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Hilary Koprowski (1916), virólogo e inmunólogo polaco, fue el descubridor de la primera vacuna contra la poliomielitis, basada en la administración oral del virus atenuado. Al investigar cómo diseñar una vacuna, decidió usar virus vivos tenudados (convertidos en no virulentos) en lugar del virus muerto, lo cual se convirtió en la base para las inyecciones creadas por Jonas Salk. Koprowski concluyó que la vacuna con virus vivos era más potente, pues al entrar directamente por el tracto intestinal generaba inmunidad para toda la vida, mientras que la vacuna de Salk requerÃa reinmunizaciones. También, administrar una vacuna oral es más fácil; la inyección es más cara y necesita otros recursos médicos. La vacuna se suministró por vez primera, el 27 de febrero de 1950, y se usó durante diez años para inmunizar niños de cuatro continentes.
El VI Congreso Médico Nacional, celebrado en 1925, creó la Liga contra el cáncer para organizar todo lo relacionado con la práctica de la OncologÃa en Cuba. Por iniciativa de la junta directiva de la Liga, el gobierno aprobó el proyecto de construir, dentro del hospital «Calixto GarcÃa», un local donde pudieran ser atendidos los pacientes aquejados por esa enfermedad. No fue hasta el 19 de mayo de 1929, que quedó inaugurado el flamante Instituto del Cáncer, dirigido por el doctor Emilio MartÃnez. Asà nació el primer centro médico en el paÃs, para tratar las neoplasias malignas. Este año se conmemoran ocho décadas de aquel acontecimiento.
El 14 de noviembre de 1965, hace 44 años, en el Pico Turquino se realizó la graduación de 400 médicos y 26 estomatólogos formados enteramente durante la primera etapa de la Revolución. Esa ocasión, estuvo presidida por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y catalogada por él como «graduación histórica». En un fragmento de su discurso, el lÃder de la Revolución, expresó: «Es un orgullo pertenecer a esa generación que en el dÃa de hoy se gradúa». ¡Felicidades a los graduados ese dÃa!
El condón se utiliza desde la época de los egipcios. Gabriel Falopio (1523-1562) hizo referencia a condones de intestinos de oveja. Pero su nombre se atribuye al Dr. Condom en la época del rey Carlos II (1660-1685), quien propuso al monarca que incorporara este elemento en sus prácticas sexuales, con el fin de tratar de limitar su ya numerosa descendencia. En el siglo XVIII lo emplearon algunas prostitutas; el marqués de Sade lo menciona en sus escritos, y Casanova los usó de manera regular. A fines del siglo XIX, los ingleses comenzaron a producir condones de látex indio, y ganaron efectividad y disponibilidad. Sin embargo, hasta mediados del siglo XX, bastante después del fin de la Segunda Guerra Mundial (1945), en muchos paÃses su venta estaba prohibida.