Archivos Mensuales mayo 2010

Rudesindo García Rijo

Rudesindo García Rijo (1852-1912), médico cubano, nacido en Sancti Spíritus, es considerado el precursor de la endocrinología en Cuba. Realizó estudios de medicina en París y Madrid, y luego revalidó el título en Cuba con notables resultados. Ejerció en su región natal y desde allí hizo numerosas investigaciones. La producción científica de este médico fue cuantiosa, sus investigaciones aparecen en publicaciones no solo de Sancti Spíritus y La Habana, también en América y Europa. En el campo de la endocrinología se destacan varias publicaciones sobre afecciones del tiroides: «Bocio exoftálmico en negros y mulatos» y «Bocio exoftálmico en una mestiza» publicados en la Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana. En 1908 en la misma revista publica «Diabetes sacarina en Cuba», primera serie estadística sobre esta enfermedad descrita en el país. En 1912, la revista Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana publicó el trabajo científico titulado «Mixedema en un adulto».
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Johannes von Mikulicz-Radecki

Johannes von Mikulicz-Radecki (1850-1905), cirujano polaco, cuyas innovaciones de técnicas quirúrgicas para gran variedad de enfermedades ayudaron a desarrollar la cirugía moderna. Su contribución es importante en la cirugía oncológica, especialmente en órganos del sistema digestivo: fue el primero en suturar una úlcera gástrica perforada (1885), en restaurar quirúrgicamente un esófago (1886), en eliminar una parte de colon con un tumor maligno (1903), y describió la que hoy se conoce como la enfermedad de Mikulickz. En 1881 mejoró los modelos de esofagoscopio y gastroscopio. Fue un impulsor de la antisepsia y entre los primeros cirujanos en usar máscara de gasa y guantes de goma para operar.

Primer anticonceptivo oral

El 9 de mayo de 1960, hace 50 años, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, siglas en inglés) anunció la aprobación del primer anticonceptivo oral, lo que marcó el camino para la revolución sexual de los años 60. La versión que se aprobó formalmente, contenía al menos, cinco veces más estrógeno y diez veces más progestágenos que la actual. Fue gracias a una donación al Dr. Gregory Pincus por Margarita Sanger, legendaria luchadora del control de la natalidad, que pudieron continuarse los estudios y desarrollar un contraceptivo oral efectivo y seguro.