La presencia viva del Che

Se cumplen 55 años del asesinato del Che en Bolivia. El imperialismo tuvo que invertir enormes recursos financieros, militares y tanques pensantes para eliminarlo físicamente. No imaginaban que la proyección de su figura seguiría creciendo no solo en el plano de las ideas. Quedaría sembrada, como semilla fecunda, en el imaginario popular y desbordaría los límites de nuestra América para alcanzar los cinco continentes, allí donde hombres y mujeres afrontaran injusticias por reparar.

Habremos de rendirle los honores debidos. Pero tenemos que comprometernos, sobre todo, en seguir profundizando, a tenor de las actuales circunstancias del mundo, en el estudio de su vida y de su obra múltiple –ambas sorprendentemente ricas– teniendo en cuenta el breve transcurso de su existencia y las numerosas tareas asumidas en ese lapso.

Aprendiz de América, no se limitó a conocer la información transmitida por los especialistas del tema. En vuelco radical de la perspectiva, descubrió la realidad desde el fondo, al recorrer nuestras tierras con los medios a su alcance y subsistir en la penuria junto a obreros, campesinos y desamparados de toda laya.

Sin descartar las referencias indispensables, su visión de América se construyó desde abajo, en contacto directo con los “condenados de la tierra”. Vivió la tragedia de Guatemala, el derrocamiento de un Gobierno que había intentado una cautelosa Reforma Agraria, enseñanza que le permitió valorar, en lo esencial, la naturaleza del imperialismo. Logró escapar de la catástrofe. En México se produjo el encuentro definitivo con su destino en aquella larga noche de diálogo con Fidel, unidos ambos, desde entonces, por el ligamen de sueños compartidos y lealtad indestructible.

Con la salida del Granma iniciaría su aprendizaje de Cuba que, junto al de América Latina, lo llevaría a un conocimiento más profundo de los problemas del ser humano en el Tercer Mundo subdesarrollado, del complejo camino de la construcción del socialismo y de los conflictos esenciales de la contemporaneidad.

Después de la lucha guerrillera, de la invasión a Occidente, de la decisiva batalla de Santa Clara, a partir del triunfo de la Revolución, sin descuidar sus compromisos en lo militar, asumió las más diversas responsabilidades, acompañadas siempre por una rigurosa disciplina de estudio y por un intenso trabajo de análisis y reflexión.

Como Ministro de Industrias y Presidente del Banco Nacional visitó en misiones de trabajo países recién liberados, así como el campo socialista en Europa y Asia. La relectura de su obra, incluidos los apuntes de investigación que no llegó a concluir, siguen resultando de suma utilidad en la hora actual, a pesar de los numerosos cambios que se han producido en el planeta, por el afilado bisturí de su espíritu crítico y por señalar contradicciones esenciales que, de no solucionarse, como también lo advirtiera Fidel, conducirán a la destrucción de nuestra especie.

Escrito en noche febril durante su estancia en Argelia, sintético como tableteo de ametralladora, estremecedor por su visión profética, El socialismo y el hombre en Cuba constituye un irrenunciable libro de cabecera.

Sometido a una rigurosa disciplina, en medio de altas responsabilidades y de tareas abrumadoras de toda índole, robando horas al sueño, mantuvo una sistemática dedicación al estudio. Analizó a fondo los clásicos del marxismo, se enfrascó en intrincados problemas de economía, a la vez, en la madrugada, recibía clases de matemáticas del profesor Salvador Vilaseca. Con ese instrumental en la mano, creó el espacio idóneo para establecer intensos debates con interlocutores de alto rango nacional y con figuras muy prestigiosas en el plano internacional.
Definió al cuadro como columna vertebral de la Revolución, de la construcción del socialismo. Sobre su modo de actuar y los métodos empleados para hacerlo existen muchos testimonios de quienes fueron sus colaboradores. El caso del ingeniero Demetrio Presilla resulta ejemplar. Cuando la empresa niquelífera abandonó el país con los planos de la instalación, Presilla era el hombre capacitado para echar a andar la planta de Moa.

Prescindiendo de diferencias de alcance en convicciones filosóficas, el Che le prestó delicadísima atención. Por lo demás, tuvo que afrontar el problema de la formación de personal calificado en una situación extremadamente difícil, contando con dirigentes y trabajadores que, en el mejor de los casos, no habían traspasado el sexto grado. Muchos especialistas calificados habían salido del país siguiendo las huellas del sector empresarial que los había empleado.

En tan adversa coyuntura, con la mirada puesta a mediano y largo plazos, fundó un departamento de sicología a cargo de Gustavo Torroella, con el propósito de valorar los rasgos de personalidad de los futuros dirigentes. El Che había comprendido con nitidez que la primacía concedida a la educación no se limitaba a ofrecer respuesta adecuada a las demandas acuciantes del momento. Iba mucho más allá. El camino hacia el socialismo tenía, entre sus pilares fundamentales, la transformación del ser humano y la lucha en el plano de los valores, en la conciencia de quienes se convertían paulatinamente en protagonistas de la historia.

En la capital de México, a la sombra del Izta y el Popo, sus volcanes protectores, aquella larga noche de encuentro y diálogo entre Fidel y el Che reveló la profunda unidad de ideales que los vinculaba. La cercanía se profundizó a lo largo de la lucha guerrillera en el duro trabajo que siguió a la victoria de enero de 1959, incluidas las tensas jornadas de la Crisis de Octubre. Poco inclinado a las confesiones íntimas, Fidel reconoció en la década del 80, al plantear la necesaria rectificación de errores y tendencias negativas, que soñaba frecuentemente con la imagen del Che.

El Comandante Ernesto Guevara había sumado al aprendizaje de Cuba y de América Latina la comprensión del drama que pesaba sobre los países del llamado «Tercer Mundo». Comprometido con la gran empresa liberadora, entregó su vida y sacrificó su vocación de artista. A ese tema dedicaré mi próxima columna.

Fuente: Juventud Rebelde
https://www.juventudrebelde.cu/opinion/2022-09-24/la-presencia-viva-del-che

Las liendres presentes en las momias, una nueva ventana al pasado

Científicos de Reino Unido, Argentina y Dinamarca han extraído, por primera vez, ADN humano del ‘cemento’ de las liendres de individuos antiguos momificados
Un equipo de científicos ha recuperado por primera vez ADN humano de liendres tomadas de cabellos de individuos momificados de hace entre 1 500 y 2 000 años. Las células de la piel del cuero cabelludo quedan encerradas en el ‘cemento’ que producen los piojos hembras cuando adhieren sus huevos, conocidos como liendres, al pelo. Este novedoso método para obtener ADN humano antiguo podría proporcionar una nueva e importante ventana al pasado.

El ADN antiguo recuperado es además de mejor calidad que el extraído a través de otros métodos, lo que ha permitido revelar pistas sobre los patrones de migración humana precolombina dentro de América del Sur. El análisis de liendres posibilitaría, así, el estudio de otros restos humanos de los que no se dispone de muestras de huesos y dientes.

La investigación fue dirigida por la Universidad de Reading (Inglaterra), en colaboración con la Universidad Nacional de San Juan (Argentina), la Universidad de Bangor (Gales), el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford y la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y se ha publicado en la revista ‘Molecular Biology and Evolution’.

“Hemos demostrado que nuestra información genética puede ser preservada por la sustancia pegajosa producida por los piojos en nuestro cabello. Además de la genética, la biología de los piojos puede proporcionar pistas valiosas sobre cómo vivían y morían las personas hace miles de años”, detalla Alejandra Perotti, profesora en la Universidad de Reading, quien dirigió la investigación.

“La demanda de muestras de ADN de restos humanos antiguos ha aumentado en los últimos años a medida que buscamos comprender la migración y la diversidad en las poblaciones humanas antiguas. Los piojos han acompañado a los humanos durante toda su existencia, por lo que este nuevo método podría constituir una mina de oro de información sobre nuestros antepasados, al tiempo que conserva especímenes únicos», agrega.

El doble de concentración de ADN que los restos óseos

Hasta ahora, el ADN antiguo se ha extraído preferiblemente de huesos densos del cráneo o del interior de los dientes, ya que estos proporcionan muestras de la mejor calidad. Sin embargo, los restos de cráneos y dientes no siempre están disponibles. Por ello, recuperar ADN del ‘cemento’ liberado por los piojos es una solución al problema, porque las liendres se encuentran comúnmente en el cabello y la ropa de las momias bien conservadas.

El equipo extrajo ADN de muestras recolectadas de varios restos momificados localizados en Argentina. Las momias pertenecen a individuos que hace 1.500-2.000 años llegaron a la cordillera de los Andes desde la provincia de San Juan, en el centro-oeste de Argentina. El equipo también estudió liendres antiguas en cabello humano utilizado en un textil de Chile y de una cabeza perteneciente al antiguo pueblo jíbaro del Ecuador amazónico.

Se descubrió que las muestras extraídas del ‘cemento’ de las liendres contienen la misma concentración de ADN que un diente y el doble que los restos óseos. “La gran cantidad de ADN contenida en este ‘cemento’ realmente nos sorprendió, y me sorprendió que cantidades tan pequeñas pudieran brindarnos toda esta información sobre quiénes eran estas personas y cómo se relacionaban los piojos con otras especies de piojos, también dándonos pistas sobre posibles enfermedades virales”, recuerda Mikkel Winther Pedersen, de la Universidad de Copenhague y primer autor del estudio.

Datos sobre el estado de la momia e incluso la causa de muerte

A partir de la posición de las liendres en el cabello y la longitud de los ‘tubos’ de cemento, así como su biología, los investigadores pueden llegar a conocer el estado de la momia, su salud e incluso la causa probable de muerte.

De hecho, los investigadores han podido saber el sexo de cada uno de los huéspedes humanos y el vínculo genético entre tres de las momias argentinas y los humanos de la Amazonia hace 2 000 años. Esto muestra por primera vez que la población original de la provincia de San Juan emigró desde las tierras y selvas del Amazonas en el norte del continente (al sur de las actuales Venezuela y Colombia).

Asimismo, el análisis morfológico de las liendres informó que las momias probablemente estuvieron expuestas a temperaturas extremadamente frías cuando murieron, lo que podría haber sido un factor en sus muertes. Además, los ‘tubos’ de cemento más cortos en el cabello se correlacionaron con muestras más antiguas y menos conservadas, debido a que el cemento se degrada con el tiempo.

Fuente: Dicyt
https://www.dicyt.com/noticias/las-liendres-presentes-en-las-momias-una-nueva-ventana-al-pasado

¿Realmente las sequías colapsaron a la civilización Maya?

Un nuevo estudio rebate esta hipótesis: la gran variedad de alimentos vegetales tolerantes a la sequía que disponía este pueblo hace que su inanición fuera poco probable.

No hay duda de que a finales del siglo IX una serie de sequías azotaron a la península de Yucatán, cuando las ciudades mayas comenzaron a despoblarse “misteriosamente”. Bajo la suposición de que esta civilización dependía principalmente del maíz, los frijoles y la calabaza, todos ellos cultivos sensibles a la escasez de agua, algunos estudios han teorizado que esas sequías provocaron hambrunas y que esa podría ser la causa del colapso de los mayas.

Sin embargo, un nuevo análisis realizado por el arqueólogo Scott Fedick y el fisiólogo de plantas Louis Santiago ha revelado que los mayas disponían de cerca de 500 plantas comestibles, muchas de ellas altamente resistentes a la sequía. Los resultados de este trabajo se han publicado en la revista PNAS.

«Incluso ante una situación de sequía extrema, y no tenemos evidencia clara de que eso haya ocurrido, 59 especies de plantas comestibles habrían sobrevivido», afirma Santiago. Algunas de las plantas más “duras” que los mayas habrían usado son la yuca o la chaya, un arbusto domesticado por este pueblo y consumido hoy por sus descendientes. Sus hojas son ricas en proteínas, hierro, potasio y calcio. “La chaya y la yuca juntas habrían proporcionado una gran cantidad de carbohidratos y proteínas”, apunta Santiago.

Incapaz de encontrar una lista “maestra” de plantas alimenticias indígenas mayas, Fedick compiló y publicó recientemente una que se basa en décadas de estudio. Para responder a las muchas especulaciones sobre la sequía como causa de los disturbios sociales mayas, él y Santiago decidieron examinar las 497 plantas de dicha lista para determinar su tolerancia a la sequía.
«Cuando los botánicos estudian la resistencia a la sequía, generalmente hablan de una planta específica o de un ecosistema en particular», explica Fedick. «Una de las razones por las que este proyecto fue tan desafiante es porque examinamos la flora dietética de toda una civilización: plantas anuales, perennes, hierbas, árboles, especies domesticadas y silvestres. Fue un esfuerzo único», recuerda.

Lecciones aprendidas

Aunque los investigadores no tienen una respuesta clara sobre por qué se descompuso la antigua sociedad maya, sospechan que la agitación social y económica desempeñó un importante papel. «Una cosa que sí sabemos es que la explicación demasiado simplista de la sequía que conduce al colapso agrícola probablemente no sea cierta», opina Fedick.

La investigación también demuestra la importancia de explotar una variedad de plantas para sobrevivir a la sequía y al cambio climático, según la información de la Universidad de California recogida por DiCYT.

«Incluso ante una serie de sequías, mantener una diversidad de cultivos resistentes permitiría a las personas, tanto antiguas como modernas, adaptarse y sobrevivir», concluye Santiago.

Fuente: Dicyt

Referencia:
Fedick, S. L., & Santiago, L. S. (2022). Large variation in availability of Maya food plant sources during ancient droughts. Proceedings of the National Academy of Sciences, 119(1), e2115657118.

A que no sabías que tenemos dos cinturas, como la mayoría de los tetrápodos

No es que usemos dos cinturones, tenemos dos cinturas, pero situadas en diferentes partes del cuerpo, una está en la parte superior y la otra en la inferior.

Cuando pensamos en cinturas nos viene a la mente solamente un tipo de cintura, esa que se encuentra por arriba de la cadera conectan las piernas con el resto del cuerpo.

Se nos hace más difícil pensar que una vaca o una lagartija en realidad desde el punto de vista anatómico tiene dos cinturas, difícil de observar si al parecer dista mucho de tener al menos una cintura.

Pero las cinturas son aquellas partes anatómicas del cuerpo de los vertebrados en las que se unen los miembros con el tronco del organismo. Bajo este concepto, los reptiles, aves y mamíferos tienen dos cinturas. Es importante mencionar que, en los mamíferos marinos, como son el gran grupo de los delfines y ballenas, una de las cinturas es vestigial, existe todavía dentro del cuerpo, pero carece de miembros.

Si decimos que tenemos dos cinturas, ¿cuáles son estas?

Se llaman cintura pélvica y cintura escapular. La cintura pélvica es en la que se conectan los miembros posteriores con el tronco. Está formado por los huesos de las extremidades, los fémures (articulación de la cadera o coxofemoral) y los de la cadera, en ella se encuentran los huesos de la pelvis que en los vertebrados son ilion, pubis e isquion, en el humano adulto estos huesos se fusionan y forman el hueso coxal. Se articula con el sacro, que a su vez es la fusión de varias vértebras.

La cintura pélvica es muy similar entre varios de los mamíferos, siendo el caso de los humanos donde tiende a ser más diferente, sobre todo en proporción. La diferencia se debe principalmente a que los humanos son bípedos y carecen de cola; la única familia de mamíferos que carece de ella son los Homínidos (gorila, chimpancé, orangutanes, bonobos y humanos).

Estas diferencias, hacen que el hueso coxal se haya modificado también, para convertirse en punto de sostén de la cavidad visceral y de las articulaciones de los miembros posteriores. A pesar de que en los homínidos se fusionen los huesos que conforman el coxal, estos tienen cierta movilidad, lo que en las hembras es de gran ayuda durante el trabajo de parto.

La cintura escapular articula los miembros anteriores con el tronco y se constituye por la escápula (en humanos es llamado omóplato) y la clavícula que a través de la articulación glenohumeral une el húmero con el tronco. La cintura escapular, a diferencia de la cintura pélvica, permite que la articulación entre el miembro anterior y la cintura tenga mucha más movilidad, por lo que la articulación glenohumeral es muy diferente de la coxofemoral. Las principales diferencias son que en la mayoría de los vertebrados, la glenohumeral tiene en general más músculos, lo que les da más maniobrabilidad; y la segunda es que la cabeza del húmero no tiene, como en el hueso coxal, una cavidad tan pronunciada como la cotiloidea.

Las cinturas se desarrollaron con los primeros vertebrados que salieron del agua a la tierra como las áreas en las que se articula el quiridio (nombre genérico y propio de la estructura de las extremidades de los tetrápodos para la locomoción en medio terrestre), evolucionando en alas en algunas especies de reptiles, aves y mamíferos. La presencia de las cinturas permitió el desplazamiento terrestre y posteriormente el aéreo, sin ellas no existirían los medios de locomoción que conocemos hoy para los tetrápodos.
Las cinturas, aunque se conservan muy similares entre diferentes grupos, han variado mucho en el tiempo y entre los grandes grupos de vertebrados. El cambio más notorio es entre los anfibios y reptiles contra las aves y los mamíferos. Si se observan la conexión de los miembros al cuerpo en los dos primeros grupos se puede ver que el fémur y el húmero se encuentran casi paralelos a la superficie del sustrato, mientras que, en aves, mamíferos y los reptiles Ornithischia (grupos de dinosaurios, hoy se considera a las aves como reptiles con plumas y los dinosaurios supervivientes al cataclismo) es casi perpendicular al sustrato. Este cambio evolutivo permitió varias adaptaciones reproductivas, entre las que destacan un desplazamiento más efectivo y con menos consumo de energía, separación del sustrato, lo que permite una preservación de la temperatura del cuerpo más constante y fácil, entre otras adaptaciones.

Las cinturas varían mucho entre grupos y especies. Esto se debe a que al ser la conexión entre los miembros y el tronco, no es la misma estructura anatómica para una especie con desplazamiento saltatorial (saltar) que cursorial (corriendo) o que soporte grandes pesos como en un elefante al de un ratón. La más notoria sería en el caso de los murciélagos, donde la cintura escapular se asocia a alas que permiten el vuelo, o en mamíferos marinos la natación o en orangutanes que se desplazan con los brazos por las ramas o el común de los mamíferos que se desplazan en cuatro patas. Las diferencias llegan a ser tantas que se pueden encontrar entre sexos de la misma especie.

En el caso de los humanos, en las hembras la cintura pélvica ha evolucionado para permitir el parto, por lo que es más ancha y profunda, los fémures están más separados al mismo tiempo que la forma del hueso ilíaco hace que los músculos asociados a la cadera, en especial los glúteos se retiren para que durante el parto no interfieran. En los machos la pelvis es más angosta y menos profunda, y los fémures y glúteos están más próximos.

En el caso de la cintura escapular, los machos tienen una musculatura mucho más desarrollada que la de las hembras, por lo que se ve más voluminosa.

La estructura de las cinturas de las especies son una de las varias estructuras que intervienen y se adaptan al modo de desplazamiento de los organismos.

Fuente: Dicyt

Autores: Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México.
Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).