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Enrique Antonio González Corona

Enrique Antonio González Corona Figura representativa de la docencia médica santiaguera, que ha dedicado su vida a la atención de los niños y a la enseñanza de esta especialidad alcanzando la condición de profesor consultante e investigador. Fue fundador de la primera Escuela de Medicina fuera de la capital, fundador del Servicio Médico Rural, se destaca su trabajo como pediatra dentro y fuera del país. Ha sido un profesional sencillo, afable, responsable, patriota, exigente y reflexivo que lo convierten en un educador que constituye ejemplo para la formación de la nueva generación de profesionales de la salud.

González Corona nació el 3 de mayo del 1933 en la ciudad de Santiago de Cuba en el seno de una familia de la clase media, su padre era médico el Dr. Pedro Manuel González Guillart, su madre ama de casa, la señora Engracia Noelia Corona Rodríguez. Fue el segundo de tres hermanos.

El hermano mayor, Pedro, también estudio medicina y fue un destacado hematólogo y Jorge el último, economista y profesor universitario.

Los primeros grados de la  primaria, los realizó en la escuela pública no.2; continuó los estudios en el colegio privado » Juan Bautista Sagarra» donde ingresó en el 2do.  grado, hasta la preparatoria que terminó con el mejor expediente del colegio,  recibiendo la medalla «Don José Maria Buch»,  aquí también hizo el 1er. y 2do. año del bachillerato y  a partir del 3er. año en el  Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba hasta graduarse de bachiller en Ciencias a los 18 años con notas sobresalientes  en 25 asignaturas de 34. Después de graduarse, en septiembre del 1951, se traslada a la Universidad de la Habana  a estudiar medicina, carrera que realizó durante 9 años, pues la Universidad de la Habana estuvo cerrada durante algunos años. Fue el tercer expediente en su graduación.

En los años en que estuvo cerrada la Universidad, Enrique regresa a Santiago de Cuba, donde  inicia la práctica médica en el hospital  «Saturnino Lora» e imparte las asignaturas de Anatomía y Fisiología a alumnos de bachillerato de la Escuela «Dolores»

Fue miembro de la juventud católica, realizó  seminarios en el Convento de la Iglesia del   Cobre, destacándose por su disciplina e inteligencia. En el año 1957 regresa a la Habana para continuar sus estudios, vivió en una casa de huéspedes, en el último año de su carrera y por los resultados académicos que tenía, se gana la plaza de alumno interno en el Hospital Universitario «General Calixto García» donde estuvo hasta mayo del 1960 en que se gradúa.

Regresó a la ciudad de Santiago de Cuba, siendo el tercero de su graduación con notas de sobresaliente en 28 asignaturas 5 notables y 8 premios  con un índice general de 4,84 (más ó menos según las calificaciones actuales).

En ese mismo año y durante los primeros de la década del 60 se produjo  en Cuba un gran éxodo de profesionales hacia EE.UU., pero fundamentalmente de médicos. Enrique González Corona,  que no se queda en la Capital, aunque lo podía hacer, por haberse ganado la Residencia en el Hospital “Calixto García” y por ser el 3er. expediente de su curso, regresa a Santiago de Cuba y va a realizar su Servicio Social Rural en Chivirico, un rincón olvidado de la antigua provincia de Oriente, con una alta mortalidad infantil y un abandono sanitario casi completo, pero que ya la Revolución había  empezado a atender.

Allí dio sus primeros pasos como médico en una casita (germen de lo que luego sería el Hospital de Chivirico) donde solo se realizaban consultas y visitas a pacientes de la localidad. Junto a su compañero, el Dr. Martínez Maceiras, dividieron la casita y habilitaron 3 camas  para realizar ingresos y hacer partos.

En febrero de 1961  regresa a la ciudad de Santiago de Cuba y empieza a trabajar como médico interno en el hospital infantil (ONDI), hoy Infantil Norte. Al mismo tiempo trabajaba también, como médico interno en el Hospital Oncológico y compartió con el padre su consulta privada hasta que ambos renunciaron a ella.

En 1961 ocupó la responsabilidad  de Subdirector y luego Director  del Hospital Infantil donde trabajaba. Fue de los primeros protagonistas del inicio en Santiago de Cuba, del Programa Nacional de lucha contra  la Gastroenteritis que era la primera causa de la mortalidad infantil en esos momentos.

En 1962 se hace un llamado a los médicos santiagueros para crear la primera Escuela de Medicina fuera de la Capital; muchos dudaron de la posibilidad de ese proyecto pero, Enrique sí creyó en él y cuando se inaugura el 10 de febrero,  allí estaba entre los tres primeros médicos santiagueros que iniciaron la docencia médica en Santiago de Cuba, junto a sus compañeros el Dr. Valón y el Dr. Araujo. Impartió la asignatura de Bioquímica, guiado por el Dr. Alberto Granado Jefe de la Cátedra.

En 1963 se creó el Servicio de Gastroenteritis con 3 salas de 40 camas cada una y él asume la jefatura de dos de ellas siendo además director del Hospital.

Su trabajo en este Servicio lo mantuvo hasta el año 1970 en que es trasladado al Hospital Infantil Sur (antigua Colonia Española) como Subdirector Docente Facultativo y Jefe de los Servicios de Gastroenteritis con 120 camas.

En 1965 se inició la docencia en el área clínica y con un grupo de compañeros que llegaron desde la ciudad de la Habana,  el Dr. González Corona imparte la asignatura de Pediatría.

En el año 1972 participa representando a Cuba en el  curso para profesores de Pediatría financiado por la  OMS-UNICEF en el Instituto de Salud del niño en la Universidad de Londres Inglaterra, este curso con una duración de 11 meses, se realizó en Inglaterra, Kenya y la India.

En julio del 1977 comienzan a funcionar los policlínicos comunitarios,  otra gran obra de la Revolución para llevar la salud a todo el pueblo y a todos los rincones del país y allí estaba el profesor González Corona para también ser fundador de esta importante actividad, fue el primer  director del policlínico comunitario 2 «José  Martí”. Allí permanece hasta el año  1979, donde pasa  a  ocupar la responsabilidad de Vice-Rector de Investigaciones y Educación de Postgrado del ISCM de Santiago de Cuba por solicitud de la institución, ya que este frente requería desarrollo y organización.

Ocupa ese cargo hasta 1990 donde acepta la propuesta de liberación para irse a cumplir misión internacionalista en Guyana, responsabilizándose con la brigada docente cubana y la docencia de Pediatría en la facultad de ciencias médicas de la universidad de Georgetown.

Al regresar vuelve al Hospital lnfantil Sur como profesor titular y jefe del grupo básico de trabajo docente del servicio de enfermedades diarreicas agudas hasta 1996, en que parte como colaborador médico a Sudáfrica, donde permanece hasta el año 1999.

En el año 2009, con 75 años de edad y 48 años de graduado  de médico, con 46 años de profesor de Medicina y 42 años como Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Pediatría,  es Presidente del Capítulo de Santiago de Cuba y Vicepresidente  de la Junta de Gobierno de la Sociedad.

Es también profesor  titular, consultante y de Mérito del  lSCM de Santiago  de Cuba, ha alcanzado los grados científicos de doctor en Ciencias Médicas y de Máster en Atención  Integral del Niño y el 2do. Grado de especialista en Pediatría

Pueden resumirse así algunos de los reconocimientos académicos,  científicos y profesionales recibidos

• Fundador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente.
• Fundador del Servicio Médico Social Rural
• Fundador del Hospital infantil Docente Sur de Santiago de Cuba.
• Premio Anual Provincial de la Salud, Santiago de Cuba  en dos categorías 1993 (Investigación aplicada y Personalidad Científica Destacada)
• Premio  Anual  Provincial de la Salud  Santiago de Cuba 1994 en la categoría Personalidad Científica Destacada.
• Medalla  Distinción  por la Educación  Cubana.
• Medalla Manuel Fajardo.
• Trabajador Vanguardia Nacional de la Salud 1993 y 1994.
• Medalla  30, 40 y 45 Aniversario del lSCM-SSC.
• Medalla 28 de Septiembre.
• Medalla Trabajador internacionalista 1991.
• Medalla José Tey.
• Medalla y orden Carlos J. Finlay.
• Profesor de Mérito lSCM-SSC.

Tiene 15 publicaciones científicas, ha presentado trabajos en más de 34 eventos Nacionales e Internacionales y ha realizado más de 24 investigaciones. Ostenta, además,  la condición de militante del PCC desde 1969, Miembro de la CTC desde 1960, fundador de los CDR, fundador de las MNR, capitán de la reserva y desde 1992 miembro de la ACRC.

Aportes realizados al cuidado de los niños y adolescentes sanos:
– El Profesor ha trabajado en la Confección  y  uso  de  gráficos  de  peso  para  la  edad (Carnet  de  Salud  Infantil) en  el  Monitoreo  del  crecimiento  Físico  y  Prevención  de  la   Desnutrición  en  los  niños  menores de  5  años.

– Programa  de  atención  al  niño  menor  de 1 año  basado  en  la  evaluación  de  factores  de  riesgo  y  Monitoreo  del  Crecimiento  Físico.

– Prevención de Enfermedad Diarreica en la edad pediátrica. (Procedimientos  Diagnósticos  y  Terapéuticos  en  el  manejo  de  la Diarrea  Aguda  Infantil, Proposición  del  Tipo  Clínico de  Diarrea  Aguda  prolongada  o  Atípica  para la  Prevención  de  la  Diarrea  Persistente, Uso  racional  de  antibióticos  y  su impacto  económico  en  las  Enfermedades  Diarreicas  Agudas)

Este célebre pediatra cubano recibió el título de Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Pediatría en el XXVI Congreso Nacional de la especialidad, celebrado en Ciudad de La Habana en noviembre de 2008. Su vida constituye un ejemplo digno de imitar por las actuales y futuras generaciones de pediatras de nuestra Patria.

Hoy, con 84 años, el eminente pediatra y profesor Enrique Antonio González Corona vive en su amada Santiago de Cuba y continúa brindando su experiencia, ejemplo y conocimientos a la familia de la pediatría cubana.

Historia de la Puericultura en Cuba

puericultura1En la Edad Media los niños eran tratados como adultos pequeños.

A partir del Renacimiento surge mayor interés en la infancia. En 1722 aparece el término Pediatría en la Europa Central, y en 1865, por primera vez, es acuñado el término Puericultura por Alfred Pierre Caron, profesor en la Universidad de París.

Realizar consultas de Puericultura en la primera mitad del siglo XX en Cuba era prácticamente un lujo. Con el sistema único de salud y cobertura total de la atención primaria a partir de 1959, se lograron establecer consultas de Pediatría (1960) y Puericultura (1963) en los policlínicos.

El nuevo enfoque de la práctica médica preventivo-curativa influyó en el desarrollo de la Puericultura, con programas como: Atención integral al niño y la mujer, la normación de las especialidades, la reducción de la mortalidad infantil, la medición de indicadores de salud en la población cubana de 0 a 19 años, la dispensarización de niños y adolescentes, Puericultura prenatal, así como la evaluación de «Hospitales y policlínicos Amigos de la madre y el niño». En 2004 fue creado un grupo multidisciplinario para el rescate de la calidad de las consultas de Puericultura, y se inauguró el Centro de Referencia Nacional de Puericultura en el año 2007, con funciones docentes, de investigación, asistenciales-metodológicas y administrativas. Sorprende la búsqueda de cómo se introdujo en Cuba la Puericultura, a través de Infomed e Internet, visitas a bibliotecas especializadas y la Oficina del Historiador del Ministerio de Salud Pública.

Fuente: Historia de la Puericultura en Cuba.
Román Lafont J, Álvarez Valdés G y Izquierdo Izquierdo ME.
Revista Cubana de Pediatría [revista en Internet]. 2017 [citado 2017 May 2];89(2):[aprox. 0 p.]. Disponible en:http://www.revpediatria.sld.cu/index.php/ped/article/view/225

Joaquín Pascual Gispert (1913-2005)

Joaquín Pascual GispertMédico pediatra, profesor, considerado el padre de la neuropediatría cubana, realizó aportes científicos vinculados al diagnóstico y tratamiento de la epilepsia, errores congénitos del metabolismo, retraso mental, defectología y autismo.

Nació el 10 de abril de 1913 en Colón, Matanzas. Su padre fue médico y director del hospital de Colón por muchos años.

Pascual comenzó a estudiar Medicina en la década del 30 en la Universidad de La Habana. Tuvo que interrumpir sus estudios cuando la universidad fue cerrada por órdenes del tirano Machado. En ese período trabajó como técnico azucarero en su provincia natal. Posteriormente fue técnico de laboratorio clínico en la provincia de Camagüey.

Una vez reabierta la universidad regresó a la capital para continuar sus estudios, al mismo tiempo ocupó una plaza de técnico de laboratorio clínico en el hospital «Calixto García» y posteriormente en el hospital municipal de la infancia, que después se llamó hospital «Pedro Borrás Astorga».

Desde su vida de estudiante comenzó a investigar y a hacer algunos aportes a la Ciencias. Publicó junto al eminente profesor Angel Arturo Aballí (1936) el estudio de un caso de una enfermedad genética no diagnosticada antes en Cuba y con muy pocos pacientes reportados en el mundo. A pesar de ser al mismo tiempo trabajador y estudiante fue el primer expediente de su curso, pero no pudo disfrutar de la beca que se le otorgaría para los Estados Unidos por turbias decisiones movidas por la corrupta política imperante en esa época.

Se graduó de médico en el año 1941. Alcanzó una plaza de residente en el hospital «Calixto García». Tuvo que abandonar sus estudios de posgrado porque debió regresar a su natal Colón para ocuparse de la numerosa familia de su hermano, que había sido hospitalizado fuera de Cuba por una dolencia pulmonar grave.

Se casó en esa época con María Teresa López, maestra normalista, permaneció por un año en Colón y posteriormente se traslada a la ciudad de Matanzas. Allí ejerció como médico pediatra. Ocupó una plaza en el hospital provincial hasta que por causa de sus luchas clandestinas contra la dictadura de Batista queda cesante y sólo pueden vivir del salario de su esposa y de los pacientes que podían pagarle la consulta o las visitas a domicilio. Antes de haber sido cesanteado tuvo una intensa actividad médica y científica en el hospital de Matanzas, introdujo los llamados «staff meeting» para la presentación y discusión colectiva de casos.

Al triunfo de la Revolución, en 1959, fue designado director del hospital provincial de Matanzas. Realizó grandes cambios en el orden médico y académico, mientras se mantenía como pediatra activo, y no dejó de publicar y de realizar diversas actividades científicas en el mismo hospital.

Reabrió las puertas de la escuela de enfermería de la provincia de Matanzas, que fue fundada en 1900, y había sido cerrada en los últimos años de la dictadura batistiana. Durante la invasión por playa Girón fungió como director del hospital terminal durante los días de la guerra.

Al producirse un éxodo masivo de profesores y médicos de la Universidad de La Habana se le solicitó su incorporación como profesor de Pediatría. Así en 1961 se traslada nuevamente a la capital, donde además de las actividades docentes, asume el cargo de director en el hospital infantil «Pedro Borrás», un tiempo después fue nombrado director del hospital pediátrico «William Soler» de Altahabana. Allí creó un servicio de Neuropediatría, desarrolló los medios diagnósticos necesarios para las enfermedades genéticas en coordinación con el Centro Nacional de Investigaciones Científicas. Impartió clases como profesor titular de Pediatría tanto en el pregrado como en el postgrado en diferentes facultades de medicina de la Universidad Médica de La Habana y fue fundador de las escuelas de Medicina de Santiago de Cuba y de Santa Clara.

Después de dejar el cargo de director pasó a trabajar como jefe del servicio de Neuropediatría, especialidad de la Pediatría de la que se le considera el padre en nuestro país. En los años ochenta ocupa la jefatura del servicio de Neurología Pediátrica del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Al mismo tiempo realiza consultas en el hospital pediátrico de Centro Habana y asiste como neurólogo consultante al primer servicio de Neurodesarrollo de neonatos de alto riesgo que fue creado en el hospital ginecobstétrico «González Coro»

A finales de los años ochenta se le solicitó su traslado como profesor al recién inaugurado hospital pediátrico «Juan Manuel Márquez» de la capital, centro de referencia a nivel nacional para las enfermedades neurológicas de la infancia. Desde este centro contribuyó, a través del diplomado en Neuropediatría, a la formación de una importante masa crítica de neuropediatras que han laborado en todo el país. El diplomado fue impartido durante toda la década de los noventa hasta pocos días antes de su muerte acaecida a los 92 años de edad.

Hizo aportes importantes en el diagnóstico de enfermedades raras, no descritas en el país. Realizó más de 200 publicaciones en revistas y textos nacionales y extranjeros. Dentro de estas se encuentra la primera descripción del Síndrome de West en Cuba, así como diversos textos para la enseñanza de la Neuropediatría. Durante los últimos años de su vida, aún habiendo sufrido una pérdida total de la visión, nunca dejó de estudiar, ni de asistir a pacientes en su calidad de profesor consultante. Esto fue posible dada su fuerza de voluntad, persistencia de superación e inmenso valor personal que le hicieron acreedor de reconocimientos, distinciones y premios que le fueron otorgados a lo largo de su fructífera vida científica. Entre los que se encuentran, la medalla «Carlos J. Finlay» y el título de Profesor Emérito de la Universidad Médica de La Habana.

La obra de la vida del profesor Dr. Joaquín Pascual Gispert constituye un ejemplo digno a imitar para todos los pediatras cubanos del presente y los de las futuras generaciones.

Pascual Gispert fallece el  17 de marzo del 2005 a los 92 años de edad.

Enrique Guzmán Rodríguez (1931-2013)

Enrique GuzmánEl doctor Enrique Guzmán Rodríguez natural de Muras, Lugo, Galicia. Nació  el 28 de agosto de 1931. Llegó a Cuba, como refugiado político del régimen franquista junto a su madre y su madrina, a la edad de 5 años. En 1937 comienza la enseñanza primaria en una escuelita de barrio, que logra terminar en el Colegio Bautista. Se hace bachiller a los 17 años.

Ingresa en la Escuela de Medicina y comienza a trabajar en la Casa de Socorro de Regla como practicante en el horario nocturno. Tiene que perder 3 años de estudio por problemas económicos, debe trabajar como cobrador de la clínica privada conocida como Centro Castellano de La Habana.

Como un dato interesante -y quizás premonitorio de lo que sería su mayor logro en la vida profesional, ser el padre de los cuidados intensivos en el país- a él confiaron el cuidado y manejo de un ventilador mecánico marca Edison en el año 1953. Este era portátil y permitía regular la frecuencia respiratoria, solo administraba oxígeno puro. Estos ventiladores habían sido ubicados en las casas de socorro que estaban próximas al litoral de la ciudad capital.

En 1959 se reincorpora a la carrera de Medicina, y forma parte en 1960 del primer grupo de estudiantes que llega al Hospital Pediátrico «William Soler». Allí realizó el internado vertical de Pediatría en 1961, y desde entonces estuvo vinculado a la enseñanza de la especialidad, pues dio clases en esa asignatura a los estudiantes del 5to. año de Medicina.

En marzo de 1962 se graduó de Doctor en Medicina e hizo el servicio social como médico rural. Después empezó la residencia de Pediatría en el Hospital «William Soler», y entonces fue docente de los estudiantes de 5to. y 6to. años de Medicina.

Junto al profesor doctor Joaquín Pascual Gispert, padre del Neuropediatría en Cuba, participa en la puesta en marcha del primer servicio de esa subespecialidad que fue creado en el mismo hospital en el año 1963, del cual fue subjefe asistencial y docente. Posteriormente, en 1965, el doctor Enrique Guzmán fue el autor intelectual y material de la fundación de la primera escuela de enfermería pediátrica en Cuba. Hizo para ella los primeros programas de estudio y allí también fue profesor de diversas asignaturas. En 1967 concluyó el primer grado de la especialidad en Pediatría, y en la segunda mitad de los años 70 fundó, en el Hospital Pediátrico «William Soler» la primera Unidad de Terapia Intensiva de toda Iberoamérica, de la cual fue su jefe y profesor principal durante varias décadas.

Trabajó durante más de 60 años por la salud de su pueblo, y ejerció la docencia de pre y posgrado en la carrera de Medicina, en la especialidad de Pediatría, por más de 50 años. Fue, igualmente, formador de intensivistas pediátricos desde el año 1972, vicedirector docente del Hospital «William Soler» en la década 1973-1982, en 1985 obtuvo el título de especialista de segundo grado en Pediatría, desde 1980 hasta 1995 presidió la Comisión Nacional de Terapia Intensiva en Pediatría, fue miembro activo de los grupos Provincial y Nacional de Pediatría desde 1981, responsable docente de la Comisión Provincial y Nacional de Terapia Intensiva Pediátrica desde ese mismo año, y en 1997 fue nombrado Profesor Consultante de Pediatría de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.

Durante su vida profesional recibió decenas de reconocimientos, premios  y condecoraciones, entre los que pueden citarse: Reconocimiento al Mérito por la Sociedad Boliviana de Pediatría (1987), Premio Anual al Mejor Trabajo Científico del CENIC (1988), Premio Anual al Mérito por haber participado en la obtención de resultados de mayor aporte al desarrollo social del trabajo del MES (1988), Distinción «La Giraldilla de la Ciudad de La Habana» (1994) y otras tantas más cuya lista sería interminable.

Falleció en La Habana el 22 de marzo de 2013. El profesor doctor Enrique Guzmán fue, sin dudas, no solo uno de los más célebres pediatras del país, sino un digno y destacado profesional de la salud infantil de nuestros tiempos.

Fuente: In Memóriam. Dr. Enrique Guzmán Rodríguez.
Domínguez Dieppa, Fernando. Revista Cubana de Pediatría. 2013; 85(3):409-411.
Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0034-75312013000300016&script=sci_arttext

DrCs. Eric Martínez Torres (1943-)

Eric Martínez TorresEl profesor de mérito DrCs. Eric Martínez Torres es uno de nuestros más célebres pediatras.

Ha consagrado toda su vida profesional a mejorar los indicadores de la salud infantil en Cuba y en muchos otros lugares del mundo, especialmente por las investigaciones realizadas sobre dengue. Ha recibido  múltiples reconocimientos otorgados por organismos nacionales e internacionales por los logros alcanzados en las tareas asistenciales, docentes y de investigación.

Nació en Güines, el 26 de junio de 1943. Allí cursó los estudios primarios y secundarios en escuelas públicas. Se graduó de doctor en Medicina en la Universidad de La Habana en 1969 y desde ese año, hasta 1973, ejerció como pediatra en la provincia de Las Tunas. Allí fue jefe de servicio y responsable regional de Pediatría.

Obtuvo el título de especialista de primer grado en Pediatría en 1975,
tras concluir la residencia en el hospital pediátrico “Dr. Ángel Arturo
Aballí Arellano” de La Habana.

Luego fue subdirector facultativo del Hospital Pediátrico Universitario «William Soler» (1977-85) y de Docencia (1985-95). Se diplomó en Infectología Pediátrica en México en 1988. En ese mismo año obtuvo el título de Doctor en Ciencias Médicas y en el 2003 el de Doctor en Ciencias. Fue jefe del
grupo nacional de Pediatría en 1997. Es miembro titular de la Sociedad Cubana de Pediatría y perteneció a su junta directiva de 1995 al 2005.
Es también miembro de la Sociedad Latinoamericana de Pediatría, de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, de la Asociación Panamericana de Infectología y de la Sociedad Cubana de Educadores de la Salud. Es miembro de honor de las sociedades de Infectología Pediátrica de la República Dominicana, de El Salvador y de Ecuador.

Fue director del Hospital Pediátrico Universitario «Juan Manuel Márquez» (1995-1997) y Director Nacional de Investigaciones del Minsap (1997-2004). Desde 2005 labora en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kouri” (IPK), donde ostenta las categorías de Investigador Titular y Profesor Titular. Allí fue Presidente del Comité de Ética de la Investigación de 2008 al 2010.

Fue nombrado Profesor de Mérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana en el año 2008 y designado Investigador de Mérito por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Medio Ambiente de Cuba en el 2010. Fue miembro titular de la Academia de Ciencias de Cuba desde 1996 hasta el 2012 y es miembro de la Sección de Biomedicina de la Comisión Nacional de Grados Científicos de Cuba desde el 2005.

De noviembre de 2010 a diciembre 2011 fue asesor del Programa de Dengue del Ministerio de Salud de Brasil, en su carácter de Consultor Internacional para Dengue en OPS/OMS, y ha sido consultor de la OPS-OMS para esa enfermedad en 15 países de América.

Ha ejercido como profesor en más de 100 cursos nacionales y 200 eventos científicos en Cuba.

Ha participado en cursos, congresos y otros eventos científicos en 36 países de América, Europa, África y Asia. Ha sido tutor o asesor de más de 30 tesis de terminación de residencia, maestría o doctorado.

Es vicepresidente del Tribunal Permanente de Infectología y Medicina Tropical de la Comisión Nacional de Grados Científicos y miembro del Grupo Internacional Estrategia de Gestión Integrada-Dengue de la OPS y del Grupo de expertos de Dengue del TDR/OMS.

Es autor de más de 120 artículos científicos y capítulos de libros, así como de seis ediciones del libro DENGUE, una de ellas en portugués publicada por la Editora FIOCRUZ, en Rio de Janeiro, en 2005.

Algunos de los múltiples reconocimientos recibidos
• Premio Anual de la Salud al Mejor Trabajo Científico (1999).
• Menciones de Honor en Premio Anual en 1985 y 1991.
• Primera Mención de Honor del IV Congreso Latinoamericano de Infectología Pediátrica (Chile, 1991) por el trabajo: Resultados de la aplicación masiva de la vacuna contra el meningococo B en niños cubanos.
• Premio de la Academia de Ciencias de Cuba (1995) como colaborador del resultado: Contribución del Centro Colaborador de la OPS/OMS de Virología del IPK en el estudio del Dengue en nuestra región y antes lo obtuvo en 1988, por su libro sobre Dengue.
• Resultado Relevante en el XI Fórum Nacional de Ciencia y Técnica (1996) como colaborador de: Introducción de la vacuna antimeningocóccica cubana en América Latina.
• “Distinción Especial” como ponencia más Relevante XIII Fórum Nacional de Ciencia y Técnica (2001) por el trabajo sobre la Brigada Médica Cubana durante la epidemia de Dengue Hemorrágico en El Salvador del año 2000.
• Premio a la Mejor Tesis doctoral que le fue otorgado por la Comisión Nacional de Grados Científicos en el 2005.

Algunas de las condecoraciones recibidas
• Distinción “POR LA EDUCACION CUBANA” que otorga el MES (1990)
• Medalla XV Aniversario de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (1995)
• Orden del Buen Tiempo entregada por el Primer Ministro de Nova Scotia, Canadá, a los miembros de la delegación del Minsap (1996)
• Medalla por el Centenario del nacimiento del Profesor Pedro Kourí (2000)
• Medalla “Piti Fajardo” por 30 años de trabajo en el Sector de la Salud (2002)
• Medalla “José (Pepito) Tey” (2002)

Además posee múltiples diplomas de reconocimiento por logros en tareas asistenciales, docentes y de investigación otorgados por diversos organismos nacionales e internacionales.
Es militante del Partido Comunista de Cuba, ha estado casado por más de 46 años, es hijo único, padre de una hija única (Rebeca) y abuelo de un nieto único (Diego).
Para concluir, podemos decir: Muchas Gracias, Profesor DrCs. Eric Martínez Torres, por la obra de toda su vida y por su entrega sin límites a la salud infantil en Cuba y en tantos otros lugares del mundo, que lo han hecho también acreedor del título de pediatra célebre cubano.

Fuente: Pediatría. Infomed
Disponible en DrCs. Eric Martínez Torres

Ernesto de la Torre Montejo (1929- )

Ernesto de la Torre MontejoEl Dr. Ernesto de la Torre Montejo recibió el Premio al Mérito Científico por la obra de toda la vida en la 40 edición del Concurso Premio Anual de la  Salud 2015
Edad: 86 años (1929- )
Natural de la provincia Camagüey

El Profesor De la Torre se graduó como médico en 1954, es especialista en Pediatría y Hematatología, en su amplio currículo profesional ostenta el haber sido el primer viceministro de Docencia Médica en Cuba y el privilegio de participar en la reorganización de los servicios de la Salud en Cuba.

Ha tenido una significativa trayectoria en el área médica, de la docencia y la investigación. Fue organizador del Instituto de investigaciones de Hematología e Inmunología en áreas del Hospital pediátrico «William Soler». Ha sido asesor de Revistas Médicas Cubanas.

Publicaciones
Autor principal el libro «Salud para todos sí es posible»
Es uno de los editores científicos del libro de Pediatría.

Especialidad: Especialista Primer y Segundo grado en Pediatría. Especialista de Segundo grado en Hematología. Graduado en Ciencias Sociales en la Escuela Superior del Partido “Ñico López”

Categoría científica:
Doctor en Ciencias. Doctor Honoris Causa en Ciencias Médicas, otorgado por las Universidades de  Ciencias Médicas de Camagüey y de Santiago de Cuba.

Categoría docente:
Profesor de Mérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Profesor Consultante de la Facultad Enrique Cabrera, de La Habana

Categoría investigadora: Investigador de Mérito. Miembro de Honor y Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Miebro de Honor y Titular de varias Sociedades científicas de la Salud. Presidente del Consejo Nacional de Sociedades Científicas de la Salud desde el año 2009 a la actualidad.

Otros Premios: Ha recibido numerosos premios, distinciones y condecoraciones. Posee la Orden Carlos J. Finlay, otorgada por el Consejo de
Estado.

Trabajos en eventos nacionales e internacionales: Ha participado en numerosos eventos científicos nacionales e internacionales.

Publicaciones: Ha publicado numerosos trabajos científicos relacionados con la Hematología, la Administración en Salud, la Educación Médica y la At
ención Primaria de Salud.

Principales aportes al Sistema Nacional de Salud: Iniciador de los servicios pediátricos y de la docencia médica en el Hospital «William Soler», del cual fue su director. Fue el director fundador del Instituto de Hematología e Inmunología, con relevante contribución científica y docente al desarrollo de esta especialidad en el país.

De amplio recorrido y trascendencia en la dirección en Salud con aportes importantes a la Educación Médica cubana y a la Dirección en Salud. Ocupó en el sector responsabilidades como Viceministro de Docencia e Investigaciones, y posteriormente como Viceministro Primero.

Fue el gestor y fundador del Premio Anual de Salud.

Integró el Equipo de Coordinación y Apoyo del Comandante en Jefe durante muchos años, con importantes aportes para el desarrollo del sector de la salud.

Fue Diputado a la Asamblea Nacional (1993 – 1998) y Presidente de la Comisión de Salud, Deporte y Medio Ambiente de la Asamblea (1995 – 1998).

Ha sido Asesor Temporero de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Integra el Consejo Académico de MEDICC desde su fundación en 1998.

Dr. José Manuel Mir del Junco (1905-1983)

Dr. José Manuel Mir del Junco (1905-1983)José Manuel Mir del Junco

Pediatra, tisiólogo, neumólogo, profesor. Se graduó como médico en 1928, en 1934 recibe el título de Especialista en Enfermedades de la Infancia en la Escuela de Pediatría creada por el profesor Dr. Ángel Arturo Aballí Arellano y que pertenecía a la Cátedra de Clínica y Enfermedades de la Infancia de dicha Universidad.

Obtuvo por concurso oposición la plaza de jefe de clínica del Sanatorio Infantil Antituberculoso “Ángel Arturo Aballí” en el año de su fundación (1944). En esa institución pediátrica estuvo laborando 39 años, hasta su muerte, pues aún el día en que falleció asistió al hospital donde durante tantos años trabajó incansablemente y donde se desempeñó en diferentes responsabilidades asistenciales y académicas, como la de jefe del servicio de Neumología Pediátrica durante varias décadas.

Este servicio fungió como Centro Nacional de Referencia al servicio de la tuberculosis y otras enfermedades respiratorias.

Fuente: Dr. José Manuel Mir del Junco. Pediatras célebres. Portal de Pediatría

Antonio Béguez César

Antonio BéguezEl Dr. Antonio Béguez César (1895-1975), pediatra cubano, nacido en Santiago de Cuba descubrió, en 1933 la condición que llamó «Neutropenia crónica maligna familiar con granulaciones atípicas de los leucocitos», cuyos detalles fueron publicados en el Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría en enero de 1943.

En la I Jornada Latinoamericana de Estudios Cooperativos en Hematología, celebrada en La Habana en 1973, el Dr. Antonio Béguez César fue reconocido mundialmente como el descubridor de esta enfermedad, aunque la misma haya sido más comúnmente divulgada con el nombre de Síndrome de Chédiak-Higashi.

En 1933 siendo médico del hospital Saturnino Lora, médico honorario sin sueldo, atendió a un paciente procedente de una consulta privada que sembró en él una sensación extraña de incertidumbre, este paciente murió a los pocos días.

El insomnio acompañó a este médico durante mucho tiempo, dejó registrado en la historia clínica todo lo concerniente al caso, posteriormente atendió a dos paciente con cuadro clínico similares que fallecieron, cuál sería su sorpresa al ver que eran hermanos del primer caso. Algo raro estaba ocurriendo y se dedicó con ahínco a indagar cuáles eran las causas de estas muertes extrañas.

Estudió y valoró de manera apropiada la sintomatología de esta rara enfermedad, mediante investigaciones acuciosas y revisión exhaustiva de literatura en varios idiomas. Hasta que al fin después de la evaluación clínica de aquellos casos determinó que estaba en presencia de una nueva enfermedad desconocida hasta entonces y causante de la muerte de pequeños pacientes.

Lo que había ocasionado largos desvelos al Dr. Beguez Cesar se transformó en una gran emoción. Sin temor a equivocarse escribió que había tropezado con una nueva entidad en medicina que definió como «la neutropenia crónica maligna familia» y de la que estaba absolutamente seguro que nadie había descrito hasta el momento memorable descubrimiento.

Para que sus hallazgos no se perdieran en los laberintos de la anomalía y la iniquidad, y no se apropiaran de su éxito publicó sus investigaciones en el Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría 15-900 de 1943. Posteriormente el mundo reconoció que la neutropenia crónica maligna familiar constituía un nuevo descubrimiento en medicina.

Fuente: Revista 16 de abril

Antonio Diez Betancourt

Dr. Antonio Diez BetancourtAntonio Diez Betancourt (1929-2009). En pocos días se cumplirán dos años de la desaparición física del eminente profesor, pediatra, neuropediatra, profundo conocedor de las enfermedades producidas por errores congénitos del metabolismo.
Fue fundador de la docencia médica en el Hospital Pediátrico «William Soler» y también del Hospital Pediátrico «José Luis Miranda» de Santa Clara del que fuera su director.
Fundó el servicio del neuropediatría del Hospital Pediátrico «Angel Arturo Aballí» al que dirigió por 30 años y que fue Centro de Referencia Nacional para el diagnóstico de los errores congénitos del metabolismo con repercusión del sistema nervioso central.
En sus publicaciones documenta el diagnóstico de estas enfermedades en Cuba por primera vez, colabora en la introducción de nuevas tecnologías para el diagnóstico y tratamiento de los errrores congénitos del metabolismo y fue coautor del libro de texto de Pediatría.
Alcanzó el título de Doctor en Ciencias Médicas, la categoría docente principal de Profesor Titular de Pediatría, la categoría especial de Profesor Consultante y el título honorífico de Profesor de Mérito. Fue Premio anual de la salud 1990 y obtuvo Premio al logro científico por el diagnóstico bioquímico y molecular de las enfermedades heredometabólicas.

Fuente: Obituario. Dr. Antonio Diez Betancourt

Enzo Dueñas Gómez

Enzo Dueñas Gómez (1929) pediatra y neonatólogo cubano, natural de la provincia de Cienfuegos. Comenzó sus estudios de medicina en la década del 50, se hizo especialista en Pediatría en 1960, con plena dedicación a la neonatología desde 1961.

Recibió cursos de posgrado en Francia, Alemania, Canadá y la Unión Soviética. Se le otorgó el Doctorado en Ciencias Médicas y fue nombrado, en 1977, profesor titular, y luego, en 1997, profesor consultante de Pediatría y Neonatología de la Universidad Médica de La Habana.

Ha sido uno de los principales artífices del programa de reducción de la mortalidad infantil (1970). Participó en el diseño y dirección de la Investigación Perinatal Cuba 1973, que permitió identificar las verdaderas causas de mortalidad fetal y neonatal del país. Fue jefe del grupo nacional de Pediatría de Cuba durante 25 años (1972-1997) desde donde dirigió y coordinó la aplicación de diversos programas para la reducción de la mortalidad infantil en diversas afecciones como las afecciones perinatales, la enfermedad diarreica aguda y las infecciones respiratorias agudas, así como para el diagnóstico y manejo de diversas enfermedades crónicas de la infancia. Además coordinó el programa nacional para el desarrollo de la Neonatología en Cuba desde mediados de la década del setenta.

Creador del curso de posgrado en Neonatología para enfermeras técnicas y posteriormente para las de nivel universitario. Forma parte del colectivo de profesores que diseña el programa de la residencia de Neonatología como especialidad independiente en los años ochenta. Organiza el plan nacional para el desarrollo de 40 unidades de cuidados intensivos neonatales en Cuba, en esa misma época.

Asumió la presidencia de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE) en 1987. Formó parte del Comité Permanente de la Asociación Internacional de Pediatría en representación de América Latina (1987-1992). Fue nombrado experto asesor de Neonatología de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabajó como consultor para el desarrollo de programas de atención perinatal en diversos países de América, Asia y África.

Ha realizado decenas de publicaciones de temas neonatales en textos y de investigaciones en revistas nacionales y del extranjero. Desde el año 2005 es Presidente de Honor de la Sociedad Cubana de Pediatría. Es Miembro de Honor de casi todas las sociedades  de Pediatría de Iberoamérica. Fue nombrado Profesor visitante y honorario de diversas Universidades Médicas de América Latina.

Es un verdadero Maestro de la Neonatología en Iberoamérica, que por la obra de toda su vida fue nombrado Miembro de Honor de la Sociedad Iberoamericana de Neonatología (SIBEN) en su quinto congreso celebrado en septiembre de 2008 en la Ciudad de Mar del Plata, Argentina. Allí fue ovacionado en la sesión plenaria inaugural por los casi 1500 delegados que, procedentes de 26 países, asistieron al más importante evento de esa especialidad en nuestro continente.

Fuente: Sitio de Pediatría