Es la intoxicación causada por la ingestión de alimentos marinos que contienen ciguatoxinas en niveles de microgramos. La intoxicación se caracteriza por alteraciones gastrointestinales, neurológicas y cardiovasculares.
Fuente: DeCS/MeSH
Información ampliada:
Ciguatera. es una forma importante de intoxicación alimentaria en humanos causada por la ingestión de pescados de mar. Es ocasionada por un tóxico producido por un dinoflagelado, particularmente de la especie Gambierdiscus toxicus. Se produce por unas toxinas que se acumulan en los músculos de algunas especies de peces tropicales y subtropicales, siendo los humanos el final de la cadena alimenticia.
La especie más frecuentemente asociada con la ciguatera es el dinoflagelado fotosintético Gamberdiscus toxicus. Esta especie normalmente vive como epifita en otras algas mayores o en la superficie de corales muertos. Aunque puede dispersarse a nuevas regiones en pedazos de algas flotantes, esta especie no forma parte de las mareas rojas.
La cadena de envenenamiento con ciguatera comienza cuando animales herbívoros consumen los dinoflagelados y sus toxinas, concentran y transforman las toxinas en sus cuerpos, y las pasan a eslabones más altos en las cadenas tróficas, usualmente con más acumulación y concentración acompañando a cada paso. Se conocen más de 400 especies marinas en 60 familias diferentes que acumulan las ciguatoxinas (Brusle 1997). Entre las más importantes debido a su popularidad como alimento son la barracuda, algunos pargos (por ejemplo, pargo del Golfo, jocú, rabonegro, y cubera), el medregal, el carite, algunos meros (por ejemplo, el americano y pintarroja; y las chernas criolla, pintada y aleta amarilla), el pez perro, y otros. Rara vez, consumidores primarios, incluyendo peces e invertebrados herbívoros pueden también causar ciguatera.
El riesgo de contraer ciguatera varía ampliamente, aún dentro de una sola especie, dependiendo en la frecuencia de consumo de ciguatoxinas; la tasa de consumo; la habilidad del individuo de absorber, metabolizar, y eliminar las toxinas; y la tasa de crecimiento del individuo. Dentro de la misma especie, la proporción de individuos tóxicos tiende a crecer con el tamaño, ya que individuos más viejos han tenido más tiempo para consumir y acumular las toxinas en sus tejidos, pero no hay reglas precisas sobre el tamaño de un organismo y la probabilidad de contraer ciguatera al consumirlo.
Existen diferentes formas de toxinas producidas por los dinoflagelados y estas pueden variar dependiendo en la especie y en la ubicación geográfica. Algunas, tales como las maiotoxinas son excretadas y causan problemas solo si se consumen los intestinos de peces infectados. Por el contrario, las ciguatoxinas, tienden a acumularse en varios tejidos incluyendo los de músculos y órganos internos. La cigua toxinas son extremadamente potentes y son resistentes al frío y al calor, por lo cual, cocinar o congelar los peces o mariscos no las destruyen.
Distribución y Frecuencia
La ciguatera está vinculada con ambientes marinos tropicales y ocurre entre los 35°N y 35°S de latitud. En el Atlántico es común en Florida y Bahamas; a través del Caribe particularmente en Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico y las islas de Sotavento, incluyendo Islas Vírgenes. En el Pacífico ocurre en la Polinesia Francesa, Filipinas, Fiji, Samoa, Tonga, Vanuatu, Hawaii, Islas Cook e Islas Marshall, Nueva Caledonia y Australia. En el Océano Índico la ciguatera ocurre comúnmente en Reunión, Madagascar, Maurico, Seychelles, Sri Lanka, Maldivas y en los archipiélagos de Comoras y Chagos. Hay que notar, que peces y mariscos importados de estos sitos pueden causar ciguatera en cualquier parte del mundo.
Pruebas y Diagnóstico
Existen pruebas para detectar ciguatera en los peces y mariscos, siendo la más común el bioensayo de ratón, pero los procedimientos son complicados y puede tomar más de cuatro días para obtener resultados. Un gran obstáculo en el desarrollo de pruebas rápidas y efectivas es el problema de muestreo creado por la alta variación en niveles de toxinas dentro y entre individuos.
Similarmente, tampoco existen pruebas diagnósticas precisas para el envenenamiento con cigua toxinas. Presentemente, la diagnosis se basa en los síntomas y en la historia inmediata de consumo de alimentos del paciente.
Síntomas
Los síntomas gastrointestinales, incluyendo diarrea y vómitos son los primeros en aparecer y pueden acabar en deshidratación y shock. Otros síntomas relacionados incluyen salivación excesiva y dolores abdominales. Los síntomas neurológicos aparecen después que los gastrointestinales e incluyen supersensibilidad al frío, inversión de las sensaciones de frío y calor (lo caliente se siente frío y lo frío caliente), entumecimiento o cosquilleo en las extremidades y/o en los labios, mareo, ataxia, temblores, rigidez en los músculos, súper sensibilidad en los pezones, depresión, picazón, y dolor muscular. Ciertos pacientes también se quejan de debilidad, mal sabor, y visión nublada. A veces también se observan síntomas cardíacos tales como latido lento (bradicardia) e hipertensión, especialmente en pacientes de mayor edad o con sobrepeso.
La presentación de los síntomas es usualmente rápida (1-3 horas luego de consumir el individuo contaminado) pero los síntomas pueden aparecer tan rápido como 20 minutos después de consumir la cigua toxina, o pueden demorarse hasta 12 horas o más en aparecer. Normalmente los síntomas duran dos o tres semanas, pero algunos se pueden hacer crónicos y durar por más de un año.
Tratamiento
No existe tratamiento específico para la ciguatera. Normalmente a los pacientes se les da tratamiento de apoyo y terapias para disminuir los síntomas. Descontaminación del tracto gastrointestinal con carbón activado puede ser beneficioso si se hace dentro de 3 o 4 horas de la ingestión de la toxina, y el uso de antieméticos puede controlar los vómitos. Terapias para el reemplazo de volumen son esenciales para contrarrestar la pérdida de fluidos causada por vómitos y diarrea, y el uso de atropina se recomienda como tratamiento para la bradicardia. Analgésicos para controlar los dolores y antihistamínicos para reducir la picazón también se administran comúnmente. El uso de manitol se ha hecho común en el tratamiento de ciguatera luego de reportarse que la administración de esta substancia por vía endovenosa causa mejoras significativas en los síntomas de pacientes sufriendo de ciguatera (Palafox y colls. 1998). Su modo de acción, sin embargo, aún no se conoce.
Prevención
El riesgo de contraer ciguatera es usualmente pequeño, pero la única manera segura de evitar el envenenamiento es no comer peces o mariscos provenientes de arrecifes tropicales. Esto, sin embargo, frecuentemente no es posible ni práctico. El riesgo se puede disminuir evitando el consumo de los órganos internos de peces, donde frecuentemente se acumulan las toxinas.
puede conocer más EN:
- Ciguatera Mini Review: 21st Century Environmental Challenges and the Interdisciplinary Research Efforts Rising to Meet Them.
- Detection of Ciguatoxins from Fish Introduced into a Wholesale Market in Japan.
- Modeling the time-lag effect of sea surface temperatures on ciguatera poisoning in the South Pacific: Implications for surveillance and response.
- High sensitivity of rat cardiomyoblast H9c2(2-1) cells to Gambierdiscus toxic compounds.
- Distribution and potential toxicity of benthic harmful dinoflagellates in waters of Florida Bay and the Florida Keys.
- Characterizing ciguatoxin (CTX)- and Non-CTX-producing strains of Gambierdiscus balechii using comparative transcriptomics.
- Presence of CTXs in moray eels and dusky groupers in the marine environment of the Canary Islands.
- Global impact of ciguatoxins and ciguatera fish poisoning on fish, fisheries and consumers.
- Report of the expert meeting on ciguatera poisoning: Rome, 19-23 November 2018
- Growth and epiphytic behavior of three Gambierdiscus species (Dinophyceae) associated with various macroalgal substrates.
- Development of a quantitative PCR assay for the detection and enumeration of a potentially ciguatoxin-producing dinoflagellate, Gambierdiscus lapillus (Gonyaulacales, Dinophyceae).