Situación de peso en que la persona tiene dos, tres o más veces el peso ideal, llamándose así porque se asocia con muchos trastornos graves que ponen en riesgo la vida. En relación con el índice de masa corporal, la obesidad mórbida se define como la que tiene un IMC mayor a 40.0 kg/m2.
Fuente: DeCS/ MeSH
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Obesidad mórbida, obesidad grave u obesidad clase III es el término para designar la obesidad caracterizada por un IMC (índice de masa corporal) de 40 o mayor, o de un IMC de 35 o mayor ante la presencia de al menos una u otra enfermedad significativa o discapacidad grave y minusvalía a causa del exceso de peso.
La obesidad mórbida, además de disminuir la expectativa de vida, causa discapacidad y problemas de exclusión social. Por sus efectos a nivel colectivo es un problema de salud pública en muchos países y que se ha ido incrementando como efecto de los cambios en las costumbres sociales y alimentarias.
Obesidad y obesidad mórbida ¿En qué se diferencian?
El término obesidad se refiere a un exceso de grasa en el cuerpo. La obesidad se está situando como uno de los problemas de salud más importantes en el mundo desarrollado. Por lo tanto, según va aumentando la prevalencia de la obesidad, las enfermedades que la acompañan se van desarrollando de forma preocupante.
La obesidad en niños y jóvenes adolescentes requiere una especial atención, ya que esta es una plataforma importante para el desarrollo de la obesidad en la edad adulta.
¿Qué causa la obesidad o la obesidad mórbida?
Existen evidencias de que los factores genéticos interaccionan fuertemente con los factores socio-culturales (familiares) para dar como resultado la obesidad. Estos factores genéticos pueden estar por encima del 50% en cuanto a influencia en el desarrollo de obesidad se refiere, pero en la actualidad los mecanismos moleculares dependientes de estos factores aún no están bien determinados.
También los factores ambientales y nutricionales influyen en periodos críticos del desarrollo de un individuo, y pueden producir efectos permanentes que produzcan obesidad y enfermedades metabólicas. Se puede producir una “Programación Metabólica” con unos componentes de transmisión de la obesidad de forma intergeneracional unido a factores ambientales (socio-culturales).
Un ejemplo interesante es la gestación, ya que durante el embarazo los factores de peso materno y su tipo nutrición, así como otros problemas relacionados, tienen influencia directa sobre el peso futuro de los hijos y los posibles trastornos metabólicos.
Algunos factores ambientales que pueden contribuir a la obesidad en jóvenes y en adultos son los siguientes:
Aumento de comidas y bebidas ricas en hidratos de carbono (azúcares)
Raciones de comida preparada mayores de las necesarias
Servicios de comida rápida
No presencia de familia en comidas
Disminución de actividad física estructuradamente
Disminución de tiempo de sueño
Influencia de televisión y ordenadores
Utilización excesiva de vehículos
¿Cuándo dejamos de hablar de obesidad para referirnos a obesidad mórbida?
La morbilidad y mortalidad relacionada con la obesidad se conoce desde hace cientos de años, pero es en la actualidad cuando se ha observado una relación directa con gran número de enfermedades. Aunque se reconocen varios tipos de obesidad, podemos categorizarla de una forma sencilla mediante el índice de masa corporal que resulta de la división del peso en kilogramos entre el cuadrado de la altura expresada en metros.
Así determinaremos que existe obesidad es a partir de un índice de 30 kg/m2 y existe obesidad mórbida a partir de 40 kg/m2. En relación con el tratamiento quirúrgico, se podrán intervenir pacientes tanto obesos como obesos mórbidos, dependiendo de la existencia de co-morbilidades o enfermedades asociadas.
¿Cómo se tratan la obesidad y la obesidad mórbida?
Hoy en día se conocen varias hormonas que pueden influir en la obesidad y que nosotros podemos “manejar” utilizando la cirugía cuando existe obesidad mórbida.
También podemos mediante la cirugía cortar las conexiones nerviosas existen en el estómago y que mandan señales de hambre a las células cerebrales, de tal forma que podemos revertir la obesidad y con ella muchas enfermedades metabólicas y otras enfermedades que la acompañan, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial , dislipemia, enfermedad coronaria, enfermedades cardiacas, enfermedades osteoarticulares, trastornos del sueño, trastornos psicológicos, trastornos urinarios y otros trastornos endocrinológicos.
Hoy en día la cirugía bariátrica es menos agresiva que hace una década y permite una recuperación inmediata del paciente con reincorporación a la vida activa en poco tiempo. Asimismo, el seguimiento de los pacientes es menos complejo con una menor tasa de complicaciones.
Por último, diré que la obesidad debe de ser “controlada” de forma temprana con programas sociales adecuados, pero es preciso manifestar que el miedo a la cirugía bariátrica no debe dejar que enfermedades irreversibles relacionadas con la obesidad se establezcan en una persona con el consiguiente riesgo para la vida.
Fuente: Blog obesidad
