionarias.

El triunfo de la Revolución abre, también para el Dr. Víctor Santamarina, una nueva etapa. Una de las primeras decisiones del nuevo ministro de Salubridad de la Revolución, Comandante Dr. Julio Martínez Páez, el 20 de enero de 1959, fue restituir en su cargo al frente del Instituto Nacional de Hidrología y Climatología Médicas, a su fundador y primer director. También asumió la dirección del balneario de San Diego de los Baños. En marzo de 1959 fue nombrado delegado por Cuba al segundo congreso panamericano de Reumatología, celebrado en Washington. A los pocos meses, en ese propio 1959, el Comandante en Jefe, de visita por Pinar del Río, lo manda a buscar al balneario de San Diego de los Baños donde se encontraba, y durante horas intercambiaron sobre diversos temas, inmersos en el hermoso escenario de los mogotes y Los Portales del río San Diego; estaban presentes su viejo amigo y compañero de afanes científicos, Antonio Núñez Jiménez, Celia Sánchez, y otros compañeros.
En este encuentro se definieron las proyecciones estratégicas para el desarrollo progresivo de la balneología sobre las bases científicas y socioeconómicas con que el Dr. Santamarina siempre había soñado, y que finalmente propiciaba la nueva situación del país. Con esa responsabilidad, visitó todos los centros balneológicos y termales del país, instalaciones rústicas en su gran mayoría, y comenzó una labor de integración de todas ellas en un sistema balneológico nacional, respetando sus necesarias particularidades, hidrológicas, termales y terapéuticas.

Por indicación del co. Fidel, a los pocos meses el Dr. Santamarina presidió la delegación que visitó los principales centros balneológicos de Estados Unidos, México y Francia, junto con el Comandante Feliberto Olivera; también integraba la misión el eminente geólogo cubano, ingeniero Jorge Broderman, y otros compañeros. Esta delegación, además del interés de estudio, llevaba el objetivo de promover relaciones científicas y de todo tipo del naciente sistema balneológico cubano.

Es en estos momentos donde el Dr. Santamarina se incorpora a la docencia médica universitaria. Es por ello que asume, a fines del 1959, la tarea de profesor de Medicina Interna en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana, y de Profesor Titular de atención médica en los cursos de introducción a la administración sanitaria, en el Instituto Finlay. También en estos años de ingentes esfuerzos se vuelve a desempeñar en el campo de la organización hospitalaria: trabajó en la organización de los servicios de Reumatología, Medicina Interna, y Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Ortopédico Docente «Fructuoso Rodríguez»; así como del servicio de reumatología del hospital universitario «Cmdte. Manuel Fajardo».

Realizó diversos trabajos para dar a conocer en Cuba la organización de la enseñanza médica y la terapéutica en las mejores universidades extranjeras, y de forma específica la enseñanza de la Reumatología, la Medicina Física y la Rehabilitación en las escuelas de medicina de los Estados Unidos, así como lo referente a la formación de técnicos en fisioterapia en este país. En este aspecto, presentó una propuesta para crear una escuela de técnicos en fisioterapia en nuestro país.
En 1960 encabezó una delegación oficial de Cuba que visitó la Unión Soviética y Checoslovaquia, con el propósito de conocer e intercambiar experiencias sobre la organización científico técnica, médico asistencial y administrativa en materias de la hidrología y climatología médicas, reumatología y la medicina física y rehabilitación, así como en lo tocante a la enseñanza de la medicina en general, y de la terapéutica en particular. Esta fue una de las primeras delegaciones cubanas que visitó la Unión Soviética tras el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Debido a la nueva situación social de Cuba a partir del triunfo revolucionario y por las nuevas instituciones que se van creando, 3 organismos se sienten lógicamente interesados en el desarrollo de la balneología y el termalismo: el Ministerio de Salud Pública, el Instituto Nacional de la Industria Turística, y la naciente Academia de Ciencias, de la que el Dr. Santamarina fue designado miembro fundador, y los 3 contribuyeron, de una y otra forma, con su apoyo decidido.
En sus vínculos con el Instituto Nacional de la Industria Turística estableció relaciones estrechas de trabajo y de amistad con su presidente, el Dr. Baudilio Castellanos, y con su vicepresidente, el Comandante Jesús Montané Oropesa.

Desde su creación, ingresa como miembro distinguido del consejo científico del Ministerio de Salud Pública.

Al momento de su fallecimiento trabajaba en el libro Reumatología, obra concebida por él para el médico general, profusamente ilustrada para la mejor comprensión del tema.

Luego de una vida dedicada a su profesión y a las ciencias, falleció repentinamente a los 63 años en La  Habana, en 1969, cuando desplegaba todas sus energías, conocimientos y prestigio, en favor del desarrollo de la salud en el país.

Fuente: RESUMED 2000;13(1):48-52
Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/res/vol13_1_00/res12100.htm

Orlando Juan Ramos Prevez (1945- ): pilar de la medicina militar santiaguera

Tte. Coronel Dr. Orlando Juan Ramos Prevez (1945- )
hospital santiago de cubaEntre los más notables profesionales de la historia de la medicina militar cubana en Santiago de Cuba se destaca, con características propias, el Teniente Coronel y doctor Orlando Juan Ramos Prevez, quien además de su profunda formación científica es baluarte revolucionario y trabajador incansable, profesor humilde que desde los inicios de la campaña de alfabetización, aún deja su impronta imborrable en la consolidación y perfeccionamiento de los servicios médicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); valioso cubano, santiaguero, profesor auxiliar y consultante de la Universidad de Ciencias Médicas, que destaca facetas de vida meritorias en Cuba y el mundo. Los autores de esta investigación consideraron estas, razones suficientes para distinguir la figura ilustre de este eminente cardiólogo.

INICIOS Y TRAYECTORIA
Nace en Santiago de Cuba el 4 de agosto de 1945. Descendiente de la familia Ramos-Latour, cursó sus estudios primarios en los colegios Juan Bautista Sagarra (Laico) y el Instituto Martí (Bautista), los cuales no pudo culminar debido a la persecución policial que en la década del 50 del siglo XX fue sometida la familia, pues colaboraba con el movimiento revolucionario 26 de julio.

Al producirse el triunfo de la Revolución en enero de 1959, labora en la sección de asistencia técnica material y cultural del campesinado (SATMCC) y en el gobierno provisional revolucionario. En 1964 culmina sus estudios de bachiller. Fue fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias, la Asociación de Jóvenes Rebeldes y más tarde de la Unión de Jóvenes Comunistas.

En 1968 se inició como becario militar de medicina; se gradúa como médico en la escuela de medicina de Santiago de Cuba en el año 1972. Ya graduado y ascendido como oficial médico ejerció en las instituciones armadas del territorio oriental.

En 1976, prestó sus servicios médicos en la República Popular de Angola, ejerció la profesión en condiciones difíciles pero decisivas e incluyó a la población militar y civil durante numerosas campañas, laborando en extensas áreas de la geografía angolana desde el sur hasta la frontera con Namibia.

De regreso a Cuba inicia la residencia en cardiología (1978). Al término de sus estudios como especialista asume nuevas responsabilidades médicas, militares y políticas. Por su plena madurez vital e intelectual, participa en 2 congresos internacionales y otros entrenamientos profesionales en México y en la antigua Unión Soviética, entre 1985-1986.

Profesor auxiliar y consultante, especialista de II grado en Cardiología, el doctor Ramos ha tenido una amplia participación en exámenes de pre y posgrado de la Universidad de Ciencias Médicas, así como en eventos nacionales e internacionales. Ha impartido más de una treintena de cursos de posgrado y se ha desempeñado como tutor y asesor de numerosos proyectos científicos.

Su conocimiento y experiencia acumulada han fortalecido, por años, la medicina militar cubana. Se ha destacado por su pensamiento científico bien sustentado sobre la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares en personas con altas exigencias de preparación para escenarios de actuaciones convencionales y no convencionales. Fue Vicerrector Docente del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba; cumplió otras misiones internacionalistas, con más de 60 años de edad, en Burkina Faso y Pakistán, en esta última como miembro de la brigada Henry Reeve.

La total consagración al trabajo le ha permitido cumplir con todas sus obligaciones hasta su incorporación al servicio militar de reserva. En los espacios académicos aún cumple con sus labores docentes como profesor de Propedéutica Clínica y Medicina Interna; además, ha presidido uno de los tribunales estatales nacionales para especialistas de cardiología.

RECONOCIMIENTOS Y CONDECORACIONES

• Miembro de:
– Capítulo Santiago de la Sociedad Cubana de Cardiología
– Asociación de Pedagogos de Cuba
– Grupo de Investigaciones Cardiovasculares adscripto al Consejo Provincial de Sociedades Científicas
– Fundador del Contingente Henry Reeve

• Medallas
– Servicio Distinguido de las FAR
– «Ignacio Agramonte» de segunda y tercera clase
– «Manuel Piti Fajardo»
– Por la Alfabetización
– Cuba-República Popular de Angola
– X, XV y XX años de servicio en las FAR
– Servicio ejemplar en las FAR
– Combatiente Internacionalista Primera Clase

• Distinciones
– Por la Educación Cubana
– 28 de septiembre

• Destacado en la Producción y la Defensa
• Orden por la Abnegación y Sacrificio otorgada por la República de Pakistán

El doctor Orlando Juan Ramos Prevez es uno de los pilares de la cardiología en la medicina militar cubana. Se ha entregado en  cuerpo y alma a la solución de problemas de salud sensibles para los miembros de las fuerzas armadas en Cuba, y a lo largo de esa labor defendió un pensamiento preventivo y curativo que, en los escenarios docentes, enriquece los juicios de valor para la medicina, con lo cual fortalece los valores y principios de la salud pública cubana.

Fuente: Dr. Orlando Juan Ramos Prevez: eminente cardiólogo y médico militar.
Rosales Guibert EA, Guerra Cepena E.
MEDISAN. 2017:21(3)
Disponible en: http://www.medisan.sld.cu/index.php/san/article/view/938

Joaquín Pascual Gispert (1913-2005)

Joaquín Pascual GispertMédico pediatra, profesor, considerado el padre de la neuropediatría cubana, realizó aportes científicos vinculados al diagnóstico y tratamiento de la epilepsia, errores congénitos del metabolismo, retraso mental, defectología y autismo.

Nació el 10 de abril de 1913 en Colón, Matanzas. Su padre fue médico y director del hospital de Colón por muchos años.

Pascual comenzó a estudiar Medicina en la década del 30 en la Universidad de La Habana. Tuvo que interrumpir sus estudios cuando la universidad fue cerrada por órdenes del tirano Machado. En ese período trabajó como técnico azucarero en su provincia natal. Posteriormente fue técnico de laboratorio clínico en la provincia de Camagüey.

Una vez reabierta la universidad regresó a la capital para continuar sus estudios, al mismo tiempo ocupó una plaza de técnico de laboratorio clínico en el hospital «Calixto García» y posteriormente en el hospital municipal de la infancia, que después se llamó hospital «Pedro Borrás Astorga».

Desde su vida de estudiante comenzó a investigar y a hacer algunos aportes a la Ciencias. Publicó junto al eminente profesor Angel Arturo Aballí (1936) el estudio de un caso de una enfermedad genética no diagnosticada antes en Cuba y con muy pocos pacientes reportados en el mundo. A pesar de ser al mismo tiempo trabajador y estudiante fue el primer expediente de su curso, pero no pudo disfrutar de la beca que se le otorgaría para los Estados Unidos por turbias decisiones movidas por la corrupta política imperante en esa época.

Se graduó de médico en el año 1941. Alcanzó una plaza de residente en el hospital «Calixto García». Tuvo que abandonar sus estudios de posgrado porque debió regresar a su natal Colón para ocuparse de la numerosa familia de su hermano, que había sido hospitalizado fuera de Cuba por una dolencia pulmonar grave.

Se casó en esa época con María Teresa López, maestra normalista, permaneció por un año en Colón y posteriormente se traslada a la ciudad de Matanzas. Allí ejerció como médico pediatra. Ocupó una plaza en el hospital provincial hasta que por causa de sus luchas clandestinas contra la dictadura de Batista queda cesante y sólo pueden vivir del salario de su esposa y de los pacientes que podían pagarle la consulta o las visitas a domicilio. Antes de haber sido cesanteado tuvo una intensa actividad médica y científica en el hospital de Matanzas, introdujo los llamados «staff meeting» para la presentación y discusión colectiva de casos.

Al triunfo de la Revolución, en 1959, fue designado director del hospital provincial de Matanzas. Realizó grandes cambios en el orden médico y académico, mientras se mantenía como pediatra activo, y no dejó de publicar y de realizar diversas actividades científicas en el mismo hospital.

Reabrió las puertas de la escuela de enfermería de la provincia de Matanzas, que fue fundada en 1900, y había sido cerrada en los últimos años de la dictadura batistiana. Durante la invasión por playa Girón fungió como director del hospital terminal durante los días de la guerra.

Al producirse un éxodo masivo de profesores y médicos de la Universidad de La Habana se le solicitó su incorporación como profesor de Pediatría. Así en 1961 se traslada nuevamente a la capital, donde además de las actividades docentes, asume el cargo de director en el hospital infantil «Pedro Borrás», un tiempo después fue nombrado director del hospital pediátrico «William Soler» de Altahabana. Allí creó un servicio de Neuropediatría, desarrolló los medios diagnósticos necesarios para las enfermedades genéticas en coordinación con el Centro Nacional de Investigaciones Científicas. Impartió clases como profesor titular de Pediatría tanto en el pregrado como en el postgrado en diferentes facultades de medicina de la Universidad Médica de La Habana y fue fundador de las escuelas de Medicina de Santiago de Cuba y de Santa Clara.

Después de dejar el cargo de director pasó a trabajar como jefe del servicio de Neuropediatría, especialidad de la Pediatría de la que se le considera el padre en nuestro país. En los años ochenta ocupa la jefatura del servicio de Neurología Pediátrica del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Al mismo tiempo realiza consultas en el hospital pediátrico de Centro Habana y asiste como neurólogo consultante al primer servicio de Neurodesarrollo de neonatos de alto riesgo que fue creado en el hospital ginecobstétrico «González Coro»

A finales de los años ochenta se le solicitó su traslado como profesor al recién inaugurado hospital pediátrico «Juan Manuel Márquez» de la capital, centro de referencia a nivel nacional para las enfermedades neurológicas de la infancia. Desde este centro contribuyó, a través del diplomado en Neuropediatría, a la formación de una importante masa crítica de neuropediatras que han laborado en todo el país. El diplomado fue impartido durante toda la década de los noventa hasta pocos días antes de su muerte acaecida a los 92 años de edad.

Hizo aportes importantes en el diagnóstico de enfermedades raras, no descritas en el país. Realizó más de 200 publicaciones en revistas y textos nacionales y extranjeros. Dentro de estas se encuentra la primera descripción del Síndrome de West en Cuba, así como diversos textos para la enseñanza de la Neuropediatría. Durante los últimos años de su vida, aún habiendo sufrido una pérdida total de la visión, nunca dejó de estudiar, ni de asistir a pacientes en su calidad de profesor consultante. Esto fue posible dada su fuerza de voluntad, persistencia de superación e inmenso valor personal que le hicieron acreedor de reconocimientos, distinciones y premios que le fueron otorgados a lo largo de su fructífera vida científica. Entre los que se encuentran, la medalla «Carlos J. Finlay» y el título de Profesor Emérito de la Universidad Médica de La Habana.

La obra de la vida del profesor Dr. Joaquín Pascual Gispert constituye un ejemplo digno a imitar para todos los pediatras cubanos del presente y los de las futuras generaciones.

Pascual Gispert fallece el  17 de marzo del 2005 a los 92 años de edad.

Pedro Kourí Esmeja (1900-1964)

pedro-kouri-esmejaLa familia Kourí Esmeja compuesta por prestigiosos médicos procedentes del Líbano se asentaron inicialmente en Port-au-Prince, capital de la República de Haití y más tarde emigraron a nuestra isla, en los comienzos del siglo xx estableciéndose en Santiago de Cuba.

Esta familia era de origen muy humilde, el padre Santiago Kourí Bschara, comerciante y la madre María Antonia Esmeja Cheadi eran analfabetos. El matrimonio tuvo diez hijos: Juan Bautista, Julia, Manuel, Miguel, Pedro, María, Rosa, Esperanza, Mercedes y Luis.

El doctor Pedro Kourí Esmeja nació en Port-au-Prince el 21 de agosto de 1900. La familia se traslada para Santiago de Cuba y allí realizó todos los estudios primarios y el bachillerato  en Letras y Ciencias en el Instituto de Segunda Enseñanza de la capital de la antigua provincia de Oriente.

En este centro de enseñanza preuniversitaria va a comenzar su brillante carrera profesoral al desempeñar el cargo, por oposición, de alumno ayudante del grupo de cátedras de Física, Química y Ciencias Naturales en los dos últimos años, hasta su graduación. Esta temprana función docente dará nacimiento en él a una vocación por la botánica y la zoología en general, que lo llevará más tarde a matricular en la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Habana el doctorado en ciencias naturales (1933-1934), pero el cierre universitario de 1935-1937 y sus muchas responsabilidades docentes y científicas evitaron que concluyera dichos estudios.

En la Escuela de Medicina de la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de La Habana dejará una estela de brillantez académica, pocas veces lograda, que se continuará ininterrumpidamente con su carrera docente de 39 años, donde alcanzará los cargos y grados más sobresalientes.

En las dos primeras asignaturas que examinó en el año inicial, Anatomía Descriptiva 1º. curso y Ejercicios de Disección 1º. curso, solamente logrará la calificación de aprobado, pero a partir de entonces alcanzará la nota de sobresaliente en las siguientes 31 asignaturas, con 24 premios ordinarios, el premio extraordinario “Dr. Alberto Inclán” de la cátedra de Ortopedia y el prestigioso premio extraordinario “Clin” (1925), para merecer la denominación de Alumno Eminente con el Premio Beca de Viaje, que no pudo disfrutar, sin embargo, por no contar la Universidad, por esos años, con suficiente presupuesto para sufragarla.

Es de señalar que el doctor Kourí cursó dos asignaturas que por ser del nuevo plan de estudios de 1924 no tenía que cursar y que fueron Ortopedia y Parasitología y Enfermedades Tropicales, en las que alcanzó sobresaliente y en la primera los premios ordinario y extraordinario.

Los ejercicios para el grado de Doctor en Medicina los realizó el doctor Kourí el 9 de julio de 1925 en el salón de actos del Hospital Docente “General Calixto García” en los que alcanzó la nota de sobresaliente ante un tribunal integrado: como presidente, por el doctor Eusebio Hernández Pérez, profesor eminente de Obstetricia, y General de Brigada del Ejército Libertador de Cuba; como vocal por el doctor Antonio M. Valdés-Dapena Victorio, notable profesor de Terapéutica y como secretario el doctor Emilio Martínez y Pérez Vento, entonces joven y prometedor profesor auxiliar de Enfermedades de la Laringe, Oídos y Fosas Nasales, hijo del Padre de la Oncología Cubana doctor Emilio Martínez y Martínez.

Durante la carrera desempeñó los cargos asistenciales de alumno interno, por concurso, primero del Hospital Docente “Nuestra Señora de las Mercedes” y después del Hospital Docente “General Calixto García”, así como también la plaza de alumno ayudante de la cátedra No. 8 Clínica Médica, la que obtuvo por pruebas de oposición el 17 de marzo de 1924 y desempeñó hasta su graduación.

Publicó su primer trabajo científico siendo aún estudiante con el título “Contribución al estudio del sistema nervioso de la vida vegetativa (Estudio anatómico y fisiopatológico del gran simpático)” (1922) las que al parecer realizaba junto a su hermano el doctor Juan B. Kourí Esmeja, entonces joven cirujano, pero ya profesor auxiliar de Anatomía Topográfica o Anatomía Quirúrgica y que corrobora su segundo artículo “Un caso de sinfisiotomía subcutánea” (1924), en colaboración con el después profesor titular de Fisiología doctor José A. González-Rubiera Cortina, en aquellos momentos también estudiante, en el que describen la operación practicada por primera vez en nuestro país, un año antes, por el ayudante graduado de Obstetricia doctor Julio Ortiz Pérez.

A pesar de su entrenamiento quirúrgico y clínico su vocación por las investigaciones de laboratorio lo llevó a la infectología. Por su expediente obtiene la plaza de médico interno del Hospital Docente General “Calixto García” que ejerce en el Laboratorio Central del que llega a ser jefe y apenas dos meses y medio después de su graduación obtiene, por prueba de oposición, la plaza de ayudante graduado de la cátedra de Parasitología y Enfermedades Tropicales, en la que voluntariamente había cursado sus materias en el primer año lectivo de dicha cátedra (1924-1925). Estas plazas duraban solamente un bienio por lo que tuvo que realizar, para conservar la suya, pruebas semejantes el 25 de junio de 1927 y el 26 de junio de 1929, en las que salió victorioso.

Durante estos años va a desarrollar una capacidad de trabajo con la que asombraría siempre a sus colaboradores. Gana por oposición la plaza de médico interno de la Casa de Salud “Covadonga” del Centro Asturiano; parasitólogo y después director del Laboratorio Martínez Domínguez, fundado y dirigido por el destacado infectólogo, desaparecido prematuramente, doctor Manuel C. Martínez Domínguez; parasitólogo del Laboratorio Llanio-Embil, fundado por el profesor auxiliar de Parasitología y Enfermedades Tropicales doctor Enrique Llanio del Castillo y el farmacéutico y académico doctor Juan Embil Bollada y clínico de enfermedades parasitarias y tropicales en la Clínica Kourí, de su hermano el doctor Juan B. Kourí Esmeja.

Como ayudante graduado en activo (1925-1930) imparte las clases prácticas a todos los alumnos de los cursos y prepara el material docente utilizado en ellas con solo la ayuda de su fiel técnico señor Silvano Rodríguez.

En 1927 y 1928 publica en dos partes en la Revista de Medicina y Cirugía de La Habana su monografía “Estudio de la hipertrofia difusa bilateral de la mama en la pubertad”, que es quizás lo mejor que da a la imprenta en los años de la década de 1920 y a esta se unen su folleto «Presencia de huevos infecundos de Ascaris lumbricoides en las heces fecales. Su importancia clínica», La Habana (1931), su magnífica monografía «Amebiasis cutánea por Entamoeba histolytica» (1933) en colaboración con el doctor José M. Bolaños Ramírez, publicada también en la Revista de Medicina y Cirugía de La Habana y sus artículos aparecidos en la revista Vida Nueva “Valor de la coloración por el método de Gram en la investigación de los protozoarios parásitos” (1930) y “Dos casos de distomatosis hepática humana producida por la Fasciola hepática” (1931) en colaboración con el doctor Rogelio Arenas Martorell.

El profesor titular fundador de la cátedra doctor Andrés García Rivera, publicó las «Lecciones de Parasitología y Enfermedades Tropicales, La Habana, Cultural S. A., dos tomos, 1509 páginas y 398 figuras, con la colaboración del profesor auxiliar doctor Enrique Llanio del Castillo y del ayudante graduado doctor Pedro Kourí. La colaboración de este último, consistió en la preparación de casi la totalidad de las ilustraciones. Esta obra mereció felicitaciones especiales del Consejo Universitario, de la Asamblea General de la Federación Médica de Cuba y de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, así como de los profesores Gustavo Pittaluga Fattorini, entonces en la Universidad Central de Madrid y Salvá Navarro de la Universidad de Barcelona.

Publica su primer libro «La distomatosis hepática en Cuba», La Habana, Cultural S. A., en 1932, en colaboración con el doctor Arenas Martorell y reúne gran parte de sus artículos en colaboración con los doctores José G. Basnuevo Artiles y Arenas Martorell en un segundo libro «Trabajos de Parasitología», La Habana, Cultural S. A., 1934.

El Consejo Universitario sacó a concurso la plaza de profesor auxiliar interino el 18 de noviembre de 1933 el doctor Kourí obtuvo por su expediente universitario 201 puntos y en total 563 puntos. Al tomar posesión de su nueva plaza el 22 de enero de 1934 pasó automáticamente a desempeñar las funciones de profesor titular interino jefe de la cátedra y en dicha ocasión expresó este juramento:

“Yo, doctor Pedro Kourí Esmeja, nombrado para el cargo de Profesor Auxiliar interino, de la Cátedra de Parasitología y Enfermedades Tropicales, de la Escuela de Medicina, de la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de La Habana, juro solemnemente que guardaré las Leyes de la República de Cuba, contra todo enemigo nacional o extranjero, que profesaré verdadera fe y lealtad a la misma y que me obligo libremente, sin reservas mentales y que no me anima ningún propósito de evadir este juramento. Así Dios me ayude”.

Completamente formado como infectólogo y con casi 9 años de experiencia en la docencia de su cátedra, llega a la jefatura de la misma, a la que llama a colaborar a dos de sus más fieles seguidores los doctores José G. Basnuevo Artiles y Federico Sotolongo Guerra, con los que integrará la triología mayor de la parasitología médica cubana en los años posteriores.

Bajo su dirección la cátedra abandona la enseñanza enciclopédica de marcado acento taxonómico que incluía las especies de cualquier lugar del planeta de protozoos, helmintos, artrópodos y hongos parásitos al hombre, así como de algunos parásitos vegetales, expuesta en conferencias magistrales y poca enseñanza práctica, para adoptar una metodología basada en el estudio teórico, en la observación práctica y en el hacer manual, para llegar a comprender y conocer la ciencia objeto de estudio y saber desarrollar en la práctica su tecnología.

Redujo, la materia a enseñar, comprendiendo en ella solamente las especies endémicas en el país y de posible penetración, pero la amplió con el conocimiento clínico de las enfermedades que producen en el hombre y su tratamiento, sometido este último a constantes cambios.

Así es que emprende la redacción de sus conferencias de clases, con el nuevo enfoque, que serán recopiladas y editadas para hacerlas llegar al alumnado, por el entonces estudiante y después destacado laboratorista clínico doctor Guillermo Anido Fraguio. Muchas de estas conferencias, más revisadas, aparecerán bajo el título general de “Lecciones de Parasitología” en la revista Crónica Médico Quirúrgica de La Habana durante los años 1934 y 1935.

En 1936 funda, junto al Laboratorio de Investigaciones de la cátedra, la Consulta Externa de Parasitología, primera de su clase en Cuba y ambos serán el embrión que dará nacimiento, por acuerdo de la Junta de Gobierno de la Facultad de Medicina y el Consejo Universitario de 8 de diciembre de 1937, al Instituto de Medicina Tropical, primer centro de investigaciones en la larga historia de la Universidad de La Habana.

Comienza entonces la etapa más brillante de la parasitología médica en Cuba. Tanto en lo docente como en las investigaciones los resultados muy relevantes. El mismo año de la fundación del Instituto, en el Pabellón “Domingo Cubas” del Hospital Docente “General Calixto García”, comenzarán los cursos de posgrado, que a partir de 1942 se incorporan a la recién creada Escuela de Verano y se mantienen ininterrumpidamente hasta la suspensión de actividades en la Universidad de La Habana, en diciembre de 1956.

Los cursos de posgrado de la cátedra de Parasitología y Enfermedades Tropicales y el Instituto de Medicina Tropical desde un principio tuvieron una proyección internacional con alumnos, médicos y profesores de las Universidades de Cornell y New York de Estados Unidos, en forma permanente y muchos de países latinoamericanos como República Dominicana, Guatemala, Honduras, México o europeos como España.

La docencia de pre y posgrado y las investigaciones que citaremos más adelante le traerán al doctor Pedro Kourí y a sus instituciones un reconocimiento absoluto por parte de las mayores personalidades de la parasitología médica mundial.

Pero quizá lo que más consolidó el prestigio de su labor docente e investigativa fue su libro de texto. A partir de las copias mimeografiadas de sus conferencias y las más elaboradas publicadas en la revista Crónica Médico Quirúrgica de La Habana da a la imprenta con sus colaboradores Lecciones de Parasitología y Medicina Tropical, La Habana, El Siglo xx, 1940, en tres tomos. Los dos primeros que comprenden Generalidades y Helmintología Humana, respectivamente, aparecieron ese año y al siguiente el tercero, que en esta primera edición incluye Protozoología y Artropodología Médica, en total con 853 páginas y 343 figuras, en su mayoría originales.

En 1944 se hace una segunda edición de los dos primeros tomos y una tercera ampliada en 1948-1949, el primero Generalidades con 194 páginas y 35 figuras y el segundo Helmintología Humana con 771 páginas, 426 figuras casi todas originales y un cuestionario, que comprende los dos tomos, con 1196 preguntas. Del tercero se hizo una segunda edición con solamente Protozoología Médica en 1947 con 90 páginas y 27 figuras y se anuncia en él un cuarto tomo con Entomología Médica, que nunca se llegó a publicar, aunque quedó terminado con todas sus figuras intercaladas en el texto y del que se dio a la estampa un extracto en edición mimeografiada con el título Nociones Elementales de Entomología Médica, La Habana, 1962, 20 páginas y 5 figuras.

Por esta misma época dará a la imprenta en folleto Cátedra de Parasitología y Enfermedades Tropicales. Programa y Cuestionario. Curso Académico 1947-1948, 1ª Ed. La Habana, El Siglo XX, 1947, 31 páginas, en el que divide la materia a enseñar en dos parciales, en el primero agrupa: Generalidades y Nemathelmintes y en el segundo: Platyhelminthes, Protozoarios y Artrópodos, para finalizar con un cuestionario de 1262 preguntas. Del citado folleto se hicieron varias ediciones.

Su amor a la Universidad de La Habana lo llevó a ocupar importantes cargos en momentos difíciles de la historia del alto centro docente. Por Decreto Rectoral de febrero 10 de 1938 se le nombra profesor titular, cargo del que toma posesión.

En 1940 por su personalidad científica y limpia ejecutoria cívica es electo miembro encargado de Asuntos Hospitalarios en la Junta de Gobierno de la Facultad de Medicina. En el trienio 1943-1946 es electo Vice Decano encargado de Asuntos Hospitalarios, cargo para el que es reelecto en 1946, 1949 y 1952, pero en estos tres trienios encargado de Escuelas Anexas. En 1955 el doctor Kourí es electo Decano, cargo que ocupaba cuando por acuerdo del Consejo Universitario de noviembre de 1956 se suspenden indefinidamente las actividades académicas y en el que permanece hasta 1958 en que se cumple su mandato, convaleciente de una grave hepatitis.

La obra científica y su proyección social

Aunque sus trabajos científicos eran muy solicitados por las principales revistas médicas de Cuba el doctor Kourí quiso siempre contar con su propio órgano publicitario y así en 1935 funda junto a sus colaboradores la Revista de Medicina Tropical y Parasitología, Bacteriología, Clínica y Laboratorio y en 1940 la revista Avance Medical, las que en 1945 se funden en la Revista Kuba de Medicina Tropical y Parasitología, la que existió hasta 1960.

Conjuntamente con uno de sus más cercanos colaboradores, el doctor José G. Basnuevo, fundó el Laboratorio Kuba, de productos farmacéuticos, sobre todo antiparasitarios, de gran prestigio dentro y fuera de Cuba, y reunió una gran biblioteca y hemeroteca parasitológicas que después donó al Instituto.

En esos órganos publicitarios, principalmente y en otras numerosas revistas extranjeras, aparecerá la totalidad de sus artículos científicos y los de sus colaboradores, que en el caso del doctor Kourí pasan de la cifra de trescientos. Algunos de los más importantes logros alcanzados en ella son los siguientes:

Junto a originales observaciones clínicas de fascioliasis estudia la histología y ovogénesis del parásito para comprobar, lo que es reconocido internacionalmente, que la cubierta externa del huevo de Fasciola hepática esta formada por las células vitelógenas y no por la glándula coclear como se aceptaba hasta entonces y crea una técnica efectiva para la búsqueda de huevos en la bilis obtenida por intubación duodenal.

La presencia en la ciudad de San Cristóbal en 1944 y en la de Pinar del Río en 1948 de cuadros epidémicos de un síndrome eosinofílico febril llevó al doctor Kourí y otros investigadores a realizar notables trabajos que demostraron definitivamente la etiología fasciolar del síndrome, que llegó a afectar a más de 60 personas en la primera de dichas ciudades y a más de 600 en la segunda.

Describió los primeros casos en Cuba, conjuntamente con el doctor Eduardo Ortiz Rivas, de giardiasis vesicular a través del sondaje duodenal y publicó una serie de trabajos bellamente ilustrados del ciclo evolutivo del Strongyloides stercoralis y su tratamiento con violeta de genciana.

Son muy originales y sorprendentes sus observaciones sobre el papel patógeno del Trichuris trichiura, sobre su biología, los aspectos clínicos del cuadro que designó como trichuriasis masiva infantil y sobre el tratamiento del mismo.

Acerca del Diphyllobothrium latum demostró el mecanismo de formación del huevo así como la localización en testículos, en oposición a los admitido clásicamente.

Descubrió y describió un nuevo parásito humano el Inermicapsifer cubensis que fue motivo de varias publicaciones y de interesantes intervenciones, aportes y discusiones entre los más destacados parasitólogos del mundo, sobre su nomenclatura y clasificación, que aún hoy perduran.

En 1935 describió por primera vez en Cuba, con el doctor Alejandro Frade Meneses, el Clonorchis sinensis y publicó una estadística según la cual el 49 % de los chinos enfermos residentes en Ciudad de La Habana estaban parasitados con él y llevó a cabo interesantes estudios morfológicos, estructurales e histológicos sobre dicho helminto.

Informa con los doctores Federico Sotolongo y Vicente Anido Fraguio el primer caso de botriocefalosis encontrado en nuestro país y sobre las lesiones perianales de aspecto canceroso alerta a los clínicos sobre la posible etiología amebiana.

Pero de lo más importante de su obra fueron los estudios hechos en colaboración con el doctor Basnuevo sobre terapéutica antiparasitaria que incluyeron investigaciones farmacológicas experimentales en animales y clinicoterapéuticas en el hombre.

A la malacología médica dedicó numerosos artículos sobre índices endémicos de infestación trematódica, hallazgos de furcocercaria en el molusco Drepanotremalucidum y otros en que estudió los caracoles como hospederos intermediarios de trematodes.

Por último, el campo de la parasitología veterinaria, que tanto prestigió en Cuba su gran amigo el también sabio profesor universitario doctor Ildefonso Pérez Vigueras, lo abordó con originales investigaciones sobre parasitismo intestinal del perro y del cerdo, entre las que se destacan las que llevó a cabo sobre coccidiosis canina, piroplasmosis canina y Dipylidium caninum.

Estos trabajos científicos hacen que en diciembre de 1938 sea designado miembro del Comité de Lucha Contra el Parasitismo Intestinal, la Mortalidad Infantil y el Paludismo de la Federación Médica de Cuba.

A partir de entonces el doctor Kourí y sus colaboradores recorrieron toda la Isla en un plan de divulgación médica que no tuvo paralelo. Finalizado el ciclo programado por la Federación Médica, el equipo de parasitólogos continuó la divulgación antiparasitaria en pueblos y ciudades, a través de periódicos, revistas y de transmisiones radiales, para llevar a todas las familias cubanas los conocimientos elementales que les sirvieran para defenderse contra el parasitismo.

Últimos años

Completamente recuperado de la grave hepatitis que lo había alejado del Decanato de la Facultad de Medicina comienza entonces en la colina universitaria los doctores Kourí, Basnuevo y Sotolongo, tres de los más prestigiosos profesores de la Facultad de Medicina fueron del grupo de los ejemplares Maestros que permanecieron fieles a su pueblo en aquellos momentos de grandeza y peligro de nuestra historia y con ellos todo su personal técnico y de servicio.

Los cambios frecuentes de planes de estudios en aquellos años pusieron a prueba la maestría pedagógica del doctor Kourí y sus colaboradores para llevarlos a la práctica sin sacrificar la alta calidad de su docencia que siguió siendo de las mejores del mundo.

Fue en una reunión en el Ministerio de Salud Pública, en su viejo edificio de la calle Belascoaín, el 16 de octubre de 1964, después de una brillante exposición sobre la preparación de docentes para la Facultad de Ciencias Médicas, en la que también expuso la pertinencia de su viejo proyecto de lucha antiparasitaria, fallecía repentinamente el doctor Pedro Kourí, no sólo una de las figuras mayores de la parasitología médica mundial sino también uno de los más importantes higienistas sociales de nuestra historia.

La posteridad esta siendo justa con su memoria, lo que no siempre ocurre con los grandes hombres. Su obra sigue reconocida en los más exclusivos círculos parasitológicos del mundo, pero lo que hubiera sido mucho más importante para él, es que la misma se ha continuado en la labor de sus hijos y descendientes, de sus viejos colaboradores, de sus discípulos, de las muevas generaciones de infectólogos cubanos y que el Instituto que él fundara, con su nombre desde 1964, es uno de los más importantes del mundo y constituye el verdadero símbolo de la grandeza de la medicina cubana de hoy.

Fuente: Dr. Pedro Kourí Esmeja, Profesor Extraordinario: en el centenario de su nacimiento (1900-2000). Cuadernos de Historia de la salud Pública 2001 (90). http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_90/his0890.htm
Dr. Gregorio Delgado García
Conferencia  leída  en  acto  central  por  el  Centenario  del  Nacimiento  del  Dr.  Pedro Kourí.  Teatro  del  Instituto  de  Medicina  Tropical  “Pedro  Kourí”  (IPK).  La  Habana, agosto  21  del  2000

Enrique Guzmán Rodríguez (1931-2013)

Enrique GuzmánEl doctor Enrique Guzmán Rodríguez natural de Muras, Lugo, Galicia. Nació  el 28 de agosto de 1931. Llegó a Cuba, como refugiado político del régimen franquista junto a su madre y su madrina, a la edad de 5 años. En 1937 comienza la enseñanza primaria en una escuelita de barrio, que logra terminar en el Colegio Bautista. Se hace bachiller a los 17 años.

Ingresa en la Escuela de Medicina y comienza a trabajar en la Casa de Socorro de Regla como practicante en el horario nocturno. Tiene que perder 3 años de estudio por problemas económicos, debe trabajar como cobrador de la clínica privada conocida como Centro Castellano de La Habana.

Como un dato interesante -y quizás premonitorio de lo que sería su mayor logro en la vida profesional, ser el padre de los cuidados intensivos en el país- a él confiaron el cuidado y manejo de un ventilador mecánico marca Edison en el año 1953. Este era portátil y permitía regular la frecuencia respiratoria, solo administraba oxígeno puro. Estos ventiladores habían sido ubicados en las casas de socorro que estaban próximas al litoral de la ciudad capital.

En 1959 se reincorpora a la carrera de Medicina, y forma parte en 1960 del primer grupo de estudiantes que llega al Hospital Pediátrico «William Soler». Allí realizó el internado vertical de Pediatría en 1961, y desde entonces estuvo vinculado a la enseñanza de la especialidad, pues dio clases en esa asignatura a los estudiantes del 5to. año de Medicina.

En marzo de 1962 se graduó de Doctor en Medicina e hizo el servicio social como médico rural. Después empezó la residencia de Pediatría en el Hospital «William Soler», y entonces fue docente de los estudiantes de 5to. y 6to. años de Medicina.

Junto al profesor doctor Joaquín Pascual Gispert, padre del Neuropediatría en Cuba, participa en la puesta en marcha del primer servicio de esa subespecialidad que fue creado en el mismo hospital en el año 1963, del cual fue subjefe asistencial y docente. Posteriormente, en 1965, el doctor Enrique Guzmán fue el autor intelectual y material de la fundación de la primera escuela de enfermería pediátrica en Cuba. Hizo para ella los primeros programas de estudio y allí también fue profesor de diversas asignaturas. En 1967 concluyó el primer grado de la especialidad en Pediatría, y en la segunda mitad de los años 70 fundó, en el Hospital Pediátrico «William Soler» la primera Unidad de Terapia Intensiva de toda Iberoamérica, de la cual fue su jefe y profesor principal durante varias décadas.

Trabajó durante más de 60 años por la salud de su pueblo, y ejerció la docencia de pre y posgrado en la carrera de Medicina, en la especialidad de Pediatría, por más de 50 años. Fue, igualmente, formador de intensivistas pediátricos desde el año 1972, vicedirector docente del Hospital «William Soler» en la década 1973-1982, en 1985 obtuvo el título de especialista de segundo grado en Pediatría, desde 1980 hasta 1995 presidió la Comisión Nacional de Terapia Intensiva en Pediatría, fue miembro activo de los grupos Provincial y Nacional de Pediatría desde 1981, responsable docente de la Comisión Provincial y Nacional de Terapia Intensiva Pediátrica desde ese mismo año, y en 1997 fue nombrado Profesor Consultante de Pediatría de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.

Durante su vida profesional recibió decenas de reconocimientos, premios  y condecoraciones, entre los que pueden citarse: Reconocimiento al Mérito por la Sociedad Boliviana de Pediatría (1987), Premio Anual al Mejor Trabajo Científico del CENIC (1988), Premio Anual al Mérito por haber participado en la obtención de resultados de mayor aporte al desarrollo social del trabajo del MES (1988), Distinción «La Giraldilla de la Ciudad de La Habana» (1994) y otras tantas más cuya lista sería interminable.

Falleció en La Habana el 22 de marzo de 2013. El profesor doctor Enrique Guzmán fue, sin dudas, no solo uno de los más célebres pediatras del país, sino un digno y destacado profesional de la salud infantil de nuestros tiempos.

Fuente: In Memóriam. Dr. Enrique Guzmán Rodríguez.
Domínguez Dieppa, Fernando. Revista Cubana de Pediatría. 2013; 85(3):409-411.
Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0034-75312013000300016&script=sci_arttext

Juan José Faura Monserrat (1916-1991)

Juan Faura MonserratEl primero de enero de 2016, se cumplieron 100 años del nacimiento del eminente y querido Profesor Dr. Juan Faura Monserrat, Profesor de Embriología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana primero y fundador del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón” donde laboró mostrando su sapiencia y bondad hasta su fallecimiento.

Nació el 1ro. de enero de 1916, en el Central Constancia, en Abreus antigua provincia de Las Villas, actualmente perteneciente a Cienfuegos. Sus padres eran españoles, el padre, Juan, dirigía el central azucarero y adquirió la nacionalidad cubana, la madre, Josefa, de profesión maestra no se adaptó a la vida en el central y regresó con su pequeño hijo a España, radicándose en Barcelona, donde Juan José cursa su enseñanza hasta los estudios superiores.

Realizó estudios en Barcelona y en Madrid, obteniendo varios títulos universitarios: el de Odontólogo en la Universidad de Madrid en 1941, Licenciado en Medicina y Cirugía en Barcelona en 1946, obtiene el grado de Licenciatura en 1950 en Barcelona, más tarde, ya en Cuba, realiza convalidaciones de sus títulos de Doctor en Cirugía Dental en 1956 y de Doctor en Medicina en 1963 ambos en la Universidad de La Habana.

Inicia su vida laboral en España como clínico en un sanatorio para enfermos mentales, allí conoce a la que sería su esposa, Cándida Fernández, catalana de profesión enfermera que trabaja en el mismo sanatorio, con la cual contrae matrimonio en 1952 y en ese mismo año, la pareja viaja a Cuba instalándose en la Ciudad de La Habana, donde vivirá el resto de su vida; de su matrimonio nacieron 5 hijos.

En Cuba comienza a trabajar como viajante de libros mientras realiza las convalidaciones de sus títulos universitarios para poder ejercer en su país natal. En 1956 al aprobar su primera convalidación, establece su gabinete privado de Odontólogo en la Habana Vieja donde trabaja hasta 1961, año en que renuncia al ejercicio privado de su profesión.

Al triunfo de la Revolución en 1959, simultáneamente con el trabajo en su gabinete privado, trabaja como Odontólogo para el Ministerio de Salud Pública, ejerciendo en localidades apartadas de la ciudad, como por ejemplo en Managua. Tuvo una gran participación en todas las actividades del país. En 1961 ante el abandono de las cátedras docentes por un gran grupo de profesores, es convocado por el profesor de Histología, doctor Monteros Valdivieso y se incorpora a la enseñanza médica en la antigua Escuela de Medicina de J y 25 en el Vedado, en las cátedras de Histología y Embriología. Un año más tarde al crearse el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas «Victoria de Girón», en octubre de 1962, pasa a este contándose entre sus profesores fundadores.

Sin embargo resulta imprescindible recordar a este hombre bondadoso y culto en el centenario de su nacimiento. Recordar a alguien que fue ejemplo de comportamiento cívico y de conducta ética que trasmitió a todos los que tuvieron el honor de ser sus alumnos pero que además constituyó un mito para todos aquellos que poblaron las aulas y pasillos de Girón y lo vieron con su andar pausado pero constante y con su bata larga flotando al viento.

Recordarlo es también la manera de sentir que su ejemplo sigue vivo y que lo necesitamos para que con su espíritu sincero y apacible seguir brindándonos sus conocimientos y podamos cada día decirle: Gracias Profesor.

Colaboración: Dr. Orlando M. Tomé López
Más información en : Dr. Juan Faura Monserrat, paradigma en la enseñanza médica http://www.bvs.sld.cu/revistas/ems/vol22_1_08/ems08108.htm