Archivos Mensuales octubre 2022

Así influyó el clima del pasado en la distribución de las especies humanas sobre la Tierra

Un nuevo estudio muestra que las perturbaciones climáticas tuvieron un gran impacto en la distribución y diversificación de las especies de homininos en el Pleistoceno. La sequía extrema en el sur de África y en Eurasia contribuyó a la transición evolutiva de las poblaciones de H. heidelbergensis en H. sapiens y neandertales.

La distribución de las especies de homininos a lo largo de los últimos dos millones de años estuvo muy influida por los cambios en el clima de la Tierra, según revela un estudio publicado en la revista Nature.
https://www.nature.com/articles/s41586-022-04600-9

El trabajo, liderado por Axel Timmermann, director del Centro de Física del Clima del Instituto de Ciencias Básicas
https://ibsclimate.org/
en Corea del Sur, aporta importantes conclusiones sobre la historia de la evolución humana.

La Tierra gira alrededor del Sol en una elipse cuya forma cambia en periodos de entre 100 000 y 400 000 años. Además, el eje de la Tierra no solo modifica ligeramente su inclinación, sino que también se tambalea con un período de 20 000 años.

Estos fenómenos, llamados los llamados ciclos de Milankovitch, determinan la cantidad de radiación solar que recibe cada lugar de nuestro planeta en una latitud y un momento determinados, y provocan que se vayan alternando ciclos cálidos con otros fríos, y ciclos húmedos con otros secos. A su vez, los cambios en el clima influyen en la disponibilidad de alimento, que está ligada a la supervivencia humana y da lugar a migraciones.

La investigación explica por qué algunas especies humanas del Pleistoceno se convirtieron en errantes y comenzaron a conquistar distintos hábitats.
“Al combinar la simulación de un modelo climático realista con una extensa base de datos fósiles y arqueológicos, demostramos con una alta confianza estadística que el cambio climático del pasado determinó dónde vivían los antiguos humanos, dónde se solapaban en sus hábitats y cómo estos y sus preferencias alimentarias cambiaron con el tiempo debido a la adaptación”, explica Timmermann.

La investigación también describe cómo algunas especies humanas de mediados del Pleistoceno se convirtieron en migrantes y comenzaron a conquistar distintos hábitats.

Condiciones climáticas adversas

El estudio muestra que los cambios en los parámetros climáticos que controlan la disponibilidad de recursos alimentarios, como la temperatura, las precipitaciones y la producción primaria neta terrestre —una medida de la cantidad neta de carbono capturada por las plantas cada año—, tuvieron un gran impacto en la distribución, dispersión y diversificación de los homininos.
En concreto, el trabajo se centra en la especiación entre el Homo heidelbergensis euroasiático y los neandertales hace 400 000 años y el Homo heidelbergensis del sur de África y el Homo sapiens hace entre 300 000 y 200 000 años.

En aquel momento, las perturbaciones climáticas masivas (como las sequías en el sur de África) redujeron el tamaño de las poblaciones, lo que pudo provocar una disminución del acervo genético. Este es el catálogo de alelos —formas que pueden adoptar los genes— presentes en todos los miembros de una población, y determina su capacidad para adaptarse a circunstancias y sobrevivir. Como consecuencia, solo los subgrupos genéticamente más adaptados al entorno sobrevivirían.

Las perturbaciones climáticas redujeron el tamaño de las poblaciones, lo que pudo haber provocado una disminución en el acervo genético

“Las condiciones climáticas duras y persistentes pueden crear una presión de selección y una deriva genética que, a su vez, puede conducir a eventos de especiación y a una transición gradual de una especie a otra”, explica el investigador.

Los autores indican que las condiciones de sequía extrema en el sur de África y en Eurasia hace 300 000 y 400 000 años contribuyeron a la transformación evolutiva de las poblaciones de H. heidelbergensis en H. sapiens y neandertales, respectivamente.

Migración, encefalización y adaptación

Durante el Pleistoceno temprano, los homininos se asentaron en entornos con escasa variabilidad climática. Sin embargo, hacia el final de esta era, se convirtieron en errantes y se adaptaron a una amplia gama de condiciones climáticas.
“Esto condujo a una gran expansión de sus hábitats, desde las regiones semiáridas hasta las primeras regiones boreales”, indica el experto. La adaptación a nuevos ambientes fue posible gracias a un incremento en el tamaño del cerebro, herramientas de piedra más sofisticadas y la habilidad de controlar el fuego.
Los neandertales fueron una excepción, ya que permanecieron en un rango climático muy limitado durante toda su existencia como especie. En cambio, H. sapiens fue capaz de adaptarse (mediante la encefalización y las habilidades cognitivas y sociales) a entornos extremos, desde los desiertos tropicales hasta los árticos.
De esta manera, los autores proponen que la migración, la encefalización y la adaptación son tres procesos que se retroalimentan y que están detrás de la evolución de nuestra especie.
“La migración a nuevos entornos climáticos puede suponer un reto para la supervivencia humana. Esta presión puede llevar a una selección de grupos con mejores habilidades cognitivas o sociales, que a su vez tendrán una mayor ventaja para expandirse aún más en su rango geográfico y hábitat. Por lo tanto, una mejor adaptación climática conducirá a la ampliación del hábitat, lo que puede promover aún más dicha adaptación”, concluye Timmermann.
Fuente: SINC

https://www.agenciasinc.es/Noticias/Asi-influyo-el-clima-del-pasado-en-la-distribucion-de-las-especies-humanas-sobre-la-Tierra

Referencia:
Timmermann et al. (2022) “Climate effects on archaic human habitats and species successions”. Nature
https://www.nature.com/articles/s41586-022-04600-9

La presencia viva del Che

Se cumplen 55 años del asesinato del Che en Bolivia. El imperialismo tuvo que invertir enormes recursos financieros, militares y tanques pensantes para eliminarlo físicamente. No imaginaban que la proyección de su figura seguiría creciendo no solo en el plano de las ideas. Quedaría sembrada, como semilla fecunda, en el imaginario popular y desbordaría los límites de nuestra América para alcanzar los cinco continentes, allí donde hombres y mujeres afrontaran injusticias por reparar.

Habremos de rendirle los honores debidos. Pero tenemos que comprometernos, sobre todo, en seguir profundizando, a tenor de las actuales circunstancias del mundo, en el estudio de su vida y de su obra múltiple –ambas sorprendentemente ricas– teniendo en cuenta el breve transcurso de su existencia y las numerosas tareas asumidas en ese lapso.

Aprendiz de América, no se limitó a conocer la información transmitida por los especialistas del tema. En vuelco radical de la perspectiva, descubrió la realidad desde el fondo, al recorrer nuestras tierras con los medios a su alcance y subsistir en la penuria junto a obreros, campesinos y desamparados de toda laya.

Sin descartar las referencias indispensables, su visión de América se construyó desde abajo, en contacto directo con los “condenados de la tierra”. Vivió la tragedia de Guatemala, el derrocamiento de un Gobierno que había intentado una cautelosa Reforma Agraria, enseñanza que le permitió valorar, en lo esencial, la naturaleza del imperialismo. Logró escapar de la catástrofe. En México se produjo el encuentro definitivo con su destino en aquella larga noche de diálogo con Fidel, unidos ambos, desde entonces, por el ligamen de sueños compartidos y lealtad indestructible.

Con la salida del Granma iniciaría su aprendizaje de Cuba que, junto al de América Latina, lo llevaría a un conocimiento más profundo de los problemas del ser humano en el Tercer Mundo subdesarrollado, del complejo camino de la construcción del socialismo y de los conflictos esenciales de la contemporaneidad.

Después de la lucha guerrillera, de la invasión a Occidente, de la decisiva batalla de Santa Clara, a partir del triunfo de la Revolución, sin descuidar sus compromisos en lo militar, asumió las más diversas responsabilidades, acompañadas siempre por una rigurosa disciplina de estudio y por un intenso trabajo de análisis y reflexión.

Como Ministro de Industrias y Presidente del Banco Nacional visitó en misiones de trabajo países recién liberados, así como el campo socialista en Europa y Asia. La relectura de su obra, incluidos los apuntes de investigación que no llegó a concluir, siguen resultando de suma utilidad en la hora actual, a pesar de los numerosos cambios que se han producido en el planeta, por el afilado bisturí de su espíritu crítico y por señalar contradicciones esenciales que, de no solucionarse, como también lo advirtiera Fidel, conducirán a la destrucción de nuestra especie.

Escrito en noche febril durante su estancia en Argelia, sintético como tableteo de ametralladora, estremecedor por su visión profética, El socialismo y el hombre en Cuba constituye un irrenunciable libro de cabecera.

Sometido a una rigurosa disciplina, en medio de altas responsabilidades y de tareas abrumadoras de toda índole, robando horas al sueño, mantuvo una sistemática dedicación al estudio. Analizó a fondo los clásicos del marxismo, se enfrascó en intrincados problemas de economía, a la vez, en la madrugada, recibía clases de matemáticas del profesor Salvador Vilaseca. Con ese instrumental en la mano, creó el espacio idóneo para establecer intensos debates con interlocutores de alto rango nacional y con figuras muy prestigiosas en el plano internacional.
Definió al cuadro como columna vertebral de la Revolución, de la construcción del socialismo. Sobre su modo de actuar y los métodos empleados para hacerlo existen muchos testimonios de quienes fueron sus colaboradores. El caso del ingeniero Demetrio Presilla resulta ejemplar. Cuando la empresa niquelífera abandonó el país con los planos de la instalación, Presilla era el hombre capacitado para echar a andar la planta de Moa.

Prescindiendo de diferencias de alcance en convicciones filosóficas, el Che le prestó delicadísima atención. Por lo demás, tuvo que afrontar el problema de la formación de personal calificado en una situación extremadamente difícil, contando con dirigentes y trabajadores que, en el mejor de los casos, no habían traspasado el sexto grado. Muchos especialistas calificados habían salido del país siguiendo las huellas del sector empresarial que los había empleado.

En tan adversa coyuntura, con la mirada puesta a mediano y largo plazos, fundó un departamento de sicología a cargo de Gustavo Torroella, con el propósito de valorar los rasgos de personalidad de los futuros dirigentes. El Che había comprendido con nitidez que la primacía concedida a la educación no se limitaba a ofrecer respuesta adecuada a las demandas acuciantes del momento. Iba mucho más allá. El camino hacia el socialismo tenía, entre sus pilares fundamentales, la transformación del ser humano y la lucha en el plano de los valores, en la conciencia de quienes se convertían paulatinamente en protagonistas de la historia.

En la capital de México, a la sombra del Izta y el Popo, sus volcanes protectores, aquella larga noche de encuentro y diálogo entre Fidel y el Che reveló la profunda unidad de ideales que los vinculaba. La cercanía se profundizó a lo largo de la lucha guerrillera en el duro trabajo que siguió a la victoria de enero de 1959, incluidas las tensas jornadas de la Crisis de Octubre. Poco inclinado a las confesiones íntimas, Fidel reconoció en la década del 80, al plantear la necesaria rectificación de errores y tendencias negativas, que soñaba frecuentemente con la imagen del Che.

El Comandante Ernesto Guevara había sumado al aprendizaje de Cuba y de América Latina la comprensión del drama que pesaba sobre los países del llamado «Tercer Mundo». Comprometido con la gran empresa liberadora, entregó su vida y sacrificó su vocación de artista. A ese tema dedicaré mi próxima columna.

Fuente: Juventud Rebelde
https://www.juventudrebelde.cu/opinion/2022-09-24/la-presencia-viva-del-che

Las liendres presentes en las momias, una nueva ventana al pasado

Científicos de Reino Unido, Argentina y Dinamarca han extraído, por primera vez, ADN humano del ‘cemento’ de las liendres de individuos antiguos momificados
Un equipo de científicos ha recuperado por primera vez ADN humano de liendres tomadas de cabellos de individuos momificados de hace entre 1 500 y 2 000 años. Las células de la piel del cuero cabelludo quedan encerradas en el ‘cemento’ que producen los piojos hembras cuando adhieren sus huevos, conocidos como liendres, al pelo. Este novedoso método para obtener ADN humano antiguo podría proporcionar una nueva e importante ventana al pasado.

El ADN antiguo recuperado es además de mejor calidad que el extraído a través de otros métodos, lo que ha permitido revelar pistas sobre los patrones de migración humana precolombina dentro de América del Sur. El análisis de liendres posibilitaría, así, el estudio de otros restos humanos de los que no se dispone de muestras de huesos y dientes.

La investigación fue dirigida por la Universidad de Reading (Inglaterra), en colaboración con la Universidad Nacional de San Juan (Argentina), la Universidad de Bangor (Gales), el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford y la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y se ha publicado en la revista ‘Molecular Biology and Evolution’.

“Hemos demostrado que nuestra información genética puede ser preservada por la sustancia pegajosa producida por los piojos en nuestro cabello. Además de la genética, la biología de los piojos puede proporcionar pistas valiosas sobre cómo vivían y morían las personas hace miles de años”, detalla Alejandra Perotti, profesora en la Universidad de Reading, quien dirigió la investigación.

“La demanda de muestras de ADN de restos humanos antiguos ha aumentado en los últimos años a medida que buscamos comprender la migración y la diversidad en las poblaciones humanas antiguas. Los piojos han acompañado a los humanos durante toda su existencia, por lo que este nuevo método podría constituir una mina de oro de información sobre nuestros antepasados, al tiempo que conserva especímenes únicos», agrega.

El doble de concentración de ADN que los restos óseos

Hasta ahora, el ADN antiguo se ha extraído preferiblemente de huesos densos del cráneo o del interior de los dientes, ya que estos proporcionan muestras de la mejor calidad. Sin embargo, los restos de cráneos y dientes no siempre están disponibles. Por ello, recuperar ADN del ‘cemento’ liberado por los piojos es una solución al problema, porque las liendres se encuentran comúnmente en el cabello y la ropa de las momias bien conservadas.

El equipo extrajo ADN de muestras recolectadas de varios restos momificados localizados en Argentina. Las momias pertenecen a individuos que hace 1.500-2.000 años llegaron a la cordillera de los Andes desde la provincia de San Juan, en el centro-oeste de Argentina. El equipo también estudió liendres antiguas en cabello humano utilizado en un textil de Chile y de una cabeza perteneciente al antiguo pueblo jíbaro del Ecuador amazónico.

Se descubrió que las muestras extraídas del ‘cemento’ de las liendres contienen la misma concentración de ADN que un diente y el doble que los restos óseos. “La gran cantidad de ADN contenida en este ‘cemento’ realmente nos sorprendió, y me sorprendió que cantidades tan pequeñas pudieran brindarnos toda esta información sobre quiénes eran estas personas y cómo se relacionaban los piojos con otras especies de piojos, también dándonos pistas sobre posibles enfermedades virales”, recuerda Mikkel Winther Pedersen, de la Universidad de Copenhague y primer autor del estudio.

Datos sobre el estado de la momia e incluso la causa de muerte

A partir de la posición de las liendres en el cabello y la longitud de los ‘tubos’ de cemento, así como su biología, los investigadores pueden llegar a conocer el estado de la momia, su salud e incluso la causa probable de muerte.

De hecho, los investigadores han podido saber el sexo de cada uno de los huéspedes humanos y el vínculo genético entre tres de las momias argentinas y los humanos de la Amazonia hace 2 000 años. Esto muestra por primera vez que la población original de la provincia de San Juan emigró desde las tierras y selvas del Amazonas en el norte del continente (al sur de las actuales Venezuela y Colombia).

Asimismo, el análisis morfológico de las liendres informó que las momias probablemente estuvieron expuestas a temperaturas extremadamente frías cuando murieron, lo que podría haber sido un factor en sus muertes. Además, los ‘tubos’ de cemento más cortos en el cabello se correlacionaron con muestras más antiguas y menos conservadas, debido a que el cemento se degrada con el tiempo.

Fuente: Dicyt
https://www.dicyt.com/noticias/las-liendres-presentes-en-las-momias-una-nueva-ventana-al-pasado